miércoles, 24 de diciembre de 2014

La nochebuena de la familia Cuevas / En la muerte de Nano



La nochebuena de la familia Cuevas

Madrid, 24 de Diciembre de 2014.
"Esta noche es Nochebuena y mañana Navidad..." dice el villancico, y así lo hubiera cantado Nano esta noche con su mujer, sus hijos, sus padres Victoriano y Paloma, sus hermanas Paloma y Verónica, con su cuñado Enriqe Ponce y sus niñas, pero no va a poder ser. Dios ha querido llamar a su seno el alma de Nano, y sus restos mortales será incinerados en esta fría y soleada mañana madrileña. El dolor de la familia no le animará a cantar este ni otros villancicos precisamente en esta noche de la Natividad del Señor, pero su fe y fortaleza les sustentará para escuchar las sonajas de una pandereta agitada desde la estrella que conduce a Belén por la mano de un Nano sonriente -inolvidable la sonrisa de Nano- resucitado allá en la corte celestial tal como dijera el padre Mariano en la homilía de la misa por su alma.

Y ahí estará nuestro pensamiento y nuestro corazón, acompañando el dolor de la familia Cuevas pero también en la alegría del recuerdo de Nano.

Juan Lamarca

  • También Paco Mora sabe lo que es ver morir a un hijo y así lo expresa a Victoriano Valencia y su familia en este sentido artículo:

En la muerte de Nano

Por Paco Mora
He sentido la muerte de Nano en lo más hondo, como todos los que sabemos lo que es enterrar a un hijo. Sin duda lo más duro que le puede ocurrir a un hombre.

Amigo Victoriano, no tengo cuajo para llamarte, y además sé por experiencia que en estos momentos no estás para atender ni las llamadas de pésame. He sentido la muerte de Nano en lo más hondo, como todos los que sabemos lo que es enterrar a un hijo. Sin duda lo más duro que le puede ocurrir a un hombre, porque son ellos los que por ley natural deberían enterrarnos a nosotros. Me temo que incluso cuando nos veamos, hablaremos como siempre de nuestras cosas de juventud y de los mil y un recuerdos de una vida que, como la nuestra, ya comienza a ser larga. ¿Para qué hurgar en la herida? Pero sí quiero que sepas que aunque para mí la noticia ha sido un mazazo, no se me oculta que no es comparable a la puñalada que te acaba de asestar a ti la vida. Victoriano, torero, mis más sentidas condolencias, y fuerza, mucha fuerza para superar esta prueba implacable a que estás siendo sometido por el destino.

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