"..Dirijo mi pregunta a Simón Casas y a Rafael García Garrido: ¿Cuáles son los requisitos que deben cumplir los matadores para ser incluidos en alguna de las 25 corridas que van a celebrarse esta primavera en Madrid? ¿Tener un palmarés acrisolado? Al parecer no es suficiente. ¿No hacer ascos a ninguna ganadería? Se ve que tampoco. Está demostrado además que el que triunfa en Madrid no tiene garantizado su regreso al año siguiente, que sería lo justo.."
Dirijo mi pregunta a Simón Casas y a Rafael García Garrido: ¿Cuáles son los requisitos que deben cumplir los matadores para ser incluidos en alguna de las 25 corridas que van a celebrarse esta primavera en Madrid? ¿Tener un palmarés acrisolado? Al parecer no es suficiente. ¿No hacer ascos a ninguna ganadería? Se ve que tampoco. Está demostrado además que el que triunfa en Madrid no tiene garantizado su regreso al año siguiente, que sería lo justo. No, porque hemos visto a figuras consagradas cosechando fracasos palmarios que no han sido obstáculo para repetir de forma cuantiosa en el coso de las Ventas.
Entonces, ¿por qué los señores Casas y Garrido obvian a Curro Díaz? Y no ha sido la primera vez, sino que es casi como sistema. ¿Por ser un torero veterano? No lo creo. Más allá de los cuarenta años están Castella, El Fandi, Morante de la Puebla, Antonio Ferrera, Diego Urdiales, Paco Ureña… Huelga decir que la veteranía es un grado, y todos sabemos que algunos de los más grandes toreros hicieron sus mejores faenas en los últimos años de alternativa. Valgan como ejemplo Antonio Bienvenida o Antonio Ordoñez. Y qué decir de Antoñete, que dejó su impronta de grandísimo torero en las últimas temporadas de su prolongada carrera.
¿Podría ser por falta de forma o pérdida de facultades? Nada más lejos, porque Curro Díaz tiene un físico comparable al de un treintañero. Esbelto, ágil, es decir: en plena forma. ¿Es quizá por ser un gran lidiador que pudiera dejar en evidencia a otros toreros más arropados por la empresa? Habríamos quizá dado ahí en el clavo, pero eso sería una actitud despreciable y yo no veo a los empresarios del coso madrileño capaces de tal bajeza moral. ¿Tal vez el Sr. Buendía no haya trabajado bien el asunto para que su pupilo estuviera presente en los carteles? Eso tampoco nos lo creemos los aficionados. Entonces… ¿por qué?, señores, ¿por qué? Quisiéramos saber cómo es posible que un torero tan portentoso no tenga hueco en los carteles, más aún estando en el mejor momento de su carrera y siendo, como es, tan apreciado en la capital de España. Llama la atención que más de diez espadas, algunos de ellos con muy poco bagaje, tienen ya su contrato para la feria estando por detrás en el escalafón.
Si es proverbial que la programación pase antes de su difusión por el Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid… ¿no podría éste restañar determinadas ausencias? Hay tardes en las que intervienen sólo dos matadores, cosa que no se entiende si no es por razones espurias. Bastaría con añadir un matador más para dar paso a otros diestros. Así podría hacerse, sin ir más lejos, en la Corrida de la Prensa. Son, en fin, argumentos que invoco ante esta sinrazón de la que bien podría hablar Miguel Abellán, que alternó en su día con tantos toreros del escalafón actual y que, como se sabe, es director gerente del Centro.
¿Qué más se le puede pedir a Curro Díaz? De su trayectoria y sus éxitos el pasado año con toros de todas las castas dan fe las corridas televisadas. No se puede aducir desconocimiento porque la temporada pasada se televisaron no menos de cuatro corridas suyas. En todas desorejó a sus astados, llegó a cortar dos rabos y acaparó los mayores elogios de la prensa especializada.
“Vivir sin torear no es vivir” es el lema de Curro. Pienso en la desazón que debe sentir un torero de tan buenas hechuras, tan depurado arte, valor contrastado y trayectoria tan llena de triunfos, ante una desconsideración tan palmaria y difícil de entender. Difícil para él y para tantos aficionados que le siguen y le han esperado siempre en la capital de España. El linarense es un torero muy querido en Madrid y los empresarios parecen ignorarlo. Me gustaría preguntarle directamente cuál cree él que pudiera ser la razón de esta clamorosa ausencia. Posiblemente no levantaría la voz y con esa elegancia suya echaría balones fuera.
La generosidad de Pla Ventura me ha brindado un espacio en su página y no quiero desaprovechar la ocasión de clamar desde aquí la flagrante injusticia que se comete con profesionales que se juegan la vida, que han llegado con grandes esfuerzos a ocupar un lugar de respeto y admiración por su valor y su arte. Un arte que no pueden compartir con sus incontables seguidores en los más grandes cosos de España. Son las trabas de esos poderosos empresarios a los que no dejaré de preguntar: ¿POR QUÉ?
Mientras tanto, nosotros continuaremos aplaudiendo a Curro Díaz en aquellas plazas en las que se le conceda la oportunidad de derramar su arte y su personalidad. Porque entiendo que estamos quizá ante el mejor torero de lo que llevamos de siglo. Pese a quien pese.
nGran artículo,verdadero en todo lo que detalla,es una auténtica verdad, yo siempre he dicho a mis amigos que si curri Díaz llega a ser sevillano estaría tan arriba como Morante ya que la muleta supera a Morante el desmayo que tiene toreando con ella es el numerouno,cuanto toros tiene que matar ortega o aguado para hacer una faena como la suya ,claro son sevillanos,y pueden permitirse pasase una temporada sin dar ni una
ResponderEliminarEn Madrid es donde se oyen los oles con más intensidad y vedad que en ninguna plaza del mundo, yo he tenido el gusto de oír los oles a Curro Díaz de Madrid y ya quisieran algunos toreros anunciados este año que se los dieran a ellos y eso no tiene nada más que una explicación, el público de Madrid sabe cuando se torea con, profundidad, arte valor y cualquier calificativo que se le pueda poner al SÑOR CURRO DÍAZ
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