jueves, 20 de octubre de 2011

JUAN JOSÉ PADILLA, PREMIO AL VALOR / Por Fernando García Terrel


Un par de banderillas a un toro de Samuel Flores en San Isidro

JUAN JOSÉ PADILLA,
PREMIO AL VALOR

Fernando García Terrel

Zaragoza, Octubre/2011
Conmocionó al mundo entero y si digo mundo es para englobar fielmente el sentir desde los cuatro puntos cardinales al enterarse del feo gesto que tuvo todo un “Marqués” al herir de tan mala forma y tan a destiempo a todo un caballero jerezano, casi paisano. La nobleza nunca había mostrado esa fea apostura de adelantar el desenlace del duelo sin esperar al reto final utilizando cada uno sus armas veladas, el matador, capa y espada y el descendiente del Conde de Santa Coloma sus astifinas defensas y aviesas intenciones. Eso no debe suceder entre andaluces.

Al final su cobardía tuvo como respuesta la muerte propia de un indigno noble que no lo fue y un afligido Abellán le dio sin más miramientos, que no cabían, el pasaporte para el otro mundo en la que pese a ser un bruto no descansará en paz por lo que hizo.

Hace tiempo que me une buena relación de amistad con su apoderado y fiel escudero, el sanluqueño Diego Robles, máxime tras ayudar en su carrera taurina al matador zaragozano el “Tato”. El año pasado en la visita que el Rincón Taurino “El Mentidero” de la Casa de Andalucía hicimos a Sanlúcar para homenajear al maestro Limeño por el 50 aniversario de alternativa, nos acompañó en todo momento. Cada vez que acude a Zaragoza solemos hablar y especialmente en estos días en que para no molestar quería conocer en primera persona la evolución de su poderdante e incluso el suyo, persona sabia en esto del toro que espontáneamente, al contemplar por primera vez el rostro del torero jerezano, tras su intervención, no se le ocurrió otra cosa que decir que a la Doctora Simón había que llevarla a hombros hasta Sanlúcar por haber realizado un trabajo tan minucioso con resultado tan extraordinario.

Textualmente dijo: "Estoy aún alucinando. Es impresionante la buena imagen que le han dejado. Yo, que le vi en directo con la cornada recién pegada, le he dicho que, tal y como está ahora, juraría ante quien fuera que esa cornalón no se lo pegaron a él. En la enfermería aquello parecía una matanza, como si ocho o diez perros le hubieran jalado la cara en una montería, y, tras verle ahora, cuando debería estar enterrado hace tres días -añade con claridad meridiana- parece que, al menos estéticamente, todo haya quedado en una simple anécdota”

Lidia, la esposa de Juan José, a la que el matador había cambiado irónicamente el nombre por Pilar, al ser su continuo soporte en la angosta habitación que ocupó en el hospital y no dejarle ni a sol ni a sombra, se extrañaba de que cuando están solos, Juan José lloraba y sonría e incluso gastaba bromas cuando le visitan los demás. Su valiente aptitud en este desafío por volver a los ruedos aunque sea con un parche en su maltrecho ojo, su petición de que no anulasen los contratos de América, dicen mucho de su torería y valor. Su mayor preocupación siempre fue que no le viesen la cara sus hijos.

Puede que haya quien no entienda que el Jurado de los Trofeos Oficiales de esta pasada Feria Taurina del Pilar le concediese el PREMIO AL VALOR pues esta cualidad, como el miedo, se les supone innata a todos los toreros. Podrán censurar nuestra valoración por haber sido cogido en un trance más de una lidia, al tropezar a la salida del par que acababa de colocar y pensar que eso no es sinónimo de valentía y si de mala suerte. Por mi parte digo que el diestro supo desde el principio del peligro que tenía ese cinqueño, al que, pese a una segura bronca, tuvo opción de no parear y dejarlo en manos de su cuadrilla y no lo hizo por valentía o vergüenza torera.

Siempre se dijo que los toreros deben serlo y demostrarlo en el ruedo y fuera de él. En esta ocasión y ante una cogida tan grave que puede dejarle importantes secuelas, nos está dando una lección de torería plena de valor, de un inmenso valor, aportando desde una vida rota la ilusión de rehacerla y como si estuviese leyendo mis pensamientos me confirman la alegre noticia de su alta médica y del valor mostrado en la rueda de prensa al decir al mundo que clamó por él, que volverá a vestirse de torero la próxima temporada porque "así está escrito en esta profesión". Ya vuelve por sus fueros “El Ciclón de Jerez”.

Cada tarde de la pasada feria los aficionados catalanes, en este caso, en nombre de todos los españoles, colgaron en la delantera de grada del tendido ocho de “La Misericordia” una pancarta de ánimo al torero y así ha permanecido. El resto de los bien nacidos también lo hacemos y consciente de sus convicciones religiosas, se que cada mañana o noche, ese costalero de la Hermandad de los Judíos de Jerez y devoto de la Virgen del Consuelo del Pelirón les habrá rezado pidiéndoles no solo por él sino por cuantos sufren su tragedia al contemplar las secuelas de su valentía aunque haya alguien que no lo entienda.

El milagro se ha producido tan solo a doce días de la cornada. Ahora espera Sanlúcar, Oviedo o la ciudad que sea para ponerse a punto cara a la próxima temporada, pero repito, eso no debe pasar entre andaluces.

Fernando García Terrel
(Director del Rincón Taurino “El Mentidero”
de la Casa de Andalucía de Zaragoza)
Zaragoza, 23-10-11, Canal 44 de TV.
Programa “Patio de Cuadrillas”

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