viernes, 17 de agosto de 2012

MÉXICO: LA PLAZA ‘EL RELICARIO’ VA A MORIR


Plaza de toros "El Relicario" de Puebla-México

"...atentos antes de que sea demasiado tarde pues de no detenerse esta acción que va en pro de pulverizar la plaza ‘El Relicario’ para dar paso parece ser al levantamiento de un hotel que no sabemos si será turístico o ‘de paso’ de esos en donde los machos van a follar con chamaquillas debutantes, con ‘ñoras’ infieles, con damiselas calenturientas, o con buñis del ‘Tacón Dorado’..."

‘EL RELICARIO’ VA A MORIR

El Bardo de la taurina
Desde siempre, el estado de Puebla ha sido cascabel que rechina dentro de la pandereta taurina y su geografía se ha pintado de áureo sol en los anales de la historia, como en aquella memorable fecha del almanaque de 1938 en la que en su plaza se alternativara quien llegaría a ser el ídolo de toda una nación Silverio Pérez, pero también la entidad ha tenido pasajes sombríos como cuando de sus entrañas emergió el endemoniado Maximino Ávila Camacho, al que como ganadero le quemaron vivo un toro en la capital, en repudio a su mansedumbre, y que fue cacique poblano, que siendo hermano de un presidente de la república presionó para que la Plaza México llevara su nombre y que por suerte su muerte lo evitó y ya que he tocado la dantesca palabra ‘muerte’ resulta que en estos tiempos, que gracias a la valiente información que ha emanado de un periodista bragado y taurino irredento que lo es el espartano Don Oscar Mejía, nos enteramos que la hermosa taurina, cultural, histórica, pinturera, orgullosa, panorámica, turística plaza de toros de la angelopolis está en la mira de la guadaña del gobierno camotero para ser destruida, aniquilada, masacrada, demolida, degradada a la nada, en síntesis, asesinada para así poder dar rienda suelta a los ‘intereses’ oficiales, insisto, toda esta patética información ventilada ‘En los medios’ debe de ser atendida y recapacitada por las autoridades federales, estatales y municipales, esto antes de que sea demasiado tarde pues de no detenerse esta acción que va en pro de pulverizar la plaza ‘El Relicario’ para dar paso parece ser al levantamiento de un hotel que no sabemos si será turístico o ‘de paso’ de esos en donde los machos van a follar con chamaquillas debutantes, con ‘ñoras’ infieles, con damiselas calenturientas, o con buñis del ‘Tacón Dorado’ para luego darse un regaderazo y salir oliendo a ‘Jardines de California’, el caso es que esta amenaza, como canturrea el otrora novillero ‘El Bola’ hoy conocido en el mundillo del oropel como Emanuel hay que ‘¡Detenerla ya!’ porque sino la próxima vez que vayamos a ‘El Relicario’, será para cafetearlo y para ir preparando el trago amargo, vamos diciéndole al gobierno poblano que van a ser ellos quienes cargaran sobre su lomo o más bien en su conciencia el haber sido los homicidas de un templo dedicado a preservar la tradición de la festividad popular más antigua de esta nación que lo es la Fiesta Brava y eso la historia no se los perdonara y mucho menos la afición taurina de la capital de los Chiles en Nogada, la que va a tener que tragar Camote.

Y esto porque el asunto esta más picoso que una ‘Chalupita verde’ de esas que tan sabrosas guisan en el barrio de San Francisco, dado que el problema de la demolición de la plaza ‘El Relicario’ tiene que ver más con razones económicas y de apoyo a un Centro de Convenciones aledaño al albero que con razones taurinas, las que indican los poblanos, han jugado más a la contra que en beneficio de la propia fiesta, pues a decir de la afición de esos lares, la plaza más que haber sido manejada últimamente por los designios zodiacales del rey ‘Tauro’ ha sido minada por el sombrío ‘Cáncer’, pero retomemos el detonante, ¿Que si es el de la construcción del hotel?, en los terrenos que son propiedad municipal con todo y coso, la afición taurina esperaría cuando menos que el gobierno resarciera la pérdida cultural edificando un nuevo ‘Relicario’, lo cual francamente se ve muy peliagudo, otra alternativa sería que el municipio donara en el más amplio contexto de la palabra, un terreno para que algún empresario edificara una nueva plaza lo cual también esta color de mole poblano y menos que un particular se apoquine con todo, pues a fuerzas de ser sinceros en estos tiempos y como están las cosas taurinamente hablando ¿Qué empresario va invertir sus morlacos en una plaza de toros?, se que esto duele, pero no por ello podemos eludir la realidad, ante ello, el panorama oscila entre dos opciones, una que los regidores gubernamentales recapaciten y mantengan viva la tradición de la tauromaquia poblana, manteniendo en pie ‘El Relicario’ y la otra será el irse haciendo a la idea que de hoy en adelante los festejos toreros se darán en una plaza portátil, todo porque en Puebla, los ‘sapos’ se salieron de su barrio.

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