lunes, 28 de abril de 2014

Anuncia que algo queda / Por Pedro Javier Cáceres



            
"... Y, el abuso de los mano a mano, más con el tupper bovino cada espada.
Tal que han pasado de ser corridas de dos toreros, a menos a menos…

… O monas a monas (hasta seis) ..."
                                          
Anuncia que algo queda

Pedro Javier Cáceres
No hay mal que por bien no venga.
Las aguas del flamante cartel del DR en Málaga bajaban revueltas por aquello de anunciarse dos figuras… sin toros: en principio, ni anunciados en el cartel original; después no los hubo en la plaza, y eso que eran escogidos por los toreros dentro de su “paquete básico”.

El mayor éxito, dentro de la frustración, es que La Malagueta se llenó. O casi.
El forzar el cartel de “no hay billetes”, con aparato propagandístico por los afines (más a las figuras que a la empresa, o a ambos) ha sido contestado por aquellos observadores y enterados neutros que corroboraron que el “cero papel” en taquilla no se correspondía con los huecos en los tendidos; pocos, cierto es.

Pudiera ser que esos billetes sin destinatario en el cemento malagueño se los “comiera” la reventa en sus ansias de especular, pero también que se recuperara una vieja estrategia (treta) consistente en adquirir todo el sobrante —escaso, repito- por parte de los espadas y, supongo, de acuerdo con la empresa. Otra cuestión es el acuerdo de liquidación.

Y ese es el quid de la cuestión que provoca múltiple rumores sobre la lesión de Morante, a última hora, en Málaga y que le hizo ser baja en Zaragoza, donde en inauguración de ciclo y empresa era baza fundamental en el mano a mano con Finito.
La lesión en un hombro no estaba curada el día 23 a las 17.30 y sin embargo sí sanó para emprender vuelo a México y actuar 72 horas —o algo más- después.

Lenguas de doble filo apuntaban en medios solventes y dignos de todo crédito a un pobre tirón en la taquilla del coso de Pignatelli y que junto a “flecos” malagueños agravara la dolencia.

Hecha la sustitución, 2x1, la plaza registró algo más de media entrada, o menos, por lo que por mucha devolución que se produjera lo del mosqueo de la venta anticipada tenía tufo a verosímil.
En cualquier caso dudo que la devolución fuere significativa y si bien, la empresa tendrá su disgusto por ser la premier de su reentré en Zaragoza, a lo peor, en lo económico no les ha ido nada mal, de lo cual supone alegría, gozo.

No es la primera vez, ni será la última, que tras el disgusto viene el relajo.
Hay festejos de “reventa y carteristas” que antes de abrir la plaza suponen números rojos importantes para el organizador… que si tienen la “desgracia” de la caída de una de las figuras básica sobre las que se ha confeccionado el cartel, más si es en mano a mano, el sustituto o sustitutos no quita la inercia provocada por el cartel original, o muy poco.

En Gijón, entre muchos ejemplos de otras plazas, empresarios o figuras sustituidas o toreros sustitutos, Carlos Zúñiga tiene cotejada dicha experiencia con José Tomás: “cajón” el año de su lamentable ausencia (justificada), y “ruina” el día en que el de Galapagar hizo ricos a los hoteleros y hosteleros de Gijón.

Nadie lo tome como una idea, entre otras cosas por el riesgo que ello comporta, y es que la figura anunciada comparezca.
Pero anuncia… ¡que algo queda!

PD.-
Ayer en la corrida concurso de Zaragoza, concurso, pero con hierros de prestigio, y tres toreros de “clase media” hubo 2/3 de plaza.
Posiblemente más aforo que el que se hubiera producido aun compareciendo Morante si damos por buenas las especulaciones previas al agravamiento de la dolencia.

Y es que hay gentes y gentes. Públicos y públicos. Aficionados y “borjamaris”.

Es la virtud y el riesgo de anunciarse con TOROS, o sin toros, incluso en el cartel de presentación en sociedad.

Y, el abuso de los mano a mano, más con el tupper bovino cada espada.
Tal que han pasado de ser corridas de dos toreros, a menos a menos…

… O monas a monas (hasta seis)

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