martes, 23 de julio de 2013

A GOLPES DE FANDIÑO / Por Antolín Castro


Fandiño en el último San Fermín

"...El de Orduña se ha propuesto abrirse paso con la verdad por delante y está siendo tan contundente en sus comparecencias que bien parece que se abre paso a golpes o a cabezazos. Nadie le va a apartar del camino emprendido para llegar a lo más alto..."

A GOLPES DE FANDIÑO

Antolín Castro 
España
La presente temporada se ve marcada por los golpes de Fandiño. Pero no por los golpes que luce en la chaquetilla, sino por los distintos golpes que va pegando encima de la mesa en cuanto tiene ocasión.

Sin duda lo de Madrid, allá por San Isidro, fue un golpe muy gordo, tanto como la cornada, pero es que no para de dar golpes cada día que hace el paseíllo.

El de Orduña se ha propuesto abrirse paso con la verdad por delante y está siendo tan contundente en sus comparecencias que bien parece que se abre paso a golpes o a cabezazos. Nadie le va a apartar del camino emprendido para llegar a lo más alto.

Y así la fiesta y la temporada la vamos sintiendo a golpes de Fandiño. Son sus triunfos incontestables los que van despertando a los aficionados y, aunque de forma muy leve para sus méritos, las conciencias de los empresarios, que si bien le van abriendo el hueco ganado con los distintos golpes, lo hacen con demasiada cicatería, muy roñosos ellos.

Da igual, o parece darle igual al vasco, o será por las buenas y la lógica o seguirá dando golpes hasta hacer saltar la banca, ese monopolio en la sombra donde caben solo unos cuantos y sin saberse muy bien por qué, lo manejan todo en una sola dirección. O lo que es lo mismo: a su antojo.

Nosotros, y por variadas razones, estamos junto a Fandiño. Apostamos hace tiempo por su verdad, por su coraje, y cada día estamos más seguros de haber acertado plenamente. Esa ‘Ñ’ que lleva su apellido fue el pasado año, junto a Castaño y Robleño, la letra de los apellidos más sonada en la temporada. Suyos fueron los éxitos más relevantes que, además, coincidían con ganaderías poderosas.

Madrid, Pamplona, Mont de Marsan, así como el resto de plazas ven pasar por ellas un viento huracanado que es el que se desata cada vez que Iván Fandiño pasa por las distintas plazas de toros. La ya próxima encerrona con seis de Fuente Ymbro promete ser la guinda del pastel a esta forma de abrirse paso. Otro golpe en la mesa, seguro.

Lo cierto es que esta forma de hacerse torero, de llegar a alcanzar el reconocimiento de los aficionados es el que avalamos como el correcto y no ese otro de ir entre algodones y rodeado de cobistas por todos lados. Esta es la forma de llegar a la cima del toreo, te llamen o no te llamen figura. No se trata, precisamente, de figurar, sino de torear con toda la verdad y el riesgo inherente a esa forma de interpretar. 

Así es Fandiño, torero a golpes de corazón, abriéndose paso a través de los golpes que cada día da encima del tablero donde muchos de los números están trucados. Él se encargará de hacer saltar la banca.

Ya lo ven, una temporada que está hecha a golpes… de Iván Fandiño.
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