Borja Jiménez y "Camillero" / Foto: Javier Arroyo
"...Este cuarto novillo de El Parralejo fue perfecto. Tenía unas bellas hechuras parladeñas, era hondo y astifino. Su juego fue ideal, se comió al caballo en dos puyazos muy largos y muy duros, donde le pegaron sin compasión. En la muleta mostró casta y clase. Este es un equilibrio difícil de lograr, cuando un toro tiene mucha clase, no suele estar sobrado de raza. Y el toro de raza no suele tener mucha clase. Nuestro toro se comía la muleta en cada pase, repitiendo con entrega y alegría....
CAMILLERO, UN NOVILLO DE BANDERA
- La novillada en realidad fue una corrida de toros con todas las bendiciones, por seria y cuajada. Sólo hubo una res terciada y con aspecto de novillo, el tercero, que correspondió a Posada de Maravillas. El novillo fue excelente para el torero, por pronto, alegre y repetidor.
Pamplona/En la novillada inaugural de la feria de San Fermín se lidió un novillo de bandera. Aunque por su trapío, mas que novillo era un toro. Esta res tuvo la rara cualidad de no tener ni un sólo defecto, porque por muy bueno que sea un toro, siempre hay algún detalle que le baja la nota. Este cuarto novillo de El Parralejo fue perfecto. Tenía unas bellas hechuras parladeñas, era hondo y astifino. Su juego fue ideal, se comió al caballo en dos puyazos muy largos y muy duros, donde le pegaron sin compasión. En la muleta mostró casta y clase. Este es un equilibrio difícil de lograr, cuando un toro tiene mucha clase, no suele estar sobrado de raza. Y el toro de raza no suele tener mucha clase. Nuestro toro se comía la muleta en cada pase, repitiendo con entrega y alegría. Para que nada faltara, cuando fue estoqueado, se negó a doblar en un forcejeo con la muerte que duró varios minutos. Hacía mucho tiempo que no veía una muerte tan bella, ni tan solemne. Porque la muerte de un toro bravo es solemne, como le dijo Búfalo a Juncal.
Merece la peña dar la reseña completa de tan excelente ejemplar. Se llamaba Camillero, era negro mulato, estaba herrado con el numero 43 y pesó 432 kilos. Se le dió una aclamada y merecida vuelta al ruedo. Es muy dificil estar a la altura de un toro tan bravo como este, Borja Jiménez lo estuvo. No es un torero de clase, pero es un torero de valor y buen oficio, capaz de someter a las embestidas fuertes y de acariciar a las embestidas suaves. Por ponerle un defecto, tiende a torear despegado. Construye bien las series, hay templanza y ligazón, pero debería ajustarse un poco más.
A Camillero le instrumentó una faena bien estructura y bien ligada, donde destacó una gran serie con la mano izquierda. Como además mató de una gran estocada, cortó dos merecidas orejas. Su primero fue un toro muy manso en el caballo, pero que se dejó en la muleta, le toreó con temple y ligazón y le mató bien. Cortó una oreja que sumada a las dos del cuarto hacen tres. Goleada de Borja Jiménez en Pamplona, que es un torero muy parecido a Espartaco, tanto físicamente como en su proceder en el ruedo. Jiménez destaca por su solvencia y buen oficio, que volvió a poner de manifiesto en el sexto, que era un autentico toro. Serio y muy astifino. El bello Cayetano, no ha estado delante de un toro con esas puntas en toda su carrera. Además, el toro fue malo, muy probón y a la defensiva. Jiménez estuvo delante de él, sin sudar ni pasar apuros.
La novillada en realidad fue una corrida de toros con todas las bendiciones, por seria y cuajada. Sólo hubo una res terciada y con aspecto de novillo, el tercero, que correspondió a Posada de Maravillas. El novillo fue excelente para el torero, por pronto, alegre y repetidor. Posada le llevó más largo de lo que en él es habitual, los pases de pecho que cerraron las series fueron buenos, pero hubo mucho aceleramiento y mucha destemplanza. Un novillero puntero que ya ha toreado bastante, debe torear mucho más despacio y cuajar completamente a un novillo como éste. A pesar de todas mis objeciones, el festivo público de Pamplona, hubiera premiado la faena. Pero dos pinchazos lo impidieron. Un corte en la mano, entrando a matar a ese novillo, le impidió matar al sexto, lo que hizo Borja Jiménez con buen oficio.
Francisco José Espada me deslumbró en San Isidro. Hoy me ha gustado bastante menos. Sus maneras son muy buenas, pero es un novillero por hacer, ha toreado muy poco. Su lote no fue malo, pero le faltó eso que ahora llaman transmisión. Faltaron esas embestidas repetidoras que llegan al tendido. Su primero fue muy noble, pero no repetía por salir distraído, muy por fuera de la muleta. Su segundo tuvo calidad pero poca fuerza. Vimos un novillero que quiere hacer las cosas bien, pero que aún le falta la técnica necesaria para hacer repetir al novillo que no quiere. La oreja que cortó al quinto, se debe a su buena voluntad, más que a otra cosa.
Todos salimos de la plaza hablando del gran Camillero. No ha podido comenzar de mejor forma la Feria del Toro. Enhorabuena a todos.
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