lunes, 25 de diciembre de 2017

Democracia sí, pero... Rafael Comino Delgado




Aceptado que es la forma de gobierno por la que nos regimos, si nos detenemos a reflexionar sobre la misma nos daremos cuenta de que tiene pros y contras, como era de esperar. Incluso diríamos que tiene muchos más contras de los que creíamos en principio.

Democracia sí, pero...

Rafael Comino Delgado
Catedrático de la Universidad de Cádiz
El origen de la democracia se remonta a Grecia en el siglo V a.C. y significa "gobierno de la mayoría, gobierno del pueblo". Ya Platón y Aristóteles consideraban tres formas de gobierno: Monarquía (gobierno de uno), Aristocracia (gobierno de los mejores) y Democracia (gobierno del pueblo). Si bien ambos filósofos matizan su concepto de la Democracia; para Platón seria "gobierno de la multitud" y para Aristóteles, "gobierno de los más".[

Hoy día, en España, la palabra Democracia es una palabra demasiado utilizada, demasiado supravalorada y demasiado poco respetada, especialmente por los que más la emplean y más la defienden aparentemente. Podemos asegurar, sin temor a equivocarnos, que son los políticos populistas los que más la utilizan y también los que menos la respetan.

Pero de cualquier forma, lo cierto y verdad es que en el mundo más desarrollado culturalmente es la forma de gobierno preferida y aceptada, lo cual sorprende, pues indica que en este aspecto, es decir, en la forma de gobernarnos, de convivir, no hemos avanzado nada, o muy poco (estamos como estaban en la Grecia antigua), mientras que en aspectos científicos y tecnológicos el mundo ha avanzado muchísimo.

Aceptado que es la forma de gobierno por la que nos regimos, si nos detenemos a reflexionar sobre la misma nos daremos cuenta de que tiene pros y contras, como era de esperar. Incluso diríamos que tiene muchos más contras de los que creíamos en principio.

Como Pros hemos de apuntar en su haber que todo el mundo puede participar en la elección de los gobernantes y que según dicen algunos, especialmente los autodenominados demócratas y los que viven de la Política, es la mejor forma de gobierno posible. Desde luego de las distintas formas probadas es la menos mala.

Winston Churchill decía que "la Democracia es la peor forma de gobierno, si exceptuamos todas las demás".

Entre los Contras encontraremos muchos más:

1)El voto de un delincuente, de un criminal, tiene el mismo valor que el de un ciudadano honrado, decente, lo cual es una aberración mayúscula.

2)El voto de un ignorante, de un analfabeto, sin formación alguna, tiene el mismo valor que el de un ciudadano bien formado, con un cultura importante, que sabe realmente lo que es mejor para la mayoría, en los aspectos político, económico y social, lo cual es otra mayúscula aberración. Y como consecuencia de ello, hemos de tener en cuenta que, cuanto más ignorante sea una persona más fácil será de engañar por los políticos demagogos, populistas, que los hay por doquier. Gracias a la Democracia hay multitud de políticos, de mediocres para abajo, que viven del cuento toda su vida, sin haber aportado nada útil a la sociedad. 

La experiencia y los años me han enseñado que cuando veamos un político constantemente pidiendo más democracia y de más calidad, no debemos fiarnos de él porque, casi seguro, está mintiendo, es un demagogo, un populista, entendiendo por demagogo "aquel que predica doctrinas que sabe que son falsas a personas que sabe que son idiotas" (Henry Louis Mencken, periodista y escritor norteamericano). En este sentido Churchill pensaba, con acierto, que, "donde hay un gran margen para la libertad de expresión (es lo que piden los demagogos populistas) hay siempre una cierta cantidad de opiniones estúpidas". 

Por tanto, ¡cuidado con los demagogos!, pues como decía Ortega y Gasset, "son demoledores de civilizaciones"

Los antiguos sabios griegos Sócrates, Platón y Aristóteles fueron muy críticos con la Democracia.

Sócrates, "el hombre más bueno, más justo y más sabio", según su discípulo Platón, no es que fuera antidemócrata, es que identificaba el conocimiento moral con la conducta de la persona, y decía, "quien conoce el bien lo practica. La ignorancia es la causa del mal". Proponía que debían mandar los mejores, los más sabios (que debían tener ante todo modestia), a los que exigía honestidad moral e intelectual. En la Democracia griega que vivió Sócrates las cosas no eran como él pensaba debían ser, por eso se opuso y fue condenado a beber cicuta. 

Naturalmente, la Democracia actual adolece de los mismos defectos, o más, que Sócrates criticó en la ateniense. No mandan los mejores, y no todos los que mandan son honestos. Por tanto el concepto que Sócrates tenia de la Democracia era otro, que posiblemente no sea posible llevar a cabo debido a los defectos innatos del ser humano.

Platón estaba insatisfecho con la democracia ateniense de su época, tal como exponía en la Carta VII, y rechazaba que cualquier ciudadano tuviera capacidad para desempeñar cargos públicos, no solo por su formación sino también por sus virtudes. Ponía el ejemplo del barco: "Si no aceptaríamos viajar en un barco cuya tripulación fuese muy inexperta, como vamos a aceptar que el Estado esté en manos de la masa ignorante, fácil de manipular y engañar, y más aun si es de dudosa moral".

Según él, en la Democracia ateniense, los gobernantes eran una minoría de políticos demagogos, que se aprovechaban de la ignorancia del pueblo, y su decepción fue total cuando aquella Democracia condenó a muerte a su maestro Sócrates, que era infinitamente mejor que todos los gobernantes. Ello le confirmó definitivamente que la Democracia no era un buen sistema, y propuso el "gobierno de los filósofos", personas que habían alcanzado la sabiduría y la virtud.

En definitiva, proponía que la toma de decisiones no fuese de la mayoría sino de los más capacitados para ser más justos y buscar el bien de todos. Realmente proponía una "Aristocracia, o gobierno de los mejores en virtud y saber"

Aristóteles, más crítico aun que Platón con la Democracia, a la que consideraba una forma política muy defectuosa, una perversión moderada, decía que esta corría el riesgo de desembocar en una Oclocracia (gobierno del populacho, de la plebe), en una Tiranía (gobierno de un autócrata como serían, en nuestra Era, Hitler, Stalin, Lenin, los Castro en Cuba, Maduro en Venezuela, etc) o en una Oligarquía (gobierno de de unos pocos de clase social elevada), de hecho defendía la Monarquía. 

Isócrates, otro sabio griego de los siglos V-IV a.C. , advertía de que "la democracia puede autodestruirse porque se abuse del derecho de igualdad y del derecho de libertad, al enseñar al ciudadano a considerar la impertinencia como un derecho, el no respeto de las leyes como libertad, la imprudencia en las palabras como igualdad y la anarquía como felicidad."...

Esto es justo lo que pasa en las democracias actuales, especialmente en la española. La izquierda radical, demagoga y populista, pretende destruirla, pidiendo más Democracia y de más calidad, cuando en realidad esa izquierda no cree en la Democracia, ni en la libertad, ni en la persona, sino en la dictadura (no de los mejores sino de los peores intelectual y moralmente), que al fin es lo que pretende implantar, una vez destruida la Democracia. 

Henry Louis Mencken pensaba que , "La Democracia es una creencia patética en la sabiduría colectiva de la ignorancia individual ". Para George Bernard Shaw, " En La Democracia se sustituye el nombramiento hecho por una minoría corrompida, por la elección hecha merced a una mayoría incompetente". Don Jose Maria Ortega y Gasset, cumbre de la intelectualidad española, advertía, "Cuidado de la Democracia. Como norma política parece cosa buena. Pero de la Democracia del pensamiento y del gesto, la Democracia del corazón y la costumbre es el más peligroso morbo que puede padecer una sociedad". El mismo Winston Churchill, demócrata contrastado afirmaba, " El mejor argumento en contra de la democracia es una conversación de cinco minutos con el votante medio". En esos cinco minutos nos daríamos cuenta de los pocos conocimientos que tiene, y de su incapacidad para emitir un voto razonable. 

Pero es que la Democracia significa, en muchos casos, exactamente una crueldad, una injusticia, que Thomas Jefferson expuso de forma clarísima: "La Democracia no es más que el gobierno de las masas, donde un 51% de la gente puede lanzar por la borda los derechos del otro 49% ".

Entendemos que, al menos, para temas muy importantes, de gran transcendencia, como podría ser la salida del Reino Unido de la UE., se debería exigir una mayoría mucho más amplia que el 50%. Por otra parte, luego están las leyes electorales que pueden llevar, de hecho, a situaciones en que un voto vale según el lugar donde se emita, como ocurre en España, y que lleva a la paradoja de que el bloque constitucionalista tiene más votos, en Cataluña, que el independentista, pero estos últimos son los que gobiernan. En definitiva, que la Democracia ya en sí misma es muy imperfecta y los políticos la hacen mucho más perversa.

Naturalmente cualquier forma de gobierno tendrá sus pros y sus contras, pero creemos que puede haberlas mejores que la Democracia. Habrá que buscarlas, pero eso tal vez no convenga a los políticos que con el actual sistema se han preparado una forma cómoda y muy rentable de vivir.

Nosotros , en teoría, seriamos partidarios del gobierno de los mejores, tal como proponía Platón, pero tiene un inconveniente, "¿quién decide cuales son los mejores?".

Podría elegirse una persona muy inteligente, prudente, sensata, que ha vivido bajo unos principios de moral probados a los largo de su vida, de edad no demasiado joven, tampoco demasiado viejo, porque todos sabemos que cuanto mayor se es, también se es más prudente, que haya demostrado interesarse por el bien común y no solo por el propio, dispuesto a cumplir y hacer cumplir de verdad (no como pasa en nuestra Democracia) las leyes. Una vez elegido dejarle que aplique su programa durante cuatro- cinco años sin oposición , aunque si control, siempre sabiendo que la mentira, la corrupción, la prevaricación estarán penadas con cadena perpetua, sin posibilidad de indulto.

En resumen, y a modo de conclusión, podríamos decir que pedir Democracia es fácil y queda muy bien; practicarla es más complicado, pues una cosa es ser verdadero demócrata y otra decir que se es, porque hoy día eso es lo políticamente correcto. Conozco muchísimos que lo dicen y pocos que lo son. 

Se diga lo que se diga no se pueden comparar cosas incomparables, no se puede comparar la opinión de una persona inteligente, muy bien formada, con amplios conocimientos en general, con la opinión de otra persona que es analfabeta total, o es un delincuente, un criminal que solo busca su interés propio sin importarle los demás.

En la forma de gobierno prácticamente no hemos avanzado desde la antigua Grecia. Seguimos con los mismas deficiencias.Con seguridad tiene que haber formas mejores que la Democracia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario