viernes, 16 de diciembre de 2016

GRANDES TOREROS DE PLATA, HABLAMOS CON PEDRO SANTIPONCE.


Un par para la historia.

Hoy hablamos con un gran torero de plata, Pedro Santiponce. Una persona encantadora que nos da una auténtica lección de TOREO. Una carrera llena de gloria en la que llegó a ocupar la portada de ABC con un inolvidable para a un inmenso Miura. Su carrera, ejemplar. Hablamos con Pedro Santiponce.



GRANDES TOREROS DE PLATA, HABLAMOS CON PEDRO SANTIPONCE.

¿Por qué quiso ser torero?

Quise porque en mi casa se olía a torero. Mi hermano Luis Mariscal, fue novillero y yo le "bauticé" como Papa Negro. Cuando volvía yo miraba el pañuelo en el que venía el traje para ver cuántas orejas había cortado y eso me daba mucha afición. Le decía que no teníamos General Mola pero sí El Almendral. 


¿Por qué no salieron las cosas?

Yo tenía una afición muy buena pero no tenía las cualidades. Como decía Camino "Hay que tener 100 cualidades para llegar arriba y el que tiene 99 se queda en casa"
He visto muchísimos toreros pero a ninguno con la afición de mi hermano. Casi todo el toreo se reunía en Junio en Madrid, tras San Isidro, para buscarse la vida. Yo estuve, gracias a Botito, trabajando en el Sanatorio de Toreros cuando estaba de médico el Doctor Máximo García de la Torre y el Doctor Olavide. Me tiré tres años en la cocina y toreando sin caballos en pueblos que llevaba Cañones. A partir de ahí me di cuenta que quería intentarlo.
Toreé cuatro tardes en Madrid con Chopera, en Barcelona me dieron una cornada en el vientre. Toreé unas treinta novilladas picadas hasta que en una novillada de Mari Carmen Camacho, con Calvo y Manzano, me corté la coleta. El novillo me dio una voltereta y vi que me costó volver al lugar que debía. Le dije a Andrés Vázquez, que estaba en el callejón, "salga fuera maestro que mi época de torero ha terminado".
Yo siempre tuve presente la frase de los taurinos de "hay que tirar siempre la moneda al aire, caiga como caiga". De ahí a banderillero.


Una nueva época

Tenía mucha relación con Manili, me ayudó mucho. Una vez toreé en una corrida con Peralta y Madridejo y me dijo que entrara de banderillero que al año siguiente me ayudaría. Debuté en Arnedo con Móndejar, luego Manili y la de Escolar y Sevilla y Guardiola.
Cuando no lo tenía claro me llamó El Vito y me dijo "Santiponce, que Manili me ha dicho que no le importa que te vengas con Ojeda". Le dije que me permitiera sentarme porque me iba a caer, !IMAGÍNATE!

El torero nos cuenta cuándo conoció al genio de Sanlúcar

Le conocía en Santa Ana vestido de soldado, yo era cocinero. Le ayudaba Navarro de Olivares y le conocían como El Latero. Cuando empecé con él, Recio se fue con Antoñete, toreamos quince. El primer festejo fue en Málaga mano a mano con Curro y no me salieron bien las cosas pero en Puerto Banús me salió un sobrero de Paco Rubio al que entendí y Paco dijo que éste era el banderillero que él quería. Estuve dos años y guardo muchos recuerdos. 
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¿Cómo es el maestro?

Como torero, un fenómeno. Un diestro de una capacidad tremenda que se puso en un sitio que solo habían pisado Belmonte y Manolete. Coincidimos toreando vacas en la Marisma cuando estuvo parado. Le vi y dije "cuando le pongan..." Le pusieron en El Puerto, Nimes, Barcelona (cortó un rabo), Sevilla (Barral), Puerto (cuatro y rabo la tarde de los jaboneros de Osborne). El 12 de octubre le vi en Sevilla y un banderillero amigo me dijo "hemos tenido la suerte de ver la resurrección de Belmonte".
Mira, me acuerdo un día en Huelva que estábamos con una de Gabriel Rojas. El toro le quitó la muleta y yo salí a auxiliarle. Me miró y me paró. Se agachó al pitón, recuperó la muleta de debajo de la pala del pitón con la mano y paró el tiempo.
Recuerdo otro día en la Marisma. Él llevaba un pañuelo para que no le reconocieran y cuando se lo quise quitar sentí que casi me arranca la cabeza (risas).

¿Cómo era la Marisma?

Las recuerdo con mucha felicidad. Si yo hubiera cuajado los toros como cuajé las vacas allí, sería figura del toreo. Me veía feliz. Había quinientas vacas, todo estaba abandonado. Toda la gente que quería ser torero iba allí. Silverio Sierra me acompañaba siempre, me dieron tres cornadas. El doctor Vila decía, ¿otra vez aquí Pedro?. El día de mi debut le dije "vaya preparando el quirófano que dentro de un rato estoy aquí", así fue. Rafael Moreno me hizo la crónica más bonita que puede hacerse a un novillero y maté el segundo con el vaquero de un arenero. Aquí me decían que si no tenía para otra cosa (risas).

¿Por qué fue usted libre?

Pagué mi inexperiencia con Ojeda, fue mucha presión para mí. Era un torero de mucho respeto. Cuando su mozo de espadas, Diego Robles, me dijo que no seguía pensé en Paquirri cuando le amenazó Chopera en Bilbao. 

Don Pedro nos cuenta la anécdota

Una tarde en Bilbao con Teruel llovía a mares y Paquirri le dijo que no toreaba por el agua y Chopera le dijo que se iba a acordar de él. Hizo la proeza de terminar la temporada en octubre y ponerse a entrenar olvidándose de todo. Pensó que no estaba Chopera en Castellón, Valencia, Sevilla ni Madrid y que se iba a enterar quién era él. Triunfó en todas y el empresario fue a la habitación a buscarle y le hizo Burgos, Logroño, Salamanca, Mont de Marsan, Bayona... Me acordaba de esa anécdota que me contó Alcalareño y eso hice yo.
Me preparé de una forma tremenda pero esto es una profesión de día a día, por eso he admirado siempre a mi hermano.

Estuve nueve años con Tomás Campuzano, dos con Cepeda, Curro Durán, Emilio Oliva... Los años con Campuzano, inolvidables. 


¿Por qué se retiró tan pronto?

Estuve con mi sobrino, Salvador Cortes. Un novillo me pegó una cornada, era de Navalrosal. Padrós me dijo que tenía ya nueve cornadas y debía pensarlo. Tenía 46 años y me acordé de Vito cuando le cogió uno de Bohórquez en Murcia y se tuvo que quitar. Había llegado mi hora y no era el momento de seguir arrastrándose sin facultades.
Había estado un año parado porque un toro de Manolo González que salió como una bala del caballo me destrozó la pierna. Yo iba con Cepeda.

El torero nos señala que es capaz de predecir la lluvia por las señales de una cornada de un toro de Adolfo en Pamplona. 32 cornadas jalonan la carrera de un grandisimo torero.De la cobertura social de un banderillero nos señala que Paco Domínguez le arregló todo muy bien.


¿Cómo ha cambiado el toreo maestro?

Aprendía la pureza de andar de frente, las banderillas a la altura de la montera, cuando el toro se te viene corres para atrás y te abres. Con el volumen del toro es difícil porque tarda una eternidad en arrancar y se la debes provocar tú. Recuerdo un sobrero de Conde de la Maza en Miura que me arrancó a enorme velocidad y pude correrle para atrás, puff...

Si le hablo de un par suyo a un Miura...

Bandolero, número 58. Un cartel con los Campuzano y Manili, impresionante. Tengo imágenes grabadas en un vídeo. Mi sobrino decía "vaya toro le ha tocado a Manili" Pesaba 700 kilos. Un amigo mio me dijo que si había comprado el periódico y fue mi mujer a por él. Me vi en la portada. "Coño, la primera vez que un torero de plata sale en la portada" Me ví ahí, con los pitones del Miura en la barriga. Me hizo mucha ilusión y satisfacción personal.


Es un maestro. La charla me tiene embobado, me ha ganado y no lo oculto. Habla en torero, lo que siempre será. Lo hace hasta de temas escabrosos.

El túnel ha existido toda la vida de Dios. Hoy ya no es un túnel, es más grande. Favores hay que hacer a los chavales cuando empiezan. Ponce y Tomás Campuzano han llevado en su cuadrilla muchos años a los que han colaborado con ellos de jóvenes. Yo he leído que El Viti, sin las mil pesetas de Pérez Tabernero, no hubiera podido ser torero.

¿Se cobra menos y luego se recupera?

Sí. Hay que ser agradecido y el que te haya ayudado, luego se lo devuelves. Si tú ayudas a un chaval que no tiene dinero y cuando llega la grandeza no se acuerda, te da qué pensar pero si te encuentras con hombres... 

De los banderilleros de ahora señala a Zamorano, Algabeño, los que van con Padilla y a su hijo para el que todavía no ha parado su tren pero que tiene condiciones. 

Decía Rafael Corbelle que el buen banderillero se ve con el capote

Él tenía un poderío tremendo con el capote. Yo admiraba mucho a Martín Recio. Cuando ví a Martín con el toro de Joselito del hierro de Peralta en Sevilla me dio moral y me puse a entrenar. 
Un banderillero debe ser completo pero la mejor cualidad era la de Antonio Cobo, tenía todo. Armencilla, que hizo lo mismo que Casanova al toro de Pepín, con uno de Guardiola... Corbelle ha sido... !puff!, El Ecijano, mi hermano que tiene setenta años y sigue entrenando... Yo me he puesto gordito pero él sigue igual y de vez en cuando le pega veinte a una vaca. 

¿Con qué toro se queda?

Uno de Cuadri en Pamplona, me estaba esperando en el burladero antes de que yo llegara. Era sobrero de una de Miura. Me hizo pasar un quinario.

¿El encaste más difícil?

Cuadri en banderillas. Uno en Huelva, con Cepeda, maricón el último. Le veía escarbar y yo decía que me quería enterrar. Luego Cepeda cortó las orejas pero a me hizo pasar... Alonso Moreno me lo hacía pasar fatal.

En su época ya se paraban menos toros con el capote por los toreros de plata.

En treinta años he parado pocos. Recuerdo uno de Palha en Beziers. Salió uno de Bartolomé que se echó y saltó de sobrero. Oliva me hizo pararlo y si le mides la velocidad hubiera pasado de 150. Le pude dominar y estuve muy bien.
A los cuatro días en Bilbao echaron un toro de La Fresneda. Le tocaba lidiar a Hipólito y recuerdo que Zabala dijo "Cinco de Miura para correr y uno de La Fresneda para volar". Hubo un momento en que estábamos todos en lo alto de la barrera, sembró el terror. Emilio padre me dijo que por qué no le había lidiado como al de Beziers. A mí no me tocaba pero a ése nadie le podía dominar. Zabala sentenciaba. 

¿Qué piensa del toro de ahora?

Tiene mucho volumen. Yo cuando veía en Madrid el toro de agosto tan grande...
Tengo una anécdota de un toro de Álvaro Domecq en Córdoba con Ortega, Espartaco y Oliva. Llegó Camará y le dijo a Oliva que le había tocado un toro que iba a ir para atrás. Me tocó banderillear y Emilio se puso, le pegó cinco largas. Dos puyazos, iba como un tiro y no paró de embestir. Dos orejas.
El toro para poder repetir debe tener, aparte de raza, cien kilos menos. Las cornadas las dan los pitones, no los kilos. Una bala, si yo la toco, no hace nada pero con el fusil...

¿Se ha perdido el respeto a los toreros de plata?

Sí, había quinientos cuando empecé y ahora hay más de cuatro mil, cada uno de su padre y de su madre. Me acuerdo de Mangui cuando bajaba las manos en Sevilla, se quedaba la plaza en silencio. Hoy hay muchos banderilleros. 

Esto es muy serio. Recuerdo una frase de Rosco "Santiponce, quién te ha visto y quién te ve". Llegar a Sevilla y ese silencio... Un día el que daba las banderillas nos dijo a mi hermano y a mí, "tened cuidado", mi hermano dijo "¿cómo dices eso con el miedo que llevamos?" A mí hermano le han tocado nueve veces la música en Sevilla y a mí ocho, algo tendríamos. En Madrid porque no existe.

Pero si salió al tercio

Ofú, un montón. Desde la de Escolar con Manili en la que Jaro le dijo a mi hermano que yo tenía proyección. Pacorro le dijo a Acevedo que yo tenía mucha proyección como banderillero. Esas cosas me daban valor. 

¿Se han perdido valores en el toreo Don Pedro?

Sí, no escuchar a los profesionales. Esta conversación la tengo con dos jóvenes y me dicen "otra vez lo mismo". Yo me embobo escuchando a picadores hablando en el plus. Uno que empieza no escucha, sé que lo hemos dicho veces pero ellos dicen "!otra vez el viejo!". Me embobo escuchando a Armencilla, a mi hermano, a Tito... esos valores ahora no se aprecian. 

¿Con qué torero se queda?

De los que he visto, Paco Camino, era mi concepto. Otro que también ha sido Antoñete, esa forma de poner el pecho. Manzanares padre...
El Viti, un día le brindó mi sobrino un toro en Sevilla. Al recoger la montera se bajó, saltó al callejón y se la dio. Ahora parece que te la tiran a la cabeza cuando te la devuelven.

Con los que he estado con Manili y Tomás Campuzano. Me acuerdo también que Cepeda me hizo de banderillero lo que nadie. Fui a embarcar una novillada que mataba mi sobrino Pepe Luis García que llegó a matador aunque mató dos. Me pegó el novillo al abrir la puerta reventándome el muslo. No pude ir con Cepeda ese día. Reaparecí a los veinte días y me pagó la que toreé y otra. Yo dije que no había toreado más que una pero él me pagó las dos, "no has ido pero se te paga". Que te paguen una corrida pese a no ir por un percance, deja huella. 

Acabamos hablando de un amigo común. El torero, entre risas, señala que Hijosa, alcalde de Villaseca, será el reemplazo de Rajoy. Admira ese pueblo y a este amigo común por los "cojones que tienen" y por cómo tienen al pueblo tanto en los toros como en los campos de fútbol con césped, como en todo, son ejemplares. 

Nos despedimos, la conversación hubiera dado para más porque el torero es una enciclopedia con el corazón abierto a quién le quiera escuchar para aprender de un gran torero de plata. Sin duda, me quedo con la sensación de que habrá segunda parte y con la seguridad de haber hablado con un TORERO y una persona especial.

1 comentario:

  1. Conocí a pedro en un bar de Ciudad Aljarafe (Mairena del Aljare), los ratos que pasamos fueron increible, anectotas y vivencias, entonces entrenaba a su sobrino Angel, era un tío alegre, me lo pasaba con él de miedo.
    Un abrazo para Pedro, gran persona.

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