martes, 16 de agosto de 2016

Real Madrid. De La Primera a La Undécima y tiro porque me toca / por Juan Manuel Domínguez



Me parece maravillosa la idea de que el once veces campeón de Europa se presente esta noche ante su afición y que lo haga, además, después de haber ganado La Undécima y de haberse proclamado supercampeón europeo, en el Trofeo Santiago Bernabéu (que, al parecer, Florentino Pérez iba a eliminar del mapa) ante el Stade de Reims y con jugadores que, como es el caso de Asensio, que será presentado oficialmente hoy, no entraban en los "planes de negocio" del presidente del Real Madrid.

De La Primera a La Undécima y tiro porque me toca.

Este 2016 se han cumplido sesenta años desde la primera final de la Copa de Europa, que fue también La Primera del Real Madrid, que hace menos de tres meses consiguió La Undécima. Aquel 13 de junio de 1956, el día en que, utilizando la jerigonza de Piqué, bien podría decirse que "empezó todo", el conjunto blanco comenzó a cimentar su fama de equipo mítico y campeonísimo, un equipo que luchaba hasta el último minuto y que era capaz de superar todas y cada una de las adversidades que iban surgiendo a su paso; mucho tiempo después, el añorado Juan Gómez Juanito acuñaría aquella idea tan fantástica de que noventa minuti eran molto longo en el Bernabéu, pero el tiempo reglamentario ya se le hizo inacabable al Stade de Reims hace más de medio siglo, y en el Parque de los Príncipes además, puesto que asistió a la remontada merengue, primero de un 2-0 y después de un 3-2 hasta el 4-3 definitivo que dio paso a... La Primera.

Ya sea por ignorancia, por envidida o por pura maldad (y yo apuesto decididamente por esto último puesto que, hoy en día, el conocimiento se encuentra a un sencillo golpe de ratón) el antimadridismo suele quitarle mérito a las primeras Copas de Europa del Real (aunque, y a las pruebas de lo sucedido con la última ganada en el pasado mayo, eso no haya cambiado demasiado) achacándolas más a la debilidad de los rivales que al corazón y calidad de los jugadores blancos. Es cierto que el Stade de Reims que salte esta noche al Bernabéu para conmemorar la primera final de la Copa de Europa será un equipo casi desaparecido del mapa internacional pero, allá por 1956, acababa de ganar la Liga francesa, competición que volvería a conquistar otras tres veces más en los años inmediatamente posteriores; aquel equipo estaba liderado ni más ni menos que por el inigualable Raymond Kopa, que luego ficharía por el Madrid y contribuiría a ganar otras tres Copas de Europa vistiendo la camiseta blanca.

Me parece maravillosa la idea de que el once veces campeón de Europa se presente esta noche ante su afición y que lo haga, además, después de haber ganado La Undécima y de haberse proclamado supercampeón europeo, en el Trofeo Santiago Bernabéu (que, al parecer, Florentino Pérez iba a eliminar del mapa) ante el Stade de Reims y con jugadores que, como es el caso de Asensio, que será presentado oficialmente hoy, no entraban en los "planes de negocio" del presidente del Real Madrid. En Europa y en el mundo entero se admira y se quiere al mejor club deportivo de la historia, no en vano el Stade de Reims tuiteó el pasado 13 de junio, minuto a minuto y desde su cuenta oficial, aquella final de hace más de sesenta años; aquí, en España, existen a diario muestras exactamente de todo lo contrario. Ya lo dijo don Santiago Bernabéu: "El antimadridismo es el precio que hay que pagar por tener más Ligas y más Copas de Europa que nadie". De La Primera a La Undécima y tiro porque me toca.

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