jueves, 26 de junio de 2014

El futuro de esto es mi futuro / Por Ricardo Díaz-Manresa



Aunque el periodista no es noticia ni se debe hablar de él, el autor considera oportuno por unos comentarios que considera exagerados mostrarle a sus lectores cómo es su biografía. Así es o quiere ser Ricardo Díaz-Manresa

El futuro de esto es mi futuro
  • Tan preocupado estoy porque haya futuro que a mí los toros siempre me han costado dinero y lo seguirán haciendo, salvo en mis tiempos de “El Ruedo” y mis incursiones como Director en TVE-Toros 2 de la Segunda Cada y en Clarín de RNE.

Ricardo Díaz-Manresa
El futuro de esto es mi futuro porque le he dedicado un tiempo diario durante toda mi vida a esta afición a los toros. Y lo digo porque una persona a la que aprecio mucho me dijo recientemente que era muy negativo y que parecía que estaba deseando que desapareciera esto. 

Supongo que era por mis artículos sobre el desastre de Sevilla y la incompetencia o desidia de maestrantes-empresa y G-5, a cual peor y no echarle todo encima a los toreros que han sido los primeros culpables. 

También, supongo, porque relato mi preocupación por la bajada de espectadores en Las Ventas en los últimos años, también en éste, aunque se ha ido arreglando pero que muy bien y en positivo en el sanisidro 2014. Menos mal que Del Moral, que me conoce bien, acaba de escribir que no ha visto en su vida un crítico más entusiasta e inagotable. Y hace tiempo señaló que estaba tan por encima del bien y del mal que de ahí mi independencia.

Pues no, querido amigo acusador, no soy negativo ni quiero que desaparezca esto. Por Dios. Y sí que este espectáculo vaya a más y por eso lucho denunciando lo que creo que es perjudicial, además en un momento delicadísimo. Periodismo de catón.

Tan preocupado estoy porque haya futuro que a mí los toros siempre me han costado dinero y lo seguirán haciendo, salvo en mis tiempos de “El Ruedo” y mis incursiones como Director en TVE-Toros 2 de la Segunda Cada y en Clarín de RNE.

La profesión periodística me ha dado muchas oportunidades y dinero en mis largos años de cargos continuos en TVE y RNE en el periodismo generalista. Por el contrario, en los toros no, quizá porque no podía atender bien los dos frentes. Tan bien me fue que puedo decir orgullosamente que nunca gané una peseta fuera del periodismo y pude criar muy bien a mis tres hijos. Eran los tiempos idílicos de buenos sueldos y estabilidad laboral total en RTVE. Lo miras ahora y parece que fue un sueño. 32 años así.

Mi afición a los toros me lleva a preocuparme mucho por el futuro y por eso, desde mi independencia casi toral total (la total no la tiene nadie porque somos humanos), mi estrategia está siempre en ese camino. Por eso, tengo tres abonos en Las Ventas, y hasta un cuarto compartido, para que mis tres hijos –el futuro- puedan ir los días que elijan. Y consoliden así su afición. Díganme cuántos periodistas y cuántos padres hacen eso. Sólo para que hereden mi afición.

Por eso, por mi afición y mi preocupación, he seguido escribiendo siempre de toros tuviera o no obligación profesional con los mismos. Y por supuesto yendo a los toros todo lo que he podido, sin una pausa, como Ponce, sin un desmayo, cuando tantos periodistas no aparecen por una plaza después de que termine su función de crítico y haberles dedicado su vida profesional entera. Y todos los días de mi vida sigo el curso del toreo. Su corazón. Su actualidad.

No me pesa, sino que me alegra, que San Isidro tenga 31 tardes de toros, incluso me parecen pocas y seguiría yendo todos los días que hiciera falta. No me gusta que algunos informadores expresen por escrito su cansancio o hartura.

Estoy deseando que lleguen las ferias de junio y, sobre todo, sanfermines inundando de toro España y el mundo entero. Siempre ilusionado. Y por supuesto cabreado cuando veo timo o decadencia.

Es más, apoyo a que esto siga, y bien, invitando con mis entradas a amigos todos los días a los toros porque sólo me hace falta una y puedo invitar a dos, y es lo que hago. Siempre de mi bolsillo. Si todos los abonados hicieran lo mismo que yo, harían falta dos plazas por lo menos.

Estoy casado hace 40 años con una sevillana, sobrina y ahijada del gran crítico “Selipe”, ejemplo en su tiempo, que pasa de los toros. Pues bien, he ido aumentando mi afición cada año. Acaparo en casa el mejor televisor –luchando contra mi mujer y mi hija algunas noches- porque tengo la costumbre de ver entera o en parte la corrida tras haber estado en la plaza. “Pero hombre si ya te la sabes de memoria”…me reprochan

También discuto con mi mujer porque supedito las fechas de nuestras vacaciones en la playa a los días de ferias. Y eso que mis tres aficiones son el mar (me encanta sobre todo la playa), los toros y la Semana Santa. Son sagrados San Fermín y Bilbao y alguna otra feria que haya por ahí y que la ofrezca televisión o que me apetezca ir. Es muy raro que haya una corrida televisada y yo no la vea.

Me duele en el alma lo de Sevilla y hay que decirlo para que los maestrantes reaccionen, la incompetente empresa sea sustituída por otra o rectifique y los toreros no pongan más bombas en su propia casa.

Y si señalo a Taurodelta por la política nefasta que tiene con sus abonados más fieles es para que cambie y vaya todo mejor. E incluso defendí durante años una única feria, San Isidro, y 31 días de toros, lo que ha resultado muy positivo en este 2014. Y también les alabo, que insisto es lo que más me gusta, por sus aciertos este San Isidro y ahí están para demostrarlo mis artículos anteriores.

Y aunque yo creo modestamente que me he portado con los toros mejor que los toros conmigo, sigo al pie del cañón queriéndolos y defendiéndolos ante los antitaurinos y los taurinos nefastos. Y así seguiré desde mi independencia y mi interés para que esto siga. No sé si estoy por encima del bien y del mal pero no tengo atadura alguna. Siempre repito que me quiten lo que me dieron, que me retiren lo que me dan y que supriman lo que me iban a dar más adelante. Es decir, nada. Nada nunca. Nunca para mi alegría y mi orgullo.

Siento el periodismo hasta la médula. Y lo ejerzo así. Y espero seguir luchando de esta manera hasta mi último día. Acertando o no pero siempre con honradez. Siendo oposición responsable y positiva, que es la esencia de este oficio, profesión o sueño.

Dedico además diariamente horas a ver los portales taurinos y sus vídeos y estar a tanto de todo.Y por las tardes, cuando hay toros en la plaza o en la tele, ya saben a lo que la dedico. Es más, cuando termina San Isidro me pongo triste.

Incluso busco en el canal de toros cuando me sobra tiempo –muy pocas veces- alguna cosa que me pueda interesar y que no hayan repetido ya 500 veces.

Ahora entro más todavía en “De toros en Libertad” para ver los magníficos vídeos completos de faenas de ahora y de ayer.

Y para terminar:
1.- He hecho una miniencuesta entre los que me leen y nadie me encuentra negativo sino valiente.
2.- Si desaparecieran los toros, me darían un golpe mortal, pero hay otras vidas, otras inquietudes y otras actividades (las tengo).
3.- Sólo dispongo de entusiasmo, libertad e ilusión. Y fuerza para que nadie pueda aburrirme. Nadie lo ha logrado todavía. Espero seguir así.

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Avance taurino

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