viernes, 25 de abril de 2014

MADRID: El "TIO PEPE" VUELVE A LA PUERTA DEL SOL.


2 comentarios:

  1. Aunque uno está ya en la cuesta abajo sobre el tiempo que Dios me pueda dejar aquí, lo cierto es que con este “tío” me vengo arriba.
    Desde hace bastante tiempo deje de tener tíos, pero he de confesar que de siempre mi tío Pepe ha sido con el que mejor me he llevado. Y desde que dejo de ser el símbolo de Sol entre Alcalá y Carrera de San Jerónimo no he pisado la plaza del Oso y el Madroño.

    Un sobrino agradecido

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  2. De principio mi felicitación al “sobrino agradecido”, eso se llama arte y gracia para emparentarse con un imaginario “tío” que hizo de su estampa, “arte, garbo y solera, y que no se da en cualquier parte, si en Jerez de la Frontera.

    El luminoso de “Tío Pepe, sol de Andalucía embotellado” se instaló en el año 1935 para conmemorar el primer centenario de la bodega jerezana. Es uno de los elementos más antiguos de la Puerta del Sol, más que el “kilómetro cero” (1950), más que el oso y el madroño (1967) y más que la estatua ecuestre de Carlos III, instalada en 1994.

    El rótulo de González Byass fue colocado en la cubierta del Hotel París en 1935 para celebrar el primer centenario de la bodega, que entonces tuvo que abonar a las arcas madrileñas 796 pesetas por instalar la estructura de 70 toneladas.

    El anuncio no tenía el aspecto actual sino que solo aparecía una copa y el nombre de la bodega, hasta que, a mediados de los años 40 se cambió por la figura humanizada de Tío Pepe creada por Pérez Solero.

    Cuenta la leyenda que el tío Pepe fue una persona de carne y hueso, en concreto José María Ángel y Vargas, tío materno del fundador de las bodegas, Manuel María González Ángel, y que para agradecer el cuidado de la solera que dio origen al célebre fino, se le bautizó con su nombre.

    Elías Vázquez

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