sábado, 25 de mayo de 2019

LAS VENTAS. ¡O caja o faja! / por Paco Mora



Y Madrid que es tan sensible para el arte del toreo, también lo es para el valor y la entrega del “todo o nada”, y ha cabalgado la ilusión de Miranda haciéndola suya y tomando parte activa en el acontecimiento.

¡O caja o faja!

Paco Mora
¡Vaya lio que ha montado hoy David de Miranda en Las Ventas! Una vez más ha quedado demostrado que a un compromiso así en Madrid solo se puede ir de dos maneras: a bordar el toreo, ese que pespuntean con hilo de oro Morante, Aguado, El Fino o Curro Díaz, o a jugarse la vida de toda la familia sin la mínima reserva. Y el onubense ha elegido esta última opción. Y le ha salido la jugada redonda. Ahora mismo solo hay dos nombres que suenan con fuerza en los corrillos de los alrededores de Las Ventas: el de Andrés Roca Rey y el de David de Miranda. Luego, en tono menor pero con toda su importancia, en el día de hoy también se habla de la entrega, el valor y la verdad sin escondites ni ardides de ese lorquino que responde al nombre de Paco Ureña.

No se puede ir a Madrid y en San Isidro “de miranda”, a ver como salen las cosas. De ese coso, el más importante del mundo taurino, hay que salir con el romano “vini, vidi, vinci” del César o excusar la asistencia dejándolo para mejor ocasión. El de Huelva, que ha vivido un calvario de dos años inutilizado para ejercer la profesión eje e ilusión máxima de su vida, ha visto la ocasión frente a un gran toro de Juan Pedro, al que solo se le podía hacer frente por vía testicular, y consciente de que la ocasión la pintan calva ha decidido jugar a vencer o a morir.

Y Madrid que es tan sensible para el arte del toreo, también lo es para el valor y la entrega del “todo o nada”, y ha cabalgado la ilusión de Miranda haciéndola suya y tomando parte activa en el acontecimiento. Con un toro tan enormemente bravo, fuerte e inagotable como el “juanpedro” solo había una manera de hacerse notar y era montándose en él y responderle con la honestidad y valor que exigía su extraordinaria manera de embestir. La actitud de David de Miranda le ha conducido a un gran triunfo. Y su actuación de esta tarde ha sido una autentica revelación.

El Juli no ha tenido su tarde, y con su largo y preclaro historial nadie podía esperar romances de valentía innecesarios a estas alturas de su carrera.

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