miércoles, 10 de febrero de 2010

EL GESTO DE LUQUE / Por Andrés Amorós

El gesto de Luque
ANDRÉS AMORÓS
ABC.-Martes , 09-02-10
La empresa madrileña ha resuelto la papeleta del
Domingo de Resurrección -con grandes carteles en Sevilla y Málaga- anunciando a Daniel Luque, que matará seis toros. Para el empresario, es, sin duda, una buena solución.

Para el aficionado, la corrida tiene notable interés: el joven diestro sevillano es una firme esperanza, por su valor, ambición y arte con el capote.

En el torero, es un gesto que demuestra seguridad en sí mismo y ganas de ser figura. En vez de rehuir Madrid, como tantos, acepta someterse a un examen difícil.

Sin embargo, si yo fuera el apoderado de Luque, quizá no se lo hubiera aconsejado. Puedo equivocarme, ya lo sé: la Tauromaquia no es una ciencia exacta, pero hay que medir las fuerzas. Decía Marcial Lalanda que el torero, a veces, gana más guardando el traje de luces en el baúl. El problema está en acertar cuáles son esas veces.

No hablo de temor o conservadurismo sino de una estricta razón taurina: matar seis toros requiere inexorablemente dominio completo de la técnica y gran variedad de repertorio. Y aún así... Pese a todos los cambios, la afición madrileña conserva -y así debe ser- un nivel de exigencia importante.

No les salió bien esa apuesta en Las Ventas, por ejemplo, a diestros tan «largos» como Luis Miguel y Esplá. Sí triunfaron, en cambio, Antonio Bienvenida, Gregorio Sánchez, Joselito y, sobre todo, Paco Camino, en una tarde inolvidable.
Han cambiado muchas cosas. Antes, mataban seis toros en Madrid sólo las figuras consagradas, en plenitud, para llegar a la cumbre. Ahora, parece ser una estrategia para subir en el escalafón... (No hablemos de algunos diestros que se anuncian ahora con seis toros en otras plazas, para salvar su carrera).

Deseo que el gesto de Luque tenga recompensa.

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