PAMPLONA: IVAN FANDIÑO, CON UN PAR... / Por Domingo Delgado de la Cámara

Destacó sobre todos el quinto de la tarde, que tenía el bonito nombre de "Español". No hay mejor nombre para un toro de bandera. Estaba herrado con el 112, pesó 550 kilos y era negro mulato. Se le dio la vuelta al ruedo merecidamente. /Foto: Javier Arroyo/

IVAN FANDIÑO, CON UN PAR...

• La presentación de la corrida de Victoriano del Rio fue espectácular. Es muy difícil reunir seis toros con tantísimo trapío. Las cabezas de los bichos eran pavorosas por sus cuernos largos y astifinos. Además también hubo cuajo y volumen. Un imponente corridón de toros.

Domingo Delgado de la Cámara

Corría el año 1959 y Sebastián San Martín era el presidente de la Casa de Misericordia. Estaba harto de los caprichos y las imposiciones de las figuras del toreo. Así que ideó un nuevo formato de feria. Se compraron las corridas más serias y cornalonas que pastaban en el campo bravo. Se las anunció con la debida antelación y se presentó la feria con el siguiente eslogan: Toros con edad, trapío y con las defensas íntegras para las toreros que los quieran torear. Había nacido la Feria del Toro, que desde el primer momento constituyó un enorme éxito. Desde 1959, Pamplona es la plaza donde se lidia el toro de mayor trapío y seriedad. A la hora de presentar toros serios, ninguna plaza del mundo supera a la de Pamplona. La Feria del Toro es la referencia. Aquí no hay toros sin presencia, ni huele a barbería. Enorme contraste con la mayoría de las plazas. Ayer tuvimos una prueba elocuente de todo lo que estoy diciendo. La presentación de la corrida de Victoriano del Rio fue espectácular. Es muy difícil reunir seis toros con tantísimo trapío. Las cabezas de los bichos eran pavorosas por sus cuernos largos y astifinos. Además también hubo cuajo y volumen. Un imponente corridón de toros. 

Pero además de fachada, también hubo mucha bravura. Todos los toros apretaron de veras en el caballo. Todos embistieron a la muleta con más o menos clase, o más o menos exigencia. Destacó sobre todos el quinto de la tarde, que tenía el bonito nombre de "Español". No hay mejor nombre para un toro de bandera. Estaba herrado con el 112, pesó 550 kilos y era negro mulato. Se le dio la vuelta al ruedo merecidamente. Con un poco más de fuerza, la corrida hubiera sido de excepción. Es obligado felicitar a Victoriano del Rio, propietario de la ganadería de mayor bravura y regularidad de los últimos diez años. Es muy dificil, lograr hacer embestir tanto y tan bien a toros de tanto volumen y tanto cuajo. Claro que, nuestro entusiasmo quizás no sea compartido por el ganadero. Al ver una corrida como la de hoy, mucha figurita de cartón piedra habrá torcido el gesto, mientras dice: "de esta ganadería ninguna corrida más". 

Este es el riesgo que corre un ganadero cuando cría toros de verdad, que le den la espalda las figuras y se los maten los segundones. Ricardo Gallardo sabe un poco de esto...

Como soy partidario del toro de verdad, felicito al ganadero y le animo a seguir por la misma senda. 

La actuación de Juan José Padilla, me causó perplejidad. No acierto a comprenderla. Nada digo del primer toro, una res con buenas cualidades, que se partió la mano e hizo imposible la faena. Lo que no entiendo es la actitud de Padilla en el cuarto. Un toro noble y fácil, al que no banderilleó. En Pamplona, Padilla está ante su público, y tuvo una ocasión pintiparada para hacer su show. A estas alturas no vamos a pedir a Padilla una faena de temple y buen gusto, pero lo que fue sorprendente es que no recurriera a los rodillazos y los desplantes, para calentar los garbanzos y triunfar. El sabrá. Este toro por su facilidad se lo puso en bandeja. 

Me decepcionó Juan del Álamo, que tanto me había gustado en su primera actuación en San Isidro. Creo que le impresionó el volumen y los buhídos pitones del tercero de la tarde. La faena tuvo buen aire, pero nunca se decidió a asentarse, llevar al toro hasta el final y dejar la muleta en la cara, para ligar el siguiente muletazo. Y eso que el toro fue bueno, especialmente por el pitón izquierdo. En el sexto, que fue un toro noble, pero con algo de menos celo, estuvo más asentado y ligó más los muletazos. Mató mal, por querer cuartear en exceso, en lugar de echar la muleta abajo e irse con rectitud tras la espada. 

Iván Fandiño, tiene dos "arraultzak", si quieren saber que significa esta palabra, mirenlo en un diccionario de Euskera. Sin lugar a dudas es el torero más valiente del momento. Siempre sale a darlo todo, y no se deja nada en el esportón. Su entrega es absoluta. Solamente por esto, es digno del mayor de los respetos. Admirable. Pero es que además, torea bastante mejor de lo que dicen los "degustadores" de las esencias. Su primer toro fue muy bravo en el caballo, pero de una enorme complicación en la muleta. Muy pegajoso, de los que no te dejan reponerte, y además, metiéndose por dentro. Las dos guadañas que lucía en el testuz, hacían la prueba todavía más dura. Todo un paquete. La primera parte de la faena, fue una refriega infructuosa de Fandiño intentando encauzar tan difícil embestida. Cuando el toro se rajó y se marchó al sol, es cuando Fandiño le metió en la muleta en tres series muy vibrantes. En el primer intento de estocada, el aceró resbaló por el lomo del toro. En la segunda intentona, enterro todo el acero, a cambio de un volteretón espeluznante. Oreja por raza y por cojones. 

En quinto lugar Fandiño lidió a "Español". Le toreó muy bien de capa a la verónica, con relajo, buen gusto y cadencia. Después el toro empujó bravamente al caballo y llegó a la muleta muy crecido. Este es el típico toro que desborda al más pintado, porque repetía incansable. Era difícil ganarle un pulso. Fandiño se lo ganó, a base de no dudar nunca y dejar la muleta puesta en la cara. Por poner un pero a la faena, debió exprimir más al toro por el pitón izquierdo, por el que el toro embestía largo y con profundidad. Las últimas series con la derecha fueron muy asentadas, pasándose al toro muy cerca y toreando con gusto. A la verónica y con la diestra, Fandiño está alcanzando un gran nivel, torea con relajo y cadencia. Con la zurda todavía no está a ese nivel. Tiempo al tiempo, cuando se tiene ese valor y esa afición, se acaba logrando todo. Después de una estocada de entrega, cortó dos orejas. 

Me hubiera gustado ver con el lote de Fandiño a muchos toreros del actual escalafón. A ver si hubieran sido capaces de aguantar las oleadas de ese tahúr del Misissippi, lidiado en segundo lugar. Y a ver si hubieran sido capaces de no verse desbordados por ese torrente de bravura y casta que fue el quinto toro. Por ejemplo, me hubiera gustado ver, delante de este lote, al de las exquisiteces alicantinas. Por cierto, si este señor es tan bueno, ¿por qué no torea en la Feria del Toro? Quizás sea por eso, porque aquí se lidian toros. Toros tan toros como los de ayer.