domingo, 27 de marzo de 2016

Una Europa estúpidamente belga / por Federico Jiménez Losantos



"...En fin, que si toda Europa, asustada ante el Islam y aterrorizada por el islamismo, es hoy estúpidamente belga, lo más belga de Europa es, sin duda, España..."

  • Bélgica ha sido durante varias décadas el gran refugio etarra. Tras la Audiencia Nacional, que teledirigida por el politifiscal Zaragoza-Pumpido se ha convertido el gran burladero o vomitorio de terroristas vascos, sigue siéndolo.

Una Europa estúpidamente belga

Bélgica ha sido durante varias décadas el gran refugio etarra. Tras la Audiencia Nacional, que teledirigida por el politifiscal Zaragoza-Pumpido se ha convertido el gran burladero o vomitorio de terroristas vascos, sigue siéndolo. Hace unas semanas negó la extradición de una etarra porque no estaba claro si en España iban a respetarse del todo los derechos humanos de la distinguida terrorista. O sea, que España está en la UE y recauda el IVA pero uno de sus Estados, por graciosa apreciación de un juez, no lo considera digno de pertenecer a la UE. Y no le aplica la ley y lo humilla y lo denuncia y lo menoscaba y lo agrede. Y, además, lo vilipendia.

¿Cabe imaginar que, ante la bofetada diplomática, el Gobierno de España habrá puesto en marcha toda su maquinaria oficial y oficiosa, sus abogadotes y paesas, para atacar al juez de marras y criticar a Bélgica? No. Eso sería desconocer la astuta intención y sesuda inteligencia que atesora el Ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que, emulando a Franco el día en que mataron a Carrero y demostró en TVE que estaba totalmente gagá, ha dicho sobre la masacre: "No hay mal que por bien no venga". No es un "tic" franquista (el ministro sólo imita involuntariamente a Fraga) sino una prueba de la técnica rajoyana del "dolce fare niente": dado que la matanza de Bruselas ha desacreditado mundialmente a Bélgica, nos ahorramos el lío de denunciar que protege a asesinos de españoles. Y a otra cosa, mariposa. Venid y vamos todos a condecorar a la Santísima Virgen del Pilar.

Los F-16 belgas ¿bombardearán sus juzgados?

La respuesta de todos los países deshechos o de desecho –Bélgica es lo primero camino de lo segundo- a las masacres islamistas que desnudan su incapacidad judicial y policial es, siempre, de orden militar. Ya lo hizo Hollande al bombardear por su cuenta las posiciones del Daesh en Siria. Y lo ha anunciado Bélgica, permitiéndonos saber, tal vez incluso a los belgas, que tiene unos poderosos aviones F-16 hasta ahora inactivos pero que van a machacar durante dos o tres días, tal vez durante toda una semana, las bases sirias de la Yihad. ¡Se van a enterar en Maelbeek! Tan feroz es el plan represivo del Gobierno belga, que probablemente va a incluir una visita guiada de la policía –sin bajar de sus tanquetas, respetemos los derechos de los adoquines- al famosísimo barrio musulmán que recibió a pedradas a los agentes que intentaban detener a los responsables de la masacre de París.

Es tan implacable el plan del Gobierno belga contra el terrorismo islámico que su ministro del Interior, su Jorfandezdíaz, tras dimitir y ser de inmediato confirmado en su puesto, ha criticado severamente al encargado policial en Turquía por no avisar de que uno de los terroristas detenidos en su día, luego evadidos y de nuevo detenidos en la frontera siria, era nada más y nada menos que… un terrorista. No se descarta una suspensión de empleo y sueldo que podría llegar a los quince días e incluso todo un mes.

Ese será el momento en que uno de esos jueces belgas que protegen los derechos humanos de los etarras se plantará con una hucha a lo Olof Palme a la puerta del Juzgado para pedir a la horda periodística algunos euros que permitan al descuidado agente sobrevivir a tan salvaje castigo. Ya veo a los manolos de La Sexta donando al tontipoli belga una pequeña parte de su bonus mensual por la cobertura de la feroz ola represiva que, tomando como excusa unos atentados sobre cuyo origen habría mucho que hablar, pretende recortar aún más las libertades de los ciudadanos europeos.

Podemos, al rescate de Maelbeek

Cuando la última masacre de París, el Camarada Escolar, esforzado vigía del Estado de Derecho, denunció la represión y la vulneración masiva de derechos humanos en París y en Bruselas. No se le hizo caso y ahí está el resultado. Dicen los alcaldes de Zaragoza y Valencia que en Bruselas se ha recogido "lo que hemos sembrado", o sea, que Santisteve y Ribó estaban sembrando bombas en Siria sin avisar a sus concejales. La tribu podemita, a cuyo lado las de Judá y Benjamín son cuatro gatos desheredados, se halla en permanente estado de denuncia de los atropellos en Maelbeek, donde, por un quítame allá esa masacre, se quiere anular el bien ganado prestigio de la Justicia belga amparando terroristas. Cuando lo del Bataclan, ojo, un podemoso andalusí pidió un minuto de silencio por las víctimas y otro por los que –culpa de Europa - no habían tenido más remedio que rematarlas.

Pablo Iglesias, aún con la sangre política del finado Errejón en sus manos, sigue participando sólo a título de observador en el llamado "Pacto Antiyihadista", por si se extralimita y se lía a hacer maniobras como las que Ada Colau ha prohibido al Ejército en Collserola, junto al Tanatorio. Si allí se pactara algo, cabe suponer que correría a contarlo a HispanTV. En fin, que si toda Europa, asustada ante el Islam y aterrorizada por el islamismo, es hoy estúpidamente belga, lo más belga de Europa es, sin duda, España. Temo que cualquier día de éstos, en uno de sus típicos y simpáticos errores, los F16 belgas pierdan el mapa o confundan Damasco con Madrid y acaben bombardeando la Audiencia Nacional. Menos mal que tampoco le darán.

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