sábado, 26 de febrero de 2022

Duelo de titanes, en el Club Taurino de Cehegín: "Rafaelillo" y Javier Hurtado


El matador de toros Rafael Rubio ‘Rafaelillo’ y el periodista taurino Javier  Hurtado se miden en un mano a mano que ya es historia de la tauromaquia local.

Duelo de titanes, en el Club Taurino de Cehegín 

El Club Taurino de Cehegín ha celebrado la que, con toda seguridad, haya sido  una de las noches más importantes para este grupo de aficionados, englobada en su VI  Ciclo Cultural, dedicado al crítico local Felipe de Paco "Calañés", y que ha contado con  la participación del torero Rafaelillo y del periodista Javier Hurtado, de Televisión  Española. 

Fiel a su tradición, la sede del club ha vuelto a agotar el papel en esta  espectacular charla, que ha tenido tantos momentos álgidos que los presentes han  reconocido con numerosas ovaciones, gracias a una tertulia que ha estado a la altura de  las mejores plazas de primera categoría. 

Rafaelillo, a quien el Club Taurino de Cehegín ha distinguido como Socio de  Honor de éste, ha estado arropado por profesionales de irrefutable calado, como el  torero ceheginero Antonio Puerta, los toreros de plata Pascual Mellinas, Antonio  Macanás y Carlos Pacheco, los periodistas Mariano Molina y Pepe Castillo, el fotógrafo  Paco Sastre y el artista plástico Nicolás de Maya, entre otros. 

Este reconocimiento a sus 25 años de alternativa ha estado dirigido por el  popular presentador del programa Tendido Cero de Televisión Española, Javier Hurtado,  quien en varios momentos ha puesto en un real aprieto al lidiador del Barrio del  Carmen, el cual ha sabido echar un paso atrás o dos hacia delante, según le viniera el  envite de su adversario de mesa redonda. 

El diestro ha mostrado su felicidad por “estar en un templo del toreo como es  Cehegín”, ha asegurado, ciudad que siempre le ha mostrado un cariño enorme, debido a  su decencia como torero y al cariño que éste siempre le ha transmitido al "respetable" de  esta localidad. 

Preguntado por Hurtado sobre la diferencia entre las corridas duras y las  comerciales, el espada ha dicho que “la clave está en el porcentaje de triunfos”,  explicando que es más fácil tocar pelo con una ganadería "cómoda" que con lo que suele  él torear cada tarde, “en la que la presión y la responsabilidad es muy fuerte. El toro  duro es más imprevisible en sus embestidas. Muchas veces va a por ti, te quiere arrancar  los machos”, ha añadido.

Sin lugar a dudas, él entiende el arte “como una emoción, un sentimiento, el cual  te puede llegar de diferentes formas”, asegura. “Al animal hay que saber dominarlo,  pero que a la misma vez esté cómodo. Debes sacar tu oficio sin que el toro se dé cuenta.  Al final esto es un diálogo. El toreo es psicología”, ha reafirmado. 

Rafaelillo, quien ha contestado a todas las preguntas minuciosamente escogidas  por el veterano periodista, ha explicado a su vez que las escuelas taurinas “son muy  importantes, ya que ayudan mucho a los chicos, pero con ellas se ha acabado el  romanticismo. Las escuelas les dan el empujón a quienes quieren ser toreros, pero la  personalidad de cada uno hay que dejársela intacta porque aquí triunfa el que aporta  algo distinto”. 

Ha rememorado sus primeros pasos en el mundo del toro, desvelando que “la  primera vez que me puse delante de una becerra me meé encima porque entré en pánico.  Yo tenía en ese momento ocho años y ya quería ser torero”. Para sorpresa de muchos, el  matador ha compartido una anécdota sobre el torero ceheginero Pepín Liria cuando  también comenzaba en este mundo tan complicado del toro. Rafaelillo ha confesado que  “yo quería ser torero y va mi padre y le regala una muleta a Liria, y además llamó al ya  desaparecido Antonio González Barnés para que le hiciera una entrevista para La  Opinión. Imagínense”, ha comentado entre risas. 

Enlazando unos temas con otros, asegura no haber vetado nunca a ningún torero.  “Cuando no me ha interesado torear con alguien, he preferido quitarme yo del cartel,  porque no quería hacerle daño a nadie. Y esto es porque conmigo sí lo han hecho. A mí  me han vetado. Lo he sufrido en mis carnes. Allá cada uno con su conciencia. Me  considero una persona fuerte, no por lo que he conseguido, sino por lo que he  superado”, de lo que se siente muy orgulloso. 

Asimismo, se confiesa “más de Sevilla que de Madrid”, declaración que ha  activado un acalorado y amistoso debate con Hurtado, quien asegura ser “más de  Madrid que de Sevilla, porque el público madrileño es más sincero que el sevillano. El  silencio de Sevilla es una capa que todo lo tapa”, argumentando que en la capital  andaluza no se critica un mal toro o cualquier otro aspecto que pueda dañar la imagen  de la Fiesta. 

En Sevilla, por cierto, Rafaelillo toreó muchas tardes, no cortando ningún  apéndice debido a la espada, pero dando vueltas al ruedo cada una de ellas. Cuando  recuerda su paso por la ciudad de la Giralda, el murciano no logra entender que siempre  lo repitieran allí incluso sin haber desorejado a ninguno de sus astados, mientras que en  2016, tras haber tocado pelo, no le volviera a sonar el teléfono. Tiene claro que ese año  fue su mejor temporada, acabando entre los toreros con más orejas en plazas de primera,  y sin embargo “después nada”, afirma con cierto amargor, “no me repitieron, pero ojalá  pueda volver a Sevilla algún día”, desea el diestro. 

El maestro murciano no se ha querido dejar nada en el tintero. Se ha acordado de  apoderados que para él marcaron su carrera en lo profesional y personal, tales como  Juan Collado, Pepe Sánchez, Joaquín López Ríos, Pepín Jiménez, Roberto PilesSimón Casas, entre otros, asegurando que cada uno, de una forma u otra, fueron  fundamentales en su carrera. Ahora le apodera Manolito Chopera.

25 años dan para mucho en una carrera profesional tan dura como la de matador  de toros, en la que la gloria y el infortunio marcan el paso de las horas, aunque Rafael a  estas alturas lo tiene claro: “A mí la vida me ha enseñado a separar lo profesional de lo  personal. Lo que hay que hacer es enriquecerse viendo lo que son capaces de hacer los  compañeros que han triunfado. Cuando dejé de compararme con los demás empecé a ser  feliz, crecí”

Con la entrega de una distinción a Javier Hurtado, por parte del artista Nicolás  de Maya, y la de la máxima condecoración que da el club, la de "Socio de Honor" para  Rafael Rubio "Rafaelillo", por parte del presidente del Club Taurino de Cehegín, Pedro  Moreno, ha dado por finalizado el acto, agradeciendo a los invitados su participación en  este ciclo cultural “que hace afición y por lo que hay que luchar”, ha apuntillado éste  último. 

Cehegín a 26 de Febrero de 2022 

Club Taurino de Cehegín

Plaza de Toros de Cehegín

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