viernes, 13 de noviembre de 2015

Animalistas contra el orden natural / por Rafael Comino Delgado



"...En los tiempos actuales, los animalistas pregonan que "los animales no son para comerlos, para vestirnos con su piel, para experimentar con ellos ni para servirnos de entretenimiento" y "que tienen los mismos derechos que los seres humanos"...

  •  Los dirigentes, que en realidad no se creen lo que predican, pero que viven fenomenalmente de ello, se enriquecen, puesto que detrás del animalismo hay un enorme negocio a nivel mundial, como es ampliamente conocido.

Animalistas contra el orden natural

Nuestra misión es explicarles la realidad una y otra vez, haciéndoles ver lo equivocados que están y que están siendo utilizados por gentes sin escrúpulos, que sólo piensan en su bienestar mientras que el bienestar de los animales les importa muy poco.

En los tiempos actuales, los animalistas pregonan que "los animales no son para comerlos, para vestirnos con su piel, para experimentar con ellos ni para servirnos de entretenimiento" y "que tienen los mismos derechos que los seres humanos".

Pero desde que el mundo es mundo, desde que el hombre empezó a vivir sobre el planeta Tierra, ha utilizado a los animales irracionales como mejor ha convenido en cada momento para poder supervivir y para desarrollarse. Según relata el Génesis, Dios dijo al hombre, "Sed fecundos y multiplicaos, llenad la tierra y sometedla; dominad los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que se mueven sobre la tierra". Desde que los animales están sobre la Tierra unos se han comido a otros y la resultante de todo ello es el orden natural existente. Si se rompiese ese orden natural, al implantar la ideología animalista, habría una gran catástrofe y muchos animales desaparecerían: de entrada todos los domésticos y muchos de los salvajes. ¿Si no podemos comer los huevos de las gallinas, para qué las queremos?; ¿si no podemos beber la leche de la vaca, para qué la queremos? ¿Si no podemos utilizar el caballo para montarlo y desplazarnos de un lugar a otro, para qué lo queremos?

El Dr. Claudio Bertonatti, de Argentina, es un vegano arrepentido porque según él al implantar lo defendido por los animalistas se estaría matando muchos animales por alteración del equilibrio natural. Cualquier persona con una inteligencia normal, que esté en su sano juicio, comprenderá fácilmente que lo que pretenden los animalistas es imposible, es sencillamente un disparate; sólo pensarlo es una aberración mental de grado superlativo por las razones expuestas y muchas más.

Por lo que se refiere a los derechos, es evidente que los animales no pueden tener derechos porque no pueden entender el concepto derecho, porque no podrían utilizarlos y porque para tener derechos antes se deben tener deberes y los animales tampoco pueden tener deberes. Otra cosa muy diferente es que nosotros, los humanos, sí tenemos deberes con respecto a los animales, que son el respetarles a cada uno como es, diferente a los demás y no abusar de ellos.

Me pregunto y les pregunto, ¿si los animales tuvieran derechos, serían iguales para, por ejemplo, la cabra, el perro, la serpiente, la mosca, el mosquito anopheles? Realmente eso es lo que piden muchos animalistas. ¿Se imaginan ustedes conceder a los mosquitos iguales derechos que al ser humano? Como dijo Albert Einstein, "hay dos cosas infinitas, el Universo y la estupidez humana y de la primera no estoy seguro".

Esto nos lleva a pensar sobre, ¿qué ocurre, pues, con los animalistas?, ¿por qué defienden tales aberraciones? Nosotros creemos que hay dos tipos fundamentalmente:

1) Los dirigentes, que en realidad no se creen lo que predican, pero que viven fenomenalmente de ello, se enriquecen, puesto que detrás del animalismo hay un enorme negocio a nivel mundial, como es ampliamente conocido. Dicho negocio tiene varias formas, entre ellas el negocio de las mascotas. Fíjense que según los predicados de los animalistas, los animales no están para entretenernos y sin embargo admiten las mascotas que es una forma de entretenimiento y de paso un negocio muy lucrativo.

2) Los que se creen lo que dicen y defienden, que son personas tremendamente emocionables y por tanto fácilmente manipulables, fanáticos e incluso podríamos decir, "talibanes" de su ideología, por la que estarían dispuestos a dar la vida. Este tipo de personas siempre han sido utilizadas, previo lavado de cerebro, por otras para conseguir sus fines.

Ahora bien, este ejército de fanáticos puede ser muy peligroso, porque están dispuestos a todo y ello es algo que debemos saber los taurinos y la sociedad en general. Ante tal situación nuestra misión es explicarles la realidad una y otra vez, haciéndoles ver lo equivocados que están y que están siendo utilizados por gentes sin escrúpulos, que sólo piensan en su bienestar, su enriquecimiento mientras que el bienestar de los animales les importa muy poco.

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