miércoles, 30 de abril de 2014

Las reapariciones de José Tomás y sus perversos efectos / Por José Antonio del Moral




"...Esta singular manera de planificar José Tomás su últimas campañas, poquísimas actuaciones al máximo dinero posible, con ganado lo más fácil posible y la máxima publicidad imaginable, es la que está contagiando a parte de la cúpula de toreo actual, como está ocurriendo sobremanera con Morante y El Juli, ambos extasiados consigo mismos aunque no todo les está saliendo como pensaban en su pretendida auto sobrevaloración...


Las reapariciones de José Tomás y sus perversos efectos 
  • El plantón a la plaza de La Maestranza de Sevilla, por el momento no está logrando lo que creyeron iba a suceder que no era otra cosa que arruinar a la empresa Pagés y poner al público sevillano en su contra.

Por José Antonio del Moral
Tras la primera retirada de José Tomás, acontecida en una feria de Murcia actuando junto a Ponce y El Fandi, y en la que pegó un preocupante petardo – los venía coleccionado aunque sus panegiristas trataron de ocultar este negro periodo de su intermitente carrera - y pasar seis años fuera de combate, las sucesivas reapariciones de José Tomás han venido siendo muy espaciadas en el tiempo, bien sea por propia voluntad o como consecuencia de los percances sufridos. Sobre todo la grave cornada y las posteriores complicaciones que padeció en la plaza mexicana de Aguascalientes a consecuencia de la cogida que le propinó el ya famosísimo toro Navegante, nombre tomado como principal motivo de empleo publicitario, materializado en forma de libro que viene siendo presentado en todas partes con lo que consigue mantener encendida la llama de su impar figura a pesar de que sus campañas apenas tuvieron y siguen teniendo real importancia. En cada una, el número de sus actuaciones fueron limitadísimos, casi todas en plazas de segunda categoría y con reses casi siempre terciadas y de no más de cuatro hierros predilectos entre los más fáciles, perfectamente elegidos. Salvo en sus dos tardes triunfales en Madrid, una de ellas francamente patibularia, no volvió a pisar el ruedo de Las Ventas y, por consiguiente, tampoco a enfrentarse con reses de intachable trapío. Y aún menos en las ferias tenidas por más importantes y verdaderamente comprometedoras a las que no va por sietema y menos si se televisan en directo como fueron, son y serán las de Sevilla, San Isidro en Madrid, los Sanfermines de Pamplona, las Corridas Generales de Bilbao y la de El Pilar en Zaragoza.

En este último periodo solamente pisó en España dos ruedos de relativa importancia respecto al ganado que se lidia como son el de Valencia y Barcelona, plaza realmente emblemática en su carrera, los franceses de Bayona y Nimes y La México que nunca llenó por completo ni triunfó rotundamente. Y este año que se sepa formalmente cerrada por el momento, una tarde en Juriquilla, la plaza más turística de México, y otra en la feria de Granada con toros de dos de sus ganaderías últimamente predilectas que, mira por donde también lo son de El Juli, el más enfebrecido admirador de José Tomás entre sus colegas.

José Tomás lo basó todo en su infalible tirón taquillero – llenos más o menos absolutos – aunque no todos los empresarios salieron bien parados del multimillonario contrato porque tampoco en todas las ferias consiguió José Tomás que sus actuaciones repercutieran en los abonos. Muchos salieron escaldados y, hechas las cuentas, hasta perdieron dinero.

Esta singular manera de planificar José Tomás su últimas campañas, poquísimas actuaciones al máximo dinero posible, con ganado lo más fácil posible y la máxima publicidad imaginable, es la que está contagiando a parte de la cúpula de toreo actual, como está ocurriendo sobremanera con Morante y El Juli, ambos extasiados consigo mismos aunque no todo les está saliendo como pensaban en su pretendida auto sobrevaloración.

El plantón a la plaza de La Maestranza de Sevilla, por el momento no está logrando lo que creyeron iba a suceder que no era otra cosa que arruinar a la empresa Pagés y poner al público sevillano en su contra. Última muestra, el ya tristemente famoso mano a mano de Málaga en el que se anunciaron para homenajear nada menos que a Joselito y a Belmonte en un cartel que figuraban los nombres de los cuatro y hasta utilizaron un automóvil de época para ser llevados desde el hotel donde se vistieron a la plaza de La Malagueta que esa tarde colocó en las taquillas un dudoso cartel de “no hay billetes” sin que se consiguiera el lleno real y, por tanto, dando lugar a toda clase de rumores sobre cómo fueron colocadas miles de entradas, tanto por parte de la propiedad pública de la plaza, la Diputación malagueña, como por los propios espadas. Pero en los pecados se llevaron la penitencia en forma del general disgusto de los que asistieron al evento y el de los protagonistas que salieron de la plaza con gesto peor que contrariado.

Ya iremos viendo plaza a plaza lo que suceda con Tomás, Morante y El Juli – esta especie de trio de la benzina – y con sus magnificadas actuaciones que pretenden sean éxitos muy sonoros tanto por lo que respecta a las taquillas como a los que consigan frente al toro, toritos mejor dicho.

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De toros en libertad

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