Vitoria (España). Fue una despedida soñada y merecida. El premio a toda una carrera dedicada al toro. En cuerpo y alma. Hasta el último día. Hasta el último toro. José Ignacio Ramos puso punto final a su trayectoria de matador en la misma ciudad donde la inició y con el reconocimiento de público y compañeros, que lo izaron en hombros una vez acabado el festejo. Cortó una oreja el burgalés de una variada corrida de Victorinoque mantuvo siempre el interés y a la que Padilla, que disfrutó del lote más pastueño, también arrancó un trofeo.
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Se ha ido un valiente, un torero honrado que lo ha dado todo ante el toro de verdad, de la tierra del Cid, de la vieja Castilla; en Burgos nos sentimos orgullos de José Ignacio Ramos.
ResponderEliminarLuis Ledesma