sábado, 14 de junio de 2014

San Isidro Triunfador / Por Ricardo Díaz-Manresa




Las Ventas el día de la corrida de Adolfo Martín / Foto La Loma/

"...La Marca San Isidro -31 días seguidos- y una mejor confección del crucigrama -estaban todos aunque no todo lo que debían estar- han convertido al santo de Madrid en San Isidro Triunfador. Que aprendan del éxito. Y volvió gran parte del público..."

San Isidro Triunfador
  • Y un recuerdo para los de la terna del hule : David Mora, Nazaré y Jiménez Fortes, que demostraron que esto es verdad cuando tanto cuento hay en el mundo.
Ricardo Díaz-Manresa
Triunfó como Labrador en su momento y en 2014 lo ha hecho como Santo de una feria que lleva su nombre, quizá porque le han colocado la Marca San Isidro para que todo saliera mejor. Es San Isidro Triunfador. Bueno, triunfador ha sido siempre : santo, con mujer santa, trabajador y humilde y dicen que los ángeles le echaban una mano cuando le hacía falta.

Me acuerdo mucho de los cuatro santos taurinos y les pido para que esto siga pujante : San Pedro (que cortó la primera oreja y fue el primero en escuchar los tres avisos), San Pedro Regalado (Patrón de los toreros), San Fermín (el amo de Pamplona y del mundo taurino universal esos días con su famoso capotillo) y San Isidro, rey de Madrid, que ha debido tragar mucho en numerosas ferias, pero siempre icono de la primera y más importante del globo. La más famosa y la más larga. Nadie en especialidad alguna intenta hacerle competencia. 31 días seguidos de espectáculos en el mismo recinto. ¿Conocen algo parecido?

Y es San Isidro Triunfador porque la feria ha sido mejorada, aunque algunos ya la quieren hacer histórica, que lo es pero solamente por la Marca San Isidro.

Tuvo muchas cosas buenas : carteles atractivos de novilleros como hacía años ( triunfo de alguno de ellos con lo que pueden mirar mucho al futuro), más público del esperado que fue a más según se desarrollaba la feria (menos abonados pero más gente yendo a las taquillas, dato muy positivo y revelador), triunfazo de Perera (enorme las dos tardes y dejando claras muchas cosas con sus dos Puertas Grandes), un Fandiño al límite (imposible de dar todo lo que tiene siempre porque se quemará. Que se dé cuenta que es lo que es, no más), la heroicidad de Miguel Abellán (desconocido como torero y en cuarentena por la afición después de sus bailes televisivos), Luque (por fin parió la abuela y a ver si lo repite sin que tengan que pasar tantos años otra vez), Sergio Galán (triunfador máximo de los rejoneadores) y el verde Francisco José Espadas (muy bien para el pobre bagaje que traía y que es la cruz de casi todos los novilleros que aparecen por Las Ventas).
San Isidro Triunfador porque vería con buenos ojos a tres toreros diferentes reaparecer en Las Ventas por San Isidro : singular ver a Ponce después de su reaparición en Sevilla –una heroicidad-, a Castella tras lo de Sanlúcar, apaleado, y a Miguel Abellán desde el postoperatorio del riñón al ruedo. Son de otra carne y otro corazón.

Y un recuerdo para los de la terna del hule : David Mora, Nazaré y Jiménez Fortes, que demostraron que esto es verdad cuando tanto cuento hay en el mundo.

Y los toros de Parladé (a ver si Juan Pedro supera al progenitor Juan Pedro y dejan de llamarle Juampedrito), Puerto de San Lorenzo, Fuente Ymbro, y Miura.

Y la descomunal polémica de los victorinos, la nunca vista por las dos Españas Taurinas, que merece capítulo aparte. Pasamos del gran aburrimiento de Montalvo, El Pilar o Alcurrucén e incluso Victoriano del Río (dos tardes), con las caras toreras más conocidas, del clavel, del reventón, del No hay billetes para hoy (con Alcurrucén que cambia mucho según el cartel) a los victorinos que muerden. De las corridas muermo –letales para el futuro- a las alimañas.

Lo que la afición quiere –yo también- son toros con fuerza, con bravura, con pitones limpios, con buenas hechuras, con casta y riñones que entren tres veces al caballo y les den tres puyazos –siempre que sea necesario- no picotacitos y que nos metan miedo. Tampoco mastodontes de más de 600, de los que muchos se van sin picar o a lo más con dos picotazos. Y que no se mueven. Así Madrid muere con su afición.

Pero no todo fue así, ya he resaltado las ganaderías buenas, pero Las Ventas tiene que cambiar. Un toro fuera de tipo es un timo.

Mucho toro en Madrid con muchos kilos. Es urgente que se vayan tantos kilos y que vuelvan los aficionados que saben de esto. Kilos fuera y aficionados dentro.

Y la bonita sorpresa del público, que empezó con un 5 medio vacío y acabó llenando casi siempre. Fue a más. Y se agolpó en las taquillas. La feria iba bien y se sabía. Es el secreto.

Foto: La Loma


No hay comentarios:

Publicar un comentario