jueves, 27 de abril de 2017

Real Madrid. Chorrada C / por Juan Manuel Rodríguez



Bill Shankly solía decir que el secreto del éxito de un entrenador consiste en tener contentos a 11 jugadores, "los 11 suplentes". Zidane los tiene tan contentos que, cuando salen, protagonizan exhibiciones como la de ayer por la noche. De ahí a escuchar tonterías del tipo de "este es el equipo que quiere el pueblo" va un abismo, que es el que algunos están dispuestos a saltar tan alegremente.


Chorrada C

Equipo A, Plan B... y Chorrada C. Después del 2-6 de anoche en Coruña, en un partido calificado por todos como trascendental puesto que este Deportivo había derrotado al Barça y empatado con el Atleti, aún me estoy preguntando qué hizo mal exactamente el entrenador del Real Madrid. El baño de los Isco, Asensio, James, Kovacic y compañía fue espectacular; asistimos, probablemente, al mejor y más redondo partido del equipo blanco en lo que llevamos de temporada, pero el mérito y la valentía de alinear hasta a 8 futbolistas que no suelen ser titulares habituales, y hacerlo además en un partido vital, fue de Zidane. Fue Zidane quien dejó a Cristiano en casa para poner a Morata. Fue Zidane quien dejó a Kroos en Madrid para alinear a Isco. Fue Zidane quien sentó en el banquillo a Keylor, Modric, Benzema y Carvajal. Fue él, no fuimos ninguno de nosotros. El éxito, por lo tanto, es suyo.

Bill Shankly solía decir que el secreto del éxito de un entrenador consiste en tener contentos a 11 jugadores, "los 11 suplentes". Zidane los tiene tan contentos que, cuando salen, protagonizan exhibiciones como la de ayer por la noche. De ahí a escuchar tonterías del tipo de "este es el equipo que quiere el pueblo" va un abismo, que es el que algunos están dispuestos a saltar tan alegremente. Están tan hartos los jugadores de oír las mismas boutades que ayer, nada más acabar el partido, Isco, que fue de largo el mejor, dijo que en el Madrid no hay ni A ni B ni C sino 24 futbolistas titulares. Así lo creo yo también. Como también pienso que hay partidos y partidos: ante el Sporting, sin ir más lejos, Zidane alineó a Casilla, Coentrao, Ramos, Nacho, Danilo, James, Asensio, Isco, Kovacic, Lucas y Morata... y el Real ganó por 2-3 a un equipo peor que el Depor con gol de Isco en el minuto 90. Nadie habló entonces del Plan B.

Por supuesto que la competencia es sana. Y tener jugadores como los que anoche desarbolaron al Deportivo es un bendito problema para cualquier entrenador. Isco es un genio y, por mucho que a algunos siempre les parezca poco el elogio que Zidane le tributa, el entrenador destacó especialmente su actuación. Asensio es buenísimo. James también. Y Kovacic, de quien se habla muy poco y que hizo otro partidazo silencioso. Pero, aunque el debate es sano y muchos lo fomentarán sin duda con buena intención, de otros no lo tengo tan claro. Estoy seguro de que hay quien alienta este debate para emplearlo contra Zidane, quien afortunadamente para el Real Madrid se muestra impermeable a la presión. También hubo quien, a la vista de la alineación y teniendo en cuenta la importancia de los 3 puntos, dijo antes del encuentro contra el Depor que la actitud de Zidane era temeraria. Después no, antes. Así que si los pones mucho, malo, y si los pones poco, peor. Lo mejor es que Zizou ponga a quien quiera cuando le parezca más oportuno. Y que todos nos dejemos de chorradas A, B y C.

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