jueves, 20 de octubre de 2011

BERNARDO VALENCIA, “Señor de las Emociones” / Por NESTOR MELANI OROZCO

El Día de su Despedida en la Monumental de Valencia

BERNARDO VALENCIA  
“Señor de las Emociones”


NESTOR MELANI OROZCO

Pañuelos blancos con besos grabados en las monteras y millones de aplausos descritos en cada memoria. Aun lo recuerdo después de tantas tardes de toros, con mozuelas, amigos, poetas, maestros y guitarras con este cante hondo que se vino un día de las tabernas de Málaga y asentó entre los grillos de las noches eternas para convertirse en una meditación torera. Como un canto del alma y un poema descrito en las luces de Andalucía.

Yimmer Bernardo Trosell Estévez, su verdadero nombre de pila y en su mundo taurino se convirtió en Bernardo Valencia. El hijo del picador Trosell. Llamado en un comienzo “El Torero del Morro de San Juan”.

Le conocimos una tarde de toros en la Feria de San Sebastian de San Cristóbal. Años después en La Grita vieja. En la Feria de Mérida. En las connotadas fiestas de la Feria de Chiquinquirá de Maracaibo. Mas aun en nuestro pueblo, allí en esta ciudad de montañas azules y de un Cristo muy antiguo que se parece al Señor de los Milagros de Lima. El crucifijo de origen cuzqueño con violetas y claveles de las montañas andinas. Entre ovaciones y aplausos, entre sentimientos y gritos como si de una estampa surgieran las pinceladas memorables de una gran corrida de Toros…

Bernardo Valencia. “Señor de las Emociones” desde el estribo de la plaza, hasta la suerte de una puerta de Guardiola. Desde los sueños permitidos de España, hasta Valencia de Venezuela convertida en un escenario taurino de América.

Sus viajes, sus vivencias mexicanas. Recordaba con inmensa propiedad al rejoneador Portugués Alejandro Lupi. Quien fue su guía en los años mozos de la España de las lunas cuando de amor se asentaba en un cortijo para torear cada noche hasta el amanecer. De su alternativa en Málaga. Sin olvidar a Cádiz o devolverle los misterios sagrados a su padrino del doctorado Miguel Mateo "Miguelin". Siendo testigo Luis Vadenebro.

Bernardo Hacedor de las voluntades. En mi casa de La Grita muchas veces compartimos tertulias y vinos, recordamos con gran devoción a Canito el pintor grande de los carteles de España. Su anecdotario. Para hablar de Cesar Girón. De Manolete, Carlos Arruza, hasta definir al maestro Cesar Faraco. Y llegarnos a lo elocuente de sus ideas Rosacruces donde hacia pertenencia a un estado de humanidad. Mas aun a la orden mayor de la Trinidad. Consagración por los humildes Un día de oraciones al Señor de los Milagros, me llevó de regalo un Capote que había sido del maestro español José Francisco Espla. Fue una ceremonia muy poética, entre los aleros de mi casa solar y los recuerdos de mi viejo pintor Pepe Melani.

Aquel personaje que fue amigo en los años cuarenta del matador de toros “Morenito de Valencia” afirmación hecha por nuestro recordado personaje. De quien su abuelo había sido su banderillero.

Sabiendo de sus tardes monumentales, cuando el sentir de las multitudes se consagraron a la “Fiesta que reúne todas las Artes”.

Ayer 18 de octubre 2011. Por noticias de mi Hijo Pepe Melani García, supimos de su fallecimiento. El viaje al infinito. Se fue con los honores que consagran los seres por la vida y por el arte. “El Señor de las Emociones” con la humildad de un pueblo y la esencia que crece en las almas…

Volvieron los recuerdos. Con su fidelidad al torneo de los caballeros llevando claveles rojos y una capa de luces a la monumentalidad de los sueños…

Los venideros siglos describirán las presencias de un torero. De un amigo. De un poeta. Que desde las voces de Granada, Sevilla, Madrid. México, Caracas, Bogotá, Lima, San Cristóbal. Mérida, Maracay, Maracaibo, Valencia, hasta una plaza de pueblo sus gracia de artista y poeta estremeció de amor y pasión las multitudes. Por siempre Dios Arquitecto del Universo lo cubrirá de luces.

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