tag:blogger.com,1999:blog-9101429797831081603.post285160473489429605..comments2024-03-29T10:37:20.448+01:00Comments on Del toro al infinito: "El Cordobés fue tan grande que al torear paralizaba el país entero" / Alfredo Asensideltoroalinfinitohttp://www.blogger.com/profile/00428709535266909044noreply@blogger.comBlogger3125tag:blogger.com,1999:blog-9101429797831081603.post-4589129669581658652015-04-21T04:34:35.508+02:002015-04-21T04:34:35.508+02:00Voy a tocar un tema que creo de sumo interés, por ...Voy a tocar un tema que creo de sumo interés, por cuanto de él se hablo mucho en la década de los 60 sin que nadie se pusiera de acuerdo. La afición, la “nueva ola” de aficionados, o lo que podríamos haber llamado por aquellos años “la nueva afición”. <br /><br />Comencemos por el principio. Por aquellos años de 1964 y 65 se llegaron a creer que la afición “estaba muerta”, y tuvo que llegar El Cordobés para levantarla. Pues yo no creo tal patraña, aquello fue motivado no por el levantamiento, sino por la desorbitación de la fiesta. Una cosa es levantar y otra muy distinta desorbitar. <br />¿Podíamos hablar de fiesta aburrida o muerta cuando estaba Ordóñez, Dominguín, Aparicio, Bienvenida, Puerta, Romero, Ostos, Camino…? No, no se podía hablar de muerte de la fiesta. Lo que pasaba es que en esas fechas iban mucha más gente a los toros. Cierto. Pero ¿se iba a ver toros? ¿se iba a ver torear? No. La respuesta ha de ser forzosamente negativa, ateniéndonos a lo que la misma “nueva afición” deseaba.<br /><br />¿Qué ocurrió? Simplemente que esa “nueva ola” de aficionados, era un público vociferante que no entendía nada de toreo, sino de triunfos. Se iba a ver triunfar, no a ver torear, a apreciar la clase y el conocimiento, la gracia o el arte. Únicamente contaba el valor y las orejas. <br />Este fue el resultado del levantamiento que produjo un torero melenudo y apasionante, que trastocó las artes del toreo a su gusto y montó en torno a su persona una publicidad inteligente que lo convirtió en mito. Manuel Benítez “El Cordobés” fue figura. Indiscutiblemente. Pero fue figura no porque su toreo se ajustara a las normas de la ortodoxia, ni porque su valor fuera el más temerario, sino porque reunió en su persona todas aquellas cualidades que necesita un torero para triunfar masivamente por medio de sus indudables genialidades.<br /><br />Hubiese sido bochornoso para la fiesta que aquella situación de un torero “tremendista” que inauguró “Huracán” Benítez -como algún crítico muy bien recompensado lo tituló- fue menor. Y lo fue gracias a la tremenda valentía de Diego Puerta, al arte sublime de Curro Romero, a la casta de Jaime Ostos, a la ciencia de Paco Camino, a la grandeza de Antonio Ordóñez, al señorío de Antonio Bienvenida. No sólo eran valientes los unos, artistas los otros, reunían las dos cualidades juntas, una en más y otra en menos grado. Sus nombres eran garantía de TOREO, con mayúsculas.<br /><br />Diego Barceló <br /><br />P. D. Junto a los toreros reseñados en este comentario no podemos olvidar otros nombres de esa época. Como Manolo Vázquez, Antoñete, Miguel Báez "Litri", Gregorio Sánchez, César y<br />Curro Girón, Pedro Martínez “Pedrés”, Rafael de Paula, El Viti, Fermín Murillo, Juan García “Mondeño”, Antonio Borrero “Chamaco”, Andrés Vázquez, Dámaso González, Miguelin, Palomo Linares, José Fuentes… <br />Anonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-9101429797831081603.post-77013577780134043232015-04-20T01:49:36.837+02:002015-04-20T01:49:36.837+02:00Si, claro, y así durante doce años mandando en el ...Si, claro, y así durante doce años mandando en el toreo y convirtiéndose en un personaje universal.<br />Dijo Luis Miguel Dominguín que El Cordobés toreaba como el mejor y además una cuarta más cerca del toro. No s epuede engañar a tanta gente durante tanto tiempo, y asegurar con desprecio la trayacetoria y el ipacto de El Cordobés solo obedec a una supina ignorancia o malicioso resentemiento, <br /><br />Y el periodista taurino Paco Aguado, escribe:<br />"Benítez, fue infalible en el éxito en los ruedos, sobre la base de un gran valor y de una prodigiosa mano izquierda, y con una arrolladora personalidad que le permitía excentricidades como el "salto de la rana", Benítez supo alcanzar sobradamente esa gigantesca popularidad.<br /><br />La fiesta de los toros, sumida hasta entonces en uno de los baches de sus eternos dientes de sierra, remontó hasta niveles insospechados. Y el culpable, que paralizaba el país cuando se televisaban sus corridas, copaba también las portadas de las revistas internacionales.<br /><br />Pero la verdadera dimensión de su fama la dio el hecho de que los escritores Lapierre y Collins aprovecharan años después su historia para escribir uno de sus "best-sellers": "...O llevarás luto por mí".<br /><br />Greñudo como Los Beatles e irreverente como los rebeldes parisinos del 68, esta especie Mick Jagger ibérico representó en España, como torero y como personaje público, los aires de cambio que ya soplaban en el mundo y que tardaban en atravesar los Pirineos.<br /><br />Y si triunfó en todas las plazas, incluidas las más duras -cortó un rabo en Sevilla y salió ocho veces a hombros en Madrid-, también se hizo amigo de los Kennedy y pilotó su propia avioneta, tan afín a su personalidad".<br /><br />Pepe Colmenar.<br />Anonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-9101429797831081603.post-48725687344651447262015-04-19T23:56:16.853+02:002015-04-19T23:56:16.853+02:00Se paralizaban todos los que no tenían ni idea, po...Se paralizaban todos los que no tenían ni idea, porque<br />El Cordobés fue un bluff completo.Enrique Alcinanoreply@blogger.com