domingo, 15 de marzo de 2015

2ª de Fallas en Valencia. Faenón de Morante y gran tarde de Luque / por J. A. del Moral



"...Tras el paseíllo, los tendidos se incendiaron con una ovación a la bandera de España que algunos desplegaron. Al escucharla sin verla, creí que los aplausos los dedicaban a los toreros. Pero no. Era, señores, a nuestra bandera nacional tan denostada. ¡Viva España!..."


Faenón de Morante y gran tarde de Luque


Valencia. Plaza de la calle Xátiva. Sábado 14 de marzo de 2015. Segunda de feria. Tarde medio nublada y fresca tras mañana amenazante con casi lleno tardío.

Seis toros de Victoriano del Rio y de Cortés. Muy bien presentados y de juego desigual. Manso e imposible el que abrió plaza. Manejable sin ninguna clase el segundo. Noble aunque muy menos en brío el tercero. De extraordinaria clase para la muleta el cuarto. Manejables sin ninguna clase quinto y sexto. Este con mayores problemas.

Morante de la Puebla (corinto y oro): Estocada casi entera y nueve descabellos, bronca. Pinchazo y estocada, oreja.
El Juli (azul prusia y oro): Pinchazo y estocada, levísima petición y ovación. Media estocada trasera, oreja
Daniel Luque (encarnado y oro): Estocada y descabello, oreja. Metisaca y estocada, leve petición y gran ovación.

Se hacían apuestas antes de empezar la corrida. Segunda de la feria y por lo grande con lleno asegurado o eso decían hasta la hora del comienzo. Morante y El Juli salieron de favoritos. Tienen un montón de fieles entre el público y la prensa que les perdona todo hasta convertirse en tópicos vivientes. No para mí. Además, ando cabreado con ambos desde que le pusieron coto a Sevilla y, sobre todo con El Juli que el año pasado pidió mi cabeza al director general de RTVE cuando dije en Clarín que lo que habían hecho con La Maestranza había sido un chantaje mafioso… No obstante, como torero me sigue interesando El Juli. Se trata de un gran estratega y capaz en grado sumo. Pero como persona le he enterrado bajo los escombros de su ingratitud y falta de respeto a mi libertad de expresión que mantengo contra viento y marea con muy costosos y duros esfuerzos.

Lo de este año ya sé que no ha sido un chantaje. Ha sido seguir con ganas de joder la marrana. Y de rechazo, de joder a la afición de Sevilla y quizá hasta la de todo el mundo por querer joder a los empresarios después de pedirles perdón y de darles todo lo que pidieron. Perdonen los lectores por utilizar el mismo palabro que un día se permitió escribir el Nobel Vargas Llosa en su famoso libro “Por qué se jodió El Perú”.

Ayer fue la primera de esta especie torera del “Dúo” en plaza y en feria de tronío… La primera realmente importante del año. Ahora les cuento lo que hicieron Morante y El Juli. Espero que estén mejor que en Olivenza porque si no…

Pero hablando de apuestas, yo la hice ayer por Daniel Luque. La temporada pasada me encantó verle ya cuajado y dueño de sí mismo por más fiel que nunca lo había estado a su concepto del toreo netamente clásico, adornado con la más fina de las gracias sevillanas. Valiente sin hacer alardes de serlo que eso es feo.

Luque actúa con naturalidad, con facilidad y con frescura…. Muy fresco anda Luque. Como una lechuga recién cortada de una huerta bien regada. Con ese verdor que apetece devorar… La temporada pasada le felicité en la plaza francesa de Bayona al acercarme por el callejón hasta donde estaba tras triunfar por todo lo alto. Luque se quedó pasmado al oírme. Me dijo que le sorprendían mis palabras. “Sobre todo por lo muy exigente que es usted…” “Y que lo digas Daniel”, le contesté. “Pero cuando se está como has estado tu esta tarde, me entrego. ¡Enhorabuena¡”. Ojalá pueda dársela de nuevo en esta feria que siempre marcó el rumbo de la temporada.

Contemos, pues y ahora, lo que pasó.

Una de dos, o sobró papel o muchas entradas las tenía la reventa sin lograr venderlas antes de comenzar el festejo. Tardó mucho en que se cuajaran del todo los tendidos. Debieron colocarlas a bajo precio. Así estaba la cosa.

Tras el paseíllo, los tendidos se incendiaron con una ovación a la bandera de España que algunos desplegaron. Al escucharla sin verla, creí que los aplausos los dedicaban a los toreros. Pero no. Era, señores, a nuestra bandera nacional tan denostada. ¡Viva España¡.

Muy descarado de cuerna el primer toro que remató en tablas tras salir al ruedo. Luego se distrajo un poco. Morante lo pasó de capa muy incomodo por derrotarle alto el animal y por el viento. Antes de tomar el primer puyazo, escarbó. Cumplió en el primer encuentro, esta vez sin hacerle demasiado daño pese a quedarse aquerenciado en el peto. No hubo quites. Puesto de lejos, escarbó, perdió las manos y hubo que acercarlo al jamelgo. Derribó al piquero en el segundo encontronazo sin que le hicieran nada al animal. A mí no me estaba gustando el toro y a Morante menos porque ordenó un tercer puyazo. Y empezó la bronca. Muy distraído el toro en banderillas. Esperó, se dolió y escarbó. Nadie pudo imaginar que, Morante, una vez sacar al toro al tercio, intentó torear por redondos mientras el toro no cesaba de escarbar. Fue imposible. Y esta vez no tuvieron razón los protestantes. Aliño costoso en busca de la igualada, desbordamiento del torero, trapazos de pitón a pitón. La caraba en bicicleta… Por fin se perfiló y enterró el acero con muy conservadora habilidad. El toro se fue a morir a los tableros de sol y no hubo modo para que doblara. Morante, para colmo, falló repetidamente con el descabello y el ambiente se encrespó. Nueve pegó. La bronca se escuchó el La Puebla del Río.

Otro castaño, obscuro, el cuarto. Corretón de salida. Morante entablerado y sin poder pararse ni templarse en el recibo de capa. El toro se le quedó corto y con los pitones por arriba. Pero había templarlo y no lo hizo. Primer y fuerte puyazo al relance del que salió el toro perdiendo las manos. Nada de quites. Aliviaron el castigo en el segundo encuentro. Al menos, una lidia rápida. Y de pronto, el delirio con un ramillete de verónicas sensacionales marca de la casa que fueron, además de preciosas, sorpresivas. Nadie las esperó. Muy a mejor el animal en palos. Se vio en los lances de la brega. Brindis de Morante al respetable, ciertamente ilusionado todo el mundo por lo que podría hacer. Ayudados por alto y alguno por bajo de fantasía. Pases de tirón hacia los medios. Y allí, redondos de lujo y uno de pecho a pies juntos. Aún mejor la siguiente ronda por mejor ligada y más reunida. Molinete zurdo y naturales de excepción. Suave kikirikí seguido de más naturales dignos de ser pintados por Ruano LLopis. El de pecho, sensacional. Molinete y más en redondo hondamente pausados y un molinete al paso gallista de los suyos. Ayudados por bajo para cuadrar al burel y, ¡vaya por Dios¡ pinchazo saliendo perseguido. Estocada hasta las cintas y en lo alto. Que le dieran una o dos orejas fue igual. Habíamos visto un faenón del gran artista. Nos tocóla lotería. La vuelta, apoteósica.

Castaño y no precisamente bonito el bizco segundo. Poderoso y finalmente lucido El Juli con el capote en su recibo que no fue fácil por lo arisco que embistió el animal. Costó fijarlo en sus huidas hasta que, repentinamente colocado por El Juli, tomó un puyazo aliviado. Quite por chicuelinas de don Julián. Y media. Bien. Un buen aunque aliviado segundo puyazo. Y Daniel Luque al quite. Soberbios los muy templados lances a la verónica y la media. Bien los rehileteros. Se dolió de los garapullos el burel. ¿Había toro? El Juli lo brindó al público entre ovaciones. El Juli lo toreó con la muleta como lo hace últimamente. Eficazmente y enseñando mucho su reconocida y mil veces elogiada técnica. Solo que muy feamente recetadas. Primero en redondo en tres tandas que ligó al de pecho. Peor el animal por el lado izquierdo, los naturales, recetados de uno en uno por lo que el toro tardeó, resultaron meramente meritorios. Y el arrimón muy pegado al burel con la gente como loca. El segundo arrimón fue aún más celebrado que el anterior. Por mi, como si le hubiera dado por tirarse a la arena en un desplante. Se perfiló demasiado lejos del burel y pinchó. Agarró un espadazo entero en el segundo envite y saludó una generosa ovación.

El quinto, negro y con cuajo. Raudo en las llamadas. Pero suelto del capote de El Juli hasta que lo fijó con lances a pies juntos. El toro, sin fuerza y muy distraído. Se cubrió de trámite el tercio de varas y con desigual rapidez el de banderillas. ¿Por qué empezó la faena por bajo si el toro carecía de fuerza? No soy yo capaz de explicarlo tratándose de quien estaba delante. Pero el caso es que el animal perdió las manos en la primera ronda con la derecha. Deslucido por reponer algo a izquierdas, al natural lo toreó con fácil liviandaz y de nuevo con la derecha como lo había hecho en el toro anterior. Muy bien técnicamente pero feamente en cuanto al cómo. Más naturales julistas y más con la derecha. Fabricada la muy larga e insustancial faena que no bordada. Se lo agradecieron con palmas aunque sin clamor. Noble el toro y buena la faena con pases de todas las marcas. Hasta chicuelinas pegó. Increíble. Pero no para tirar cohetes en estos días de incesante pólvora. Media estocada muy trasera en su habitual caponazo. Oreja de tono menor comparada con las ya concedidas. Y es que una cosa es torear creando y otra muy distinta fabricando.

Excelentes y muy templadas además de sentidas verónicas de Daniel Luque en el recibo del tercer toro. Las repitió después antes de que los picadores salieran al ruedo. Galleo muy suave y bonito con remate de tijerilla arrodillado para llevarlo al caballo. Le aliviaron el castigo en el primer encuentro. Precioso remate de Luque al colocar al toro para el segundo puyazo, meramente simulado. El toro, mejor que sus hermanos anteriores aunque un poco a menos en brío. Y quite por cordobinas del de Gerena que está que se sale. Bien cubierto el tercio de banderillas pese a lo que se dolió el animal yéndose a tablas. Brindis de Luque en los medios. La faena la inició junto a las tablas para librarse mejor el viento. Uno por alto diestro a pies juntos del que salió el toro suelto. Y cuatro más iguales sin moverse con remate de la firma muy torero. Ya en el tercio, tres redondos de marca y el de pecho con la izquierda muy largo. Mando en los siguientes con cambio de mano, natural y el de pecho. El toro muy venido abajo y echando la cara arriba al final de cada pase. Bien de verdad al natural porque tuvo que tirar del toro en cada muletazo. “Hacer” el pase para que embistiera tirando y tirando del burel. Cambio seguido de mas redondos recetados con valor y muy buen gusto. Y luquesinas sin mover los pies para cerrar la obra. Mas una gran estocada que necesitó un golpe con el descabello. Señores, qué bien, qué pedazo de torero tenemos para disfrutar muchos años. Oreja de toda ley.

Luque saludó al sexto toro con un precioso festín de verónicas genuflexas y en pie a cada cual mejor. Noble por el momento el burel aunque no sobrado de fuerza. Cumplió en varas derribando en la segunda. El quite de Luque fue por muy personales chicuelinas rematado con larga templadísima. Y una vez cubierto con emoción y brillantez el tercio de banderillas, la faena de muleta resultó buena aunque algo desigual. Citando de lejos desde los medios la empezó por redondos en las dos tandas. La segunda rematada con molinete y de pecho ligados. No tuvo ninguna clase el animal por embestir sin humillar y metiéndose por dentro. Pero sí brío y cierta trasmisión. De ahí el menor nivel de los naturales y la menor limpieza de los redondos. Lo remedió con sus muy jaleadas luquesinas sin espada. Pero un desgraciado metisaca anterior a la estocada le privó a Luque de salir a hombros.

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