sábado, 31 de diciembre de 2011

Nochevieja / Por Ignacio Ruiz Quintano


Nochevieja

Ignacio Ruiz Quintano

Se lo dijo a Borges y Bioy el pintor Xul Solar ((Óscar Agustín Alejandro Schultz Solari): lo que hagas en Nochevieja es lo que harás durante el año.

Y lo que hacía Borges en Nochevieja era meterse en casa de Bioy a guardar silencio entre chupín y chupín… de sidra.

En España la Nochevieja son los sanfermines del pobre.

(...)

Por una noche, duerme el trasnochador y bebe el funcionario: es la exaltación socialdemócrata del gamberrismo, que consiste en tirar por la ventana el casco de la sidra como se tiraba desde el campanario a la cabra en Manganeses de la Polvorosa. Lo hacen los mayores y lo hacen esos pequeños a los que la socialdemocracia prohíbe ir a los toros.

A ver cómo le explica uno a Núñez Feijoo la emoción de Borges, el de la Nochevieja silenciosa en casa de Bioy, al leer que Benvenuto Cellini, a los cinco años, vio jugar en el fuego a una lagartija, y se lo contó a su padre, y éste le dijo que el animal era una salamandra y le dio una paliza para que tan admirable visión, casi nunca permitida a los hombres (como ocurre en los toros), se le grabara en la memoria.

–¡Qué hermoso el campo en estos días de fiesta en que todos lo abandonan! –decía Juan Ramón a “Platero” aquella tarde en que había toros en el pueblo y todo era jaleo.

Así que hoy, con la cosa de que la capital se llena de fiesta municipal, me subo a mi “Platero”, que es un “Fiesta”, y me voy a Soria, que es el campo.




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