lunes, 21 de marzo de 2016

Un día en Chinchón...



Anís, plaza y mesón..

Redacción 'Del toro al infinito'
Fotografía La Loma
El chinchón es el anís que se lleva haciendo desde el S.XVII de un modo semejante a como se continúa haciendo hoy en su alcoholera.Los ingredientes son el alcohol, matalahúga y azúcar. La matalahúga o matalahúva es el anís o, como se dice en los crucigramas, una planta umbelífera de cuatro letras. Es digestivo tomado con moderación tras haber comido o con un café. Se elaboran tres tipos en la Alcoholera de Chinchón: el dulce, el seco y el seco especial que llega al 74% de alcohol. Este anís es de tal calidad que en el siglo XIX ya fue premiado en la Exposición Universal de París de 1889, aquella cuyo símbolo fue la famosa puerta de acceso que se construyó: la Torre Eiffel.


La plaza

La plaza mayor castellana ha sido históricamente el lugar de vida pública más importante de las poblaciones. Allí se celebraban las fiestas, residía el ayuntamiento, se ejecutaba o se manifestaban de cualquier modo, todo lo público tenía su lugar en estas plazas. La de Chinchón es muy singular por su estética, por sus leyendas y también por el detalle de sus “claros” o balcones, que suelen tener una propiedad diferente de la que posee la vivienda a la que pertenecen. Esa propiedad da derecho a ver, o sea a disfrutar de los eventos, como corridas de toros o conciertos, que allí se celebren.

El mesón Iberia, el de Rufino

El mesón
Una experiencia muy especial es disfrutar de las vistas de esta plaza desde uno de estos claros, el que nos ofrece el Mesón "Café de la Iberia", el del maestro del fogón, Rufino Nieva. Las carnes rojas, el jamón y embutidos de pata negra, son inmejorables, y el lechazo y cochinillo asado en ese horno de barro es una delicia inenarrable, complementados  por los platos tradicionales y los pescados de primera. Los postres caseros son para "chuparse los dedos" y ahora en esta Semana Santa las clásicas torrijas con miel que están de ricas... para darle gracias a Dios...

Su orientación es ideal para yantar en sus balcones en verano, porque son frescos y suele correr una brisa, y poder ver los festejos taurinos que se celebran en esta maravillos e histórica plaza de Chinchón. Si bueno es comer en este restaurante, alucinante es verlo con detalle, porque es un museo. Además de la buena mesa, la exposición de imágenes taurinas que se inicia desde la típica taberna de entrada, el singular mobiliario y los aperos tradicionales, así como muchos otros detalles, hacen que este restaurante se haga inolvidable cuando se visita.





"Memoria histórica"
Memoria de Las Ventas














Cruz de los Caídos por Dios y por España
Oración por los Caídos



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