jueves, 21 de septiembre de 2017

Año viejo en Cali / Por Jorge Arturo Díaz Reyes.


Paseillo en Cañveralejo. Foto: Camilo Díaz, www.cronicatoro.com

Suenan como novedades el recién graduado venezolano Jesús Enrique Colombo, y el rejoneador colombiano Jacobo Botero. Pero habrá más nombres en los carteles que posiblemente se anuncien antes de acabar septiembre. Oigo y oigo decir Ponce. No sé. Lamentablemente sí sé que la tradicional corrida de colombianos desaparece.


Hasta hoy están confirmados como espadas feriantes:
Sebastián Castella, José María Manzanares, Alberto López Simón yAndrés Roca Rey.


Año viejo en Cali

Cali, 19 de septiembre 2017
Cañaveralejo cumple sesenta años el próximo 28 de diciembre. Su temporada conmemorativa será entonces la número sesenta y uno, y contará con nueve festejos repartidos en dos ciclos.

El primero, la pre-feria, “Toros para todos”, de tres, entre el 10 y el 12 de noviembre tendrá una novillada picada y dos corridas de toros, quizás con dieciocho lidiadores; seis novilleros y doce toreros. Para lo cual se abrió una convocatoria libre.

El segundo, la feria propiamente dicha, del 26 al 31 de diciembre, tendrá seis corridas de toros. Se rumora que el día de cumpleaños habrá mano a mano de postín. Hasta hoy están confirmados como espadas feriantes:Sebastián Castella, José María Manzanares, Alberto López Simón yAndrés Roca Rey.

Suenan como novedades el recién graduado venezolano Jesús Enrique Colombo, y el rejoneador colombiano Jacobo Botero. Pero habrá más nombres en los carteles que posiblemente se anuncien antes de acabar septiembre. Oigo y oigo decir Ponce. No sé. Lamentablemente sí sé que la tradicional corrida de colombianos desaparece.

De ganaderías hay más certeza respecto a las que no vendrán. Las respetables de Mondoñedo, Santa Bárbara, Guachicono y Alahama por A o por B no entran en el nuevo formato del “Toro de Cali” y brillarán otra vez por su ausencia. De las contratadas, quizá Las Ventas, Ernesto Gutiérrez, Paispamba, Salento, Fuentelapeña… Los hierros, Herederos de Ernesto González y Juan Bernardo Caicedo, habituales de la plaza, ni suenan ni truenan hoy. Pero podrían ser.

Para la clientela, el moderado aumento del precio de la boletería, las facilidades de adquisición y la promoción del tendido joven son alicientes adicionales.

La discreción informativa, el no anunciar sino lo confirmado, es un estilo que ha impuesto el actual presidente Alfonso Otoya. Parquedad encomiable, pero que por otro lado impacienta prensa y afición, adictas a la noticia y la especulación cotidianas.

Quizás lo más importante sea que, pese al ambiente hostil, el acoso político y la forma salvaje como acabó la pasada temporada nacional en Bogotá, Cali no se rajá y vuelve a cerrar el año taurino en Colombia y el mundo.

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