Curro Javier (Fotografia Portal Taurino)
"...Lo de Curro Javier es cada vez más grande. Un lance suyo puede salvar una tarde e incluso puede ser una luz tremenda en un día de éxito importante para los espadas del cartel como la del pasado sábado en el Puerto..."
"...Lo de Curro Javier es cada vez más grande. Un lance suyo puede salvar una tarde e incluso puede ser una luz tremenda en un día de éxito importante para los espadas del cartel como la del pasado sábado en el Puerto..."
Ricardo Díaz-Manresa
11 -agosto- 2011
Tenemos que alabar las grandes cosas que vemos. Todo no va a ser quejarse por tantas que duelen. A los que nos gusta este arte, esta emoción y este sentimiento, valoramos siempre lo grande, lo haga quien lo haga. Y Curro Javier es grande.
El pasado sábado, en el Puerto, un lance de Curro Javier, llegando el toro al trote, lejano, fue recogido, sin tocarlo, sin romperlo, sin siquiera molestarlo, ayudándolo, agrandándolo, templándolo, con un toreo excepcional y con mucha valentía y lo dejó en el sitio exacto a su compañero. Uno de esos momentos mágicos que a uno lo reconcilian con la lidia y todo lo que esta significa. Sólo un lance. Un monumento. De los que prodiga este gran torero.
Sé que ver a un hombre de plata así es un portento para la vista y para el alma. De plata se han llamado toda la vida aunque ahora sean de hilo blanco y, sobre todo, y desgraciadamente, de negro, de luto, recuerdos de cosas tristes. Nunca se han vestido peor los banderilleros. Da pena y rechazo verlos así, precisamente en una época en la que quizá el tono medio sea uno de los mejores que se recuerdan. Son más delgados que antes, incluso mejor preparados, actúan bien, pero destrozan el color del espectáculo, los trajes que se llamen de luces los convierten en sombras negras. Vamos, que apagan la luz y nos dejan a oscuras.
Pues bien, entre ellos pero supongo que no con ellos, está Curro Javier, que con un lance puede hacer feliz al que sepa saborearlo, con un detalle cumbre. No hace falta más. Siempre digo que se puede pagar una entrada por oir a la banda de Bilbao en su Vista Alegre del alma, en esa feria de agosto de ambiente tan atractivo. Pagaría entradas por lances de Curro Javier como ese del Puerto del pasado sábado.
Y esto viene de lejos, de años anteriores, pero toma cuerpo y brillo en la pasada de Sevilla, feria de mayo este año. Ocurrió algo nunca visto, al menos para mí. Los compañeros de la cuadrilla parean superiormente, con la ayuda milagrosa de Curro Javier, y se solicita que saluden montera en mano, lo que hacen entre los clamores del gentío y, en ese momento, surge el detalle genial de Manzanares, que le ordena : y tú también. Y Curro Javier tiene que desmonterarse por lidiar como los ángeles. Vaya momento, vaya milagro y vaya regalo para los espectadores.
No es de extrañar que con tanto buen material artístico y humano arrasen todos : matador y cuadrilla. Y que el de Alicante, buen hijo de su padre, y el único de esta larga generación de hijos de toreros que ha destacado al máximo, se haya colocado en la primera línea e incluso nos haga ilusionarnos con un futuro todavía mejor.
Hace poco el portero del equipo granota y valenciano del Levante declaró que eran un grupo normal que hacían piña y, habiéndolos mejores, fueron ellos los que ascendieron a Primera hace dos temporadas. La unión, como se ha dicho tantas veces, hizo la fuerza. En el caso de Manzanares, hay piña y encima de la mejor calidad. El triunfo está asegurado. El grupo destaca y no digamos el matador. Y por cierto, también como matador de toros, que hacía tiempo no veía a ninguno tan seguro y contundente y tampoco tantas estocadas definitivas recibiendo. Tanto tiempo que creo que es el primero que veo así.
Pero la mucha o poca gloria de este artículo es para Curro Javier y para cuantos capoteros y banderilleros, artistas del percal y de los palos, nos emocionan con su toreo. Gracias por lo del Puerto y por tantos puertos. Y mira que te canto en la tarde para el recuerdo de Morante y Manzanares, de plaza y corazones llenos.
****
Avance Taurino
11 -agosto- 2011
Estoy impresionado por algunas actuaciones de Curro Javier, el gran peón de Manzanares. También esta temporada nos sigue haciendo ver lo que es una gran figura con capote y banderillas. Manzanares tiene una gran cuadrilla y Juan José Trujillo también deleita.
El pasado sábado, en el Puerto, un lance de Curro Javier, llegando el toro al trote, lejano, fue recogido, sin tocarlo, sin romperlo, sin siquiera molestarlo, ayudándolo, agrandándolo, templándolo, con un toreo excepcional y con mucha valentía y lo dejó en el sitio exacto a su compañero. Uno de esos momentos mágicos que a uno lo reconcilian con la lidia y todo lo que esta significa. Sólo un lance. Un monumento. De los que prodiga este gran torero.
Sé que ver a un hombre de plata así es un portento para la vista y para el alma. De plata se han llamado toda la vida aunque ahora sean de hilo blanco y, sobre todo, y desgraciadamente, de negro, de luto, recuerdos de cosas tristes. Nunca se han vestido peor los banderilleros. Da pena y rechazo verlos así, precisamente en una época en la que quizá el tono medio sea uno de los mejores que se recuerdan. Son más delgados que antes, incluso mejor preparados, actúan bien, pero destrozan el color del espectáculo, los trajes que se llamen de luces los convierten en sombras negras. Vamos, que apagan la luz y nos dejan a oscuras.
Pues bien, entre ellos pero supongo que no con ellos, está Curro Javier, que con un lance puede hacer feliz al que sepa saborearlo, con un detalle cumbre. No hace falta más. Siempre digo que se puede pagar una entrada por oir a la banda de Bilbao en su Vista Alegre del alma, en esa feria de agosto de ambiente tan atractivo. Pagaría entradas por lances de Curro Javier como ese del Puerto del pasado sábado.
Y esto viene de lejos, de años anteriores, pero toma cuerpo y brillo en la pasada de Sevilla, feria de mayo este año. Ocurrió algo nunca visto, al menos para mí. Los compañeros de la cuadrilla parean superiormente, con la ayuda milagrosa de Curro Javier, y se solicita que saluden montera en mano, lo que hacen entre los clamores del gentío y, en ese momento, surge el detalle genial de Manzanares, que le ordena : y tú también. Y Curro Javier tiene que desmonterarse por lidiar como los ángeles. Vaya momento, vaya milagro y vaya regalo para los espectadores.
No es de extrañar que con tanto buen material artístico y humano arrasen todos : matador y cuadrilla. Y que el de Alicante, buen hijo de su padre, y el único de esta larga generación de hijos de toreros que ha destacado al máximo, se haya colocado en la primera línea e incluso nos haga ilusionarnos con un futuro todavía mejor.
Hace poco el portero del equipo granota y valenciano del Levante declaró que eran un grupo normal que hacían piña y, habiéndolos mejores, fueron ellos los que ascendieron a Primera hace dos temporadas. La unión, como se ha dicho tantas veces, hizo la fuerza. En el caso de Manzanares, hay piña y encima de la mejor calidad. El triunfo está asegurado. El grupo destaca y no digamos el matador. Y por cierto, también como matador de toros, que hacía tiempo no veía a ninguno tan seguro y contundente y tampoco tantas estocadas definitivas recibiendo. Tanto tiempo que creo que es el primero que veo así.
Pero la mucha o poca gloria de este artículo es para Curro Javier y para cuantos capoteros y banderilleros, artistas del percal y de los palos, nos emocionan con su toreo. Gracias por lo del Puerto y por tantos puertos. Y mira que te canto en la tarde para el recuerdo de Morante y Manzanares, de plaza y corazones llenos.
****
Avance Taurino
Curro Javier en Las Ventas
¿Y qué diría Don Ricardo si hubiese visto a Boni bregar con maestría a un auténtico toro que acababa de revolcar a su matador, como el otro día en la Plaza Real? Ahí es justamente donde está la diferencia: entre los los toros y las cabras...
ResponderEliminarHabrá que recordar cómo se arrugó la cuadrilla de Manzanares en Madrid cuando vieron al toro Fiestero y cómo se tiró de cabeza al callejón el mismo Curro Javier acosado por aquellos pitones.
Lleva razón Bebe Chico, pero quizás Don Ricardo Díaz-Manresa habrá tenido en cuenta que Manzanares tiene desentrenada a su cuadrilla en la lidia de toros como Dios manda, y que seguro que Curro Javier y sus compañeros serían capaces de estar igual de bien con algo más de costumbre. ya en otras circunstancias bien que lo demostraron.
ResponderEliminarRamón de Algeciras