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Pepe Bienvenida / La suerte suprema

miércoles, 1 de junio de 2022

El lado bueno de la historia Juan Manuel Rodríguez



El lado bueno de la historia

Madrid, 1 Junio 2022
Hoy he vuelto a escuchar la respuesta de Courtois que ha levantado tantas ampollas entre los colchoneros, la del famoso lado bueno de la historia. Es una respuesta puesto que el portero belga del Real Madrid no se sienta delante de los medios de comunicación y de repente, y sin venir a cuento, dice que ahora se encuentra en el lado bueno de la historia sino que su contestación es fruto de una pregunta que alguien le hace. Del mismo modo que a mí no me dice de forma improvisada que mi madre puede estar tranquila porque las va a parar todas, tampoco habla del lado bueno sin venir a cuento sino que, insisto, su respuesta es fruto de una pregunta. De modo que, para saber a qué vienen y por qué esas palabras de Courtois, sería bueno saber antes qué se le preguntó, ¿verdad?

La pregunta se la hace a Courtois un periodista del diario Marca que se llama Mario Cortegana y es, textualmente, la que sigue: "Tú que hablas muy claro, si echas la vista atrás, si recuerdas aquella final de Lisboa, sabes lo que es enfrentarte al Real Madrid, estar en el otro lado, ¿qué crees que estarán pensando hoy, esta noche, en la habitación antes de dormir los jugadores del Liverpool cuando miren al Real Madrid y la leyenda de las trece Champions, qué pensarán?"... De modo que el periodista le pregunta a Courtois sobre qué cree él que estarán pensando los jugadores del Liverpool, que es el equipo rival del Real Madrid en la final de París. Y sobre esto que le preguntan a Courtois, y no sobre cualquier otra cosa que nos hayamos inventado los demás, o sea sobre lo que él cree que estarán pensando los futbolistas del Liverpool de la leyenda del Real Madrid, es sobre lo que responde. Y Courtois responde textualmente esto otro: "Bueno, al final yo creo que ellos ya jugaron una final contra el Madrid en 2018. Yo creo que es diferente para mí obviamente, si te enfrentas al Real Madrid sabes que ellos cuando juegan una final la ganan y por eso creo que ahora estoy en el lado bueno de la historia". O sea, Courtois no responde a ninguna pregunta que tenga que ver en absoluto con el Atlético de Madrid, que no pinta nada en la rueda de prensa anterior a una final de Champions entre Real Madrid y Liverpool, sino que, haciendo referencia a la final de 2018 y no a otras finales, él responde que cree que los futbolistas del Liverpool piensan que el Madrid gana las finales y, puesto que el Madrid gana las finales, él añade que ahora está en el lado bueno de la historia. La palabra Lisboa sólo aparece una vez y no es en la respuesta sino en la pregunta.

Esta respuesta de Courtois acerca de lo que él cree que estarán pensando los futbolistas del Liverpool ha provocado que la Unión Internacional de Peñas del Atlético de Madrid exija que se le retire al portero belga la placa que tiene en el Wanda Metropolitano, que el alcalde atlético de la ciudad de Madrid llame la atención en público al jugador aprovechando la visita del Real Madrid al Ayuntamiento con motivo de la celebración de La Decimocuarta, que el presidente del Atlético de Madrid diga a la salida de una comida que si alguien quiere quitar la placa de Courtois vaya con un pico y una pala y la quite, que un vándalo haya ido efectivamente al estadio con un pico y una pala y la haya quitado y que hoy el Atlético la haya vuelto a colocar. Este lío se ha montado de un modo absolutamente artificial porque ni el presidente de la Unión Internacional de Peñas del Atlético de Madrid (a quien, por cierto, no oí afear la conducta de ese seguidor colchonero que, megáfono en mano, insultó a Lunin aprovechando la invasión rusa de Ucrania) ni el presidente del Atlético de Madrid (quien, por cierto, justificó que su club no le hiciera el pasillo al campeón de Liga para no enturbiar las relaciones entre ambas aficiones) ni por supuesto José Luis Martínez- Almeida (a quien, por cierto, no escuché decir nada cuando un grupo de violentos insultó a Peter Federico por el color de su piel), ninguno de ellos han oído la pregunta del periodista y mucho menos la respuesta de Courtois. ¿Y por qué no la han oído? Muy fácil: porque no les interesa hacerlo.

Sin intención de criminalizar a nadie salvo, por supuesto, a los criminales, conviene recordar que en 2019, sin que Courtois hiciera nada ofensivo salvo fichar por el Real Madrid, la placa del portero belga ya apareció inundada de fotos de ciervos, vasos de plástico vacíos, latas de cerveza, un par de ratas y me atrevería a decir que orín de procedencia probablemente humana, así que supongo que si a Courtois se le hubiera ocurrido decir efectivamente lo que no dijo, o sea que ahora está en el lado bueno de la historia y no en el malo, que representa el Atleti, al futbolista habría que incluirle en la lista de testigos protegidos, sacarle de España con otro nombre, cambiarle la cara y ponerle a salvo cuanto antes.

El Atlético de Madrid no va a dejar de tener el problema que tiene por muchas vueltas que le demos, muy pronto que nos levantemos y muy tarde que nos vayamos a la cama. El problema del Atlético de Madrid es la violencia que, usurpando su nombre y utilizando el fútbol como coartada, emplea una minoría de seguidores suyos que están localizados. Ellos sí que están en el lado malo de esta historia, los cuatro radicales que agredieron el otro día a dos camareros de los locales Casa García y El Ruedo y en otro bar trataron de robar la cabeza disecada de un toro sí que están en el lado malo. Uno de los empleados agredidos, de 26 años, podría perder la visión de un ojo. Al alcalde de Madrid, que también es el alcalde de los madridistas, incluso de aquellos que no le hayamos votado ni tengamos pensado hacerlo en el futuro, le he oído reprender a Courtois en público por unas declaraciones que se han malinterpretado pero no le he escuchado denunciar a los vándalos que lincharon a dos chavales por el motivo de que Vinicius acababa de marcar un gol.

Courtois fichó por el Real Madrid después de tirarse siete años jugando en el Chelsea, siete. Marcos Llorente, por ejemplo, pasó del Madrid al Atleti y, aunque en el Bernabéu no hay placas que orinar, a nadie le importó lo más mínimo, al madridismo le dio absolutamente igual. Y, por cierto, no condenar todo lo que está pasando en ese club histórico, mirar hacia otro lado, hacerse el sueco o tratar de esquivarlo apelando a la milonga de que el Atleti molesta o no se le puede entender supone, en el fondo, justificar que se rieran de Lunin, insultaran a Peter Federico llamándole negro o un bobo haya ido de madrugada al Metropolitano a arrancar la placa de un futbolista. Y con respecto al Liverpool, que sólo tiene 6 Copas de Europa y que ha perdido con el Madrid las dos últimas finales, por supuesto que Courtois está en el lado bueno de la historia, el lado de la historia en el que se gana en vez de perder. La piel fina, queridos, para cuando un indigente mental le grita a un chaval "Tú aquí jugando y tu país llorando". A ese no habría que retirarle la placa, no, sino el carnet de socio. Pero eso nos lo tomamos con más tranquilidad si os parece.

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