viernes, 4 de septiembre de 2015

La falacia animalista II / Por Rafael Comino Delgado


"El toro está diseñado para atacar, para luchar y aunque lógicamente
le duele la agresión física, ese dolor no es equiparable al humano
dado que segrega en su cerebro gran cantidad de beta-endorfinas
que mitigan el dolor en gran medida. Cuando lucha
está haciendo algo para lo que está anatómica y fisiológicamente
muy bien diseñado, no sufre realmente"


La falacia animalista II

Naturalmente que no se debe maltratar a los animales porque sí, para disfrutar viendo cómo sufren. Ello no es ético, pero es que con el toro no se disfruta viéndole sangrar, se disfruta viéndole acometer una y otra vez al caballo y a la muleta.

Decíamos que la Tauromaquia es una actividad completamente ética, como vamos a demostrar.

De forma resumida y clara podríamos decir que la Ética se ocupa de la moral y obligaciones del ser humano y que, en general, toda Ética pretende determinar una conducta ideal del hombre.

Según el profesor de Filosofía de la Sorbona Francis Wolff, el hombre tiene para con los animales tres deberes:

1) Respetarles pero como el otro, no como semejantes porque no lo son.

2) Respetar su naturaleza. Al león como es, al caballo como es, a la gallina como es, al toro como es, es decir, bravo, que acomete si se le provoca.

3) Respetar sus relaciones afectivas con ellos. La relación del hombre con el perro es muy diferente a la que puede tener con una hiena, por ejemplo, o con el toro.

Y si el hombre cumple estos tres deberes para con el toro, en la corrida, podemos deducir que la corrida de toros, el Toreo, es algo ético, y los cumple perfectamente. Añade el mencionado profesor que “la Fiesta es un bien Ético y Moral, un Tesoro de la Humanidad, uno de los dones de España a la Cultura europea”.

Con lo que acabamos de exponer ya sería suficiente para considerar a la Fiesta de los toros como algo ético. Pero aportaremos más argumentos:

"El toro está diseñado para atacar, para luchar y aunque lógicamente
le duele la agresión física, ese dolor no es equiparable al humano
dado que segrega en su cerebro gran cantidad de beta-endorfinas
que mitigan el dolor en gran medida. Cuando lucha
está haciendo algo para lo que está anatómica y fisiológicamente
muy bien diseñado, no sufre realmente"


El toro es un animal bravo, muy valiente, que ataca si se invade su territorio, como no hace ningún otro animal, que está diseñado para atacar, para luchar y aunque lógicamente le duele la agresión física (puyazos, banderillas), ese dolor no es equiparable al humano dado que segrega en su cerebro gran cantidad de beta-endorfinas que mitigan el dolor en gran medida. Cuando el toro está luchando está haciendo algo para lo que está anatómica y fisiológicamente muy bien diseñado, no sufre realmente. Yo preguntaría: ¿Sufre un montañero que está escalando una pared muy difícil, en condiciones muy adversas? ¿sufre un ciclista que está subiendo una montaña muy inclinada y va casi agotado, pero continúa para llegar el primero? Pues no, porque están haciendo algo que les gusta, y ello anula el sufrimiento, o más exactamente su deseo de alcanzar el objetivo es superior al sufrimiento. Igual le ocurre al toro en la Lidia, su deseo de luchar contra quien le provoca es superior al dolor físico que, gracias a las beta-endorfinas, es muchísimo menor del que se produciría a un ser humano con similar agresión. Por tanto el sufrimiento físico hay que analizarlo en cada animal y en cada momento.

Argumentan los antitaurinos, que se hace sufrir al toro, no para comer, sino para que el hombre se divierta (se emocione), y es verdad que no se torea para comer, como se hace con la pesca (aunque ellos también están en contra de la pesca), si bien mucha gente vive trabajando en el mundo del Toreo. La creación está organizada así, hay vida y hay muerte, hay unos seres superiores y otros inferiores. Los superiores matan a los inferiores, unas veces para comer y otras no.

Naturalmente que no se debe maltratar a los animales porque sí, para disfrutar viendo cómo sufren. Ello no es ético, pero es que al toro se le pica no para verle sufrir sino par evaluar su bravura, ahormar su embestida y poder torearle, porque el hombre, ser superior, ha decido hacerlo para expresar su sentimiento creando una obra de arte, naturalmente de acuerdo a una reglas previamente establecidas en las que se respeta al toro tal como es, que deben cumplir. No se disfruta viéndole sangrar, se disfruta viéndole acometer una y otra vez al caballo y a la muleta. No se disfruta viendo cómo un ciclista sube a una montaña con enorme esfuerzo, sufriendo, se disfruta viendo la heroicidad que está haciendo.

"Al toro no se le mata para verle sufrir,
se le mata porque una vez toreado
ya no sirve para otra cosa, y si no muere
en la plaza morirá en el matadero.
Si no existieran las corridas, el toro habría
desaparecido de la Tierra hace años"

Al toro no se le mata para verle sufrir, se le mata porque así nació la Tauromaquia, y una vez toreado ya no sirve para otra cosa, y si no muere en la plaza morirá en el matadero (en la Tauromaquia antigua, el objetivo era sólo matar al toro, para demostrar la destreza y valentía del hombre que lo realizaba). A cambio ha vivido cuatro años muy bien en la ganadería.

Por otra parte este animal, si no existieran las corridas de toros, habría desaparecido de la Tierra hace años, porque no tiene utilidad para otra cosa. El hombre utiliza al toro de lidia para lo único que sirve, para torearle.

¿Va esto en contra de la Ética? Contra la mía no, aunque respeto otras opiniones; pero con una condición: ¡que los otros me respeten a mí!

Para mí queda claro que el Toreo es una actividad Ética, pero admito que estamos debatiendo sobre un tema filosófico, y si yo no tengo la verdad absoluta tampoco la tienen los demás, por tanto ¡respetémonos!

Pues existe más de una Ética (Ética de Aristóteles, Sócrates, Kant, Nietzsche, Hume, Marxista, Cristiana, etc., etc.). Cuenta Heródoto de Halicarnaso (siglo V a.C) que el rey persa Darío I quiso dar una lección a los griegos que vivían en su reino, y les llamó para preguntarles si ellos estarían dispuestos a comerse el cadáver de sus padres cuando murieran (tenían la costumbre de quemarlos), a lo que respondieron que jamás harían tal cosa. Luego llamó a los indios calatias, que también vivían en Persia, y les preguntó que si estarían dispuestos a enterrar a sus padres una vez muriesen (tenían por costumbre comérselos), y los calatias respondieron que sólo decir eso era una blasfemia. De esta forma Darío I les demostró que puede haber códigos éticos diferentes y deben respetarse.

Efectivamente, es universalmente aceptado, que todas las posibles Éticas deben dialogar entre sí, y tener un fundamento común cual es el RESPETO y el reconocimiento mútuo de la dignidad intrínseca de cualquier humano, y como objetivo los derechos humanos sin olvidar los deberes.

"Todos los animalistas que conozco son pro-abortistas,
argumentando que el aborto debe ser legal
pues a nadie se obliga a abortar, pero al contestarles
que las corridas no se deben prohibir porque a nadie
se obliga a ir a la plaza, lo rechazan incluso violentamente"

Nuestro planteamiento es el siguiente: Como decía, debatimos sobre un problema filosófico; los antitaurinos defiende unas ideas y los taurinos otras. Admito que nosotros, los taurinos, podemos estar equivocados, pero también podrían estarlo ellos. Infinidad de personas de las ciencias, de las letras, artistas, políticos, y en general gentes muy inteligentes, y muy bien formadas, son taurinas y consideran que el Toreo es un arte grandioso, una actividad ética, pero también hay personas muy inteligentes entre los antitaurinos. Así las cosas, dejemos que cada cual haga lo que desee, el que quiera ir a los toros que vaya y el que no quiera que no vaya. En todo caso, que ellos intenten convencernos a nosotros de lo acertado de su pensamiento, para cambiar el nuestro, y viceversa, pero siempre sólo con la palabra, civilizadamente, pacíficamente. Pero los antitaurinos no aceptan esta solución, quieren imponer su pensamiento por la fuerza, por la violencia, y prohibir las corridas de toros.

Una idea bastante exacta de cómo son nos la da el siguiente hecho vivido por mí: Todos los animalistas que conozco, y he tenido ocasión de hablar con ellos, son pro-abortistas, argumentando que el aborto debe ser legal pues a nadie se obliga a abortar, pero al contestarles que por el mismo razonamiento las corridas de toros no se deben prohibir porque a nadie se obliga a ir a la plaza, inmediatamente lo rechazan incluso violentamente; eso no lo admiten y responden casi insultando. Su manera de ser es: “lo que yo pienso y hago es lo correcto, y lo que tú piensas y haces soy yo quien decide si es o no correcto”.

No admiten su posible error, sino que ellos están en poder de la verdad absoluta, están seguros de todo. Pues bien, la experiencia me ha enseñado que “aquel que siempre está seguro de todo ignora algo completamente seguro: ¡que es necio con toda seguridad!”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario