lunes, 14 de enero de 2013

PESE A TODO, FELIZ 2013 / Por Fernando García Terrell



Preámbulo inicial:
“En uso de su soberanía, la Nación española proclama su voluntad de proteger a todos los españoles y pueblos de España en el ejercicio de sus derechos humanos, sus culturas y tradiciones, lenguas e instituciones” matizando: 

(La Constitución española ampara las corridas de toros /Pedro Plasencia)

PESE A TODO, FELIZ 2013

Fernando García Terrell
Zaragoza, 13/01/2013.-Los Reyes Magos, me trajeron un preciado regalo, un gran paquete repleto de dosis de autoestima, suficiente para iniciar la nueva temporada y así no sentirme acomplejado, minusvalorado o desprestigiado por ejercer libremente uno de mis derechos, el de amar la fiesta de los toros.

Hoy recuerdo a Pedro Plasencia Fernández, Asesor del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y Consejero de la Unión de Abonados y Aficionados Taurinos de Madrid, que a su condición de jurista une la de ser un excelente aficionado y en la actualidad, uno de los principales conocedores del entramado jurídico de la Fiesta. 

¿Por qué lo recuerdo? porqué en una ponencia, antigua y actual a un tiempo, ya nos advertía que estuviésemos vigilantes y no olvidáramos, ni permitiésemos que se olvidaran, de que las corridas de toros están amparadas por la propia Constitución que en su Preámbulo inicial dice: “En uso de su soberanía, la Nación española proclama su voluntad de proteger a todos los españoles y pueblos de España en el ejercicio de sus derechos humanos, sus culturas y tradiciones, lenguas e instituciones” matizando: “¿O es que la fiesta de los toros no es una tradición en nuestro país? ¿No forma parte acaso de nuestra cultura?”. 

De mi cosecha añado que la realidad es bien distinta pues cualquier ignorante, sin molestarse en conocer lo que es el arraigo cultural o la tradición española y si el de imponer su conveniencia ideológica, cuando no sus “pelotas”, aduce que la fiesta de los toros no forma parte ni de las culturas regionales ni de la nacional y los prohíbe o al menos lo intenta.

La culpa de todas estas situaciones vividas en Cataluña, San Sebastián, Villena… y otros lugares de España la tuvo la propia Ley Taurina de 1991 y su Reglamento de 1992/1995 cuando en la desafortunada Disposición Adicional del texto legal, añadió la cláusula: “lo establecido en la presente Ley será de aplicación general, en defecto de las disposiciones específicas que puedan dictar las Comunidades Autónomas con competencia normativa en la materia”. Y ahí es donde, hablando soezmente, la cagaron y dejaron la puerta abierta a los desmanes taurinos autonómicos.

Salieron a la luz tantos reglamentos taurinos casi, como Comunidades, todos ellos tan innecesarios como pretenciosos. Bastaba, como siempre, con un único Reglamento Estatal y una Ley Taurina bien desarrollada para que a estas alturas, los aficionados, los amantes de ejercitar nuestro derecho, nuestra cultura taurina, entre otras, esa que nos reconoce la carta Magna, no estuviésemos en ningún punto del Estado desasistidos.

Mal le pinta a este 2013 con tanto desbarajuste ministerial en el que previamente al Ministro Wert se le olvidó, aunque diga lo contrario, promover la concesión de las Medallas de las Bellas Artes a algún representante de la Tauromaquia, costumbre inveterada que correspondía al Consejo de Ministros desde 1996- año en el que se concedió por primera vez a Antonio Ordoñez- para luego intentar solucionar su despiste diciendo que pretendían solemnizar la entrega presentándola primeramente en la reunión de la Comisión Consultiva, como si esta tuviera que dar su visto bueno previo a un acuerdo del Gobierno.

Otro tanto sucede con el Premio Nacional de Tauromaquia 2012, que es el único o uno de los pocos que quedan por concederse y en este caso alega el ministro haber estado meditando la composición del Jurado, cuando se sabe que hace ya más de dos meses se informó que estaba formado y a punto de aparecer en el BOE. 

Para deshacer entuertos se ha asegurado que la Medalla a las Bellas Artes, le será concedida a título póstumo al maestro sevillano Diego Puerta -fallecido el 30 de noviembre de 2011- y la rumorología señala como segundo galardonado al matador sanluqueño Paco Ojeda, sin descartar otros candidatos como: Manuel Benítez “El Cordobés”, Ángel Peralta, Palomo Linares o César Rincón. 

Entre tanto, el G-10 se ha disuelto; el número de festejos, lógicamente, disminuye; los empresarios, incluso los considerados más expertos “tiran la llave de las plazas” que habían conseguido tan solo hace un año, cuando ya estábamos inmersos de lleno en la crisis actual (Casos de Chopera en Málaga y Serolo en Alicante y Zaragoza); ellos mismos y los miembros de las asociaciones de profesionales, andan a la gresca y aunque estas últimas se muestran dispuestas a rebajar sus honorarios, los patrones no reconocen sus convenios. Los dueños de las plazas no cejan en sus pretensiones económicas ni tampoco los mandones del escalafón de toreros y ganaderos, pese a que numerosas camadas vayan desfilando por los mataderos. ¿A que se espera para que las fiestas de toros se sometan a una legislación laboral ordinaria o tal vez a una especial que aglutine todos los posibles conflictos?

Las figuras prefieren el toro de Méjico, se encuentran con él y allí más a gusto, pero aquí aseguran su presencia en las principales ferias pese a la reducción de las mismas y además, ahora sí que les gusta la vieja costumbre de actuar dos y hasta tres tardes en un mismo coso. Todos quieren encerrarse con seis toros en una plaza importante y a ser posible con los astados de la A coronada. Buen año les presagio a los Victorinos. 

Entre tanto los aficionados zaragozanos esperamos expectantes nuestro porvenir ¿Tendremos o no primer ciclo? ¿Continuará Serolo con la gestión empresarial de la Misericordia hasta que se resuelva el contencioso con Diputación? ¿Habrá nuevo concurso? Malo es que contratante y contratado anden metidos en litigios judiciales para buscar solución a un tema taurino. 

No puedo olvidar van pasando los días y la ILP, aquella que nació en Cataluña, en defensa de la Fiesta, aun duerme en el seno de los injustos y está pendiente de ser tomada en consideración por el propio Congreso, sin que se haya iniciado su tramitación, hasta la fecha, (aunque parece que lo harán a primeros de marzo). Luego pasará al Constitucional. Y lo que el mismo Tribunal francés resolvió en un santiamén veremos lo que tarda aquí en dictar sentencia. 

A nosotros, los populares también nos prometieron defender “a capa y espada” nuestra Fiesta, todavía Nacional. 

Pese a todo, feliz 2013

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