domingo, 14 de agosto de 2016

1ª de la Semana Grande en Sebastián. Urdiales y Adame a oreja por coleta con matices / por J.A. del Moral



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Urdiales y Adame a oreja por coleta con matices

J.A. del Moral 14/08/2016
San Sebastián. Plaza de Illumbe. Sábado 13 de julio de 2016. Tarde calurosa en plaza semicubierta con casi lleno aparente.
Seis toros de Fuente Ymbro, bien presentados y de juego muy desigual. Por mejores, destacaron el que abrió plaza y, sobre todo, el tercero que resultó excelente para el toreo pese a mansear en varas. El ya mencionado primero fue muy noble aunque tardeó en demasía y escarbó. El segundo pasó de manejable por el lado izquierdo a pronto parado. El cuarto careció de fuerza desde que salió aunque pareció irse arriba en palos y, de seguido, con problemas en la muleta frenándose repentinamente en sus desclasados viajes. El quinto brilló por bravo en el caballo pero llegó muy mermado al último tercio si bien resultó franco por el lado derecho y con peligro por el izquierdo. Y el sexto resultó bravo en el caballo y muy deslucido en la muleta.

Diego Urdiales (marino y oro): Media estocada tendida, oreja. Pinchazo, media atravesada y descabello, silencio.
Paco Ureña (cobalto y oro): Pinchazo, estocada saliendo prendido y seis descabellos, aviso y silencio. Pinchazo y gran estocada, ovación.
Joselito Adame (turquesa y azabache): Estocada y descabello, oreja. Estocada trasera, silencio.

--A caballo destacaron Pedro Iturralde y Juan Bernal. Y en banderillas, Azuquita, Curro Vivas, El Víctor y Fernando Sánchez.

Aunque ya sabíamos que el público, por su numerosa asistencia en esta feria, iba a ser el primer protagonista, la verdad es que a cuantos venimos cada año a los toros en esta gran plaza de llumbe, nos dio gusto ver los graderíos cuajados. Hacía tiempo que no sucedía y la celebración por este éxito en la taquilla fue general. Además, nadie se hizo eco de la muy anunciada manifestación antitaurina de la mañana. Debieron fracasar.


Con esta primera “batalla” ganada, el juego que dio el primer toro y la brillante actuación del riojano Diego Urdiales elevaron la temperatura ambiental. Urdiales estuvo como querían sus muchos partidarios del Norte. Buenas sus verónicas en el recibo del animal aunque salió suelto de los embroques. Bien por delantales en el quite. Y una faena repleta de estupendos muletazos que Diego recetó en la mejor de sus versiones clásicas, sentido y hondo, aunque a este trasteo le faltó mayor unidad y mejor estructura. Los pases, celebradísimos con olés, no se sucedieron uniformes en el conjunto del trasteo. Quizá por lo que tardeó y escarbó el animal. Pero como la media estocada con que mató Urdiales fue efectiva, cayó la primera oreja del festejo.


En lo anecdótico de esta primera faena, chocó mucho que la banda de música tardara demasiado en amenizarla por culpa de la presidencia que aquí es la que ordena que suene la música. Resulta por lo menos ridículo que la banda se escuche cuando la faena está a punto de terminar.


Lo mismo sucedió en la faena del mexicano Joselito Adame al estupendo tercer toro que fue el mejor con mucho de la corrida. Adame ganó terreno por verónicas en el saludo y brindó al público una labor muletera francamente entusiasta en la que su reconocida capacidad no casó con el sosiego. El trasteo resultó amontonado y recetado con excesiva aceleración. Vamos que, estando bien, no acabó de andar a la altura de su oponente que fue de dos orejas. Adame paseó la solitaria concedida muy contento. Pues qué bien..


El resto del festejo fue bastante peor. Apenas brillante aunque entretenido y, en momentos, dramático. La cogida que sufrió Urdiales al lancear al cuarto toro fue brutal aunque por fortuna sin mayores consecuencias que el tremendo susto. Urdiales anduvo luego muy empeñoso en una faena interminable aunque apenas lucida.

No me gustan nada estas faenas que parecen no tener fin a sabiendas de que el toro no da para más. La gente empieza aplaudiendo la buena voluntad de los toreros y estos siguen intentando lucirse en la estúpida creencia de pensar que van a ser premiados. Vana ilusión que, a la postre, termina por aburrir al personal. Le ocurrió lo mismo a Joselito Adame con el deslucido sexto y último del festejo.


Dejamos para finalizar esta crónica la doble actuación del murciano Paco Ureña que acaba de salir intacto y con su reconocido gran valor para nada declinante. Este es de los que nunca se arrugan y mira que lleva coleccionados sucesivos percances. Ayer también estuvo a punto de irse a la mesa de operaciones en su faena al quinto toro que fue el que más duró de su lote que fue el peor en el conjunto de la corrida. Mala suerte.



Al pronto parado segundo le sacó muletazos muy meritorios al final de su empeñoso trasteo. Y al más duradero quinto, buenos muletazos diestros en rondas ligadas con los de pecho. La maldad del animal por el lado izquierdo, aparte la cogida ya reseñada, solamente le permitió exhibir el impávido valor que atesora.

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