viernes, 25 de septiembre de 2015

Ellos en Guanyarem, nosotros en Perdrem / por Juan Manuel Rodríguez



"...Pep Guardiola es un traidor, sí, pero de tonto no tiene ni un pelo. Y mientras que los enemigos del Reino de España son sibilinos y astutos, los abogados del turno de oficio que nos han tocado en suerte son torpes hasta decir basta. Es, sin duda, el caso de Miquel Cardenall i Carro, secretario de lo que nos queda de Estado para lo que nos queda de Deporte.."

 Ellos en Guanyarem, nosotros en Perdrem

Pep Guardiola es un traidor, sí, pero de tonto no tiene ni un pelo. Y mientras que los enemigos del Reino de España son sibilinos y astutos, los abogados del turno de oficio que nos han tocado en suerte son torpes hasta decir basta. Es, sin duda, el caso de Miquel Cardenall i Carro, secretario de lo que nos queda de Estado para lo que nos queda de Deporte y firmante de aquel absurdo manifiesto proculé de El País en el que defendía lo indefendible: que el Fútbol Club Barcelona, que lleva cincuenta años dejándose utilizar como plataforma independentista, era el principal motor de la "marca España". Ahora, de repente, Cardenal se ha dado cuenta de que la plataforma Guanyarem, de la que es cabeza visible el cuarenta y siete veces internacional (que no nacional) por España Guardiola, esconde un trasfondo político y apoya a los secesionistas deJunts Pel Sí.

Cardenal es el mismo, por cierto, que retrasó cuanto pudo la sanción a aquellos que pitaron masivamente el himno nacional e insultaron al Rey Felipe VI y que, tras concluir que serían castigados con dos bolsas caducadas de patatas y tres de cacahuetes por dejarnos a todos en ridículo, enterró el castigo, con el respaldo solidario de su colega de la secretaría de Estado de Seguridad, en un cajón de la fiscalía. Y allí sigue. Y allí morirá, que era por cierto de lo que se trataba desde el principio, si nadie lo evita, que nadie lo evitará. El máximo responsable político de nuestro deporte vive colgado de una higuera y ahora acusa a Guardiola de manipular al resto de firmantes de la plataforma independentista, lo que supone tanto como defenderlos, como hizo en su día con el Barça: ¡pobrecitos ellos, que se han dejado manipular por el malvado Pep!...

Guardiola es un manipulador, sí, pero los firmantes de Guanyarem sabían muy bien qué hacían, cuándo lo hacían y por qué lo hacían. Sólo uno de los firmantes del documento, que reclama entre otras cosas la creación de un Comité Olímpico Catalán, o sea la independencia de España, se dio de baja, Moisés Hurtado; otro, Alex Corretja, dijo que sí pero que no, que puede pero que a lo mejor, que probablemente y que en absoluto, y todo al mismo tiempo; el resto calló. ¿Están manipulados Gerard Piqué y Carles Puyol?... No lo creo. ¿Bojan Krkic ha sido abducido por el malvado Guardiola?... Es evidente que no. ¿Han hipnotizado a Gervasio Deferr, que ahora se ha quitado la "i" del nombre y se hace pasar por Gervasi?... Pues no. ¿Ha convencido Guardiola a Esteller, García, Espargaró, Estiarte, Verdú, Collet o Bartoméu de algo de lo que no estuvieran previamente convencidos?... Pues no. Ellos están en Guanyarem porque quieren y a nosotros, con abogados como Cardenal o su jefe, Íñigo Méndez de Piqué (copyright de Federico Jiménez Losantos), nos toca militar, bien es cierto que a nuestro pesar y para mayor desconsuelo, en Perdrem.

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