sábado, 22 de abril de 2023

José Antonio Primo de Rivera / por Carlos Zarco

Y dele el Señor su descanso Eterno….

"...se le condenó a muerte con la complicidad política del gobierno de la República, II de su nombre. Ahora es curioso que en nombre de la Ley de Memoria Democrática se le exhume sin recordar en nombre de la misma, como, quien, donde y porqué le asesinaron, como los correligionarios del gobierno que lo hace son los mismos que le asesinaron..."

José Antonio Primo de Rivera

Carlos Zarco
ÑTV ESPAÑA/Madrid, 21 Abril 2023
Cuando el domingo pasado asistía a la misa en la Basílica del Valle de los Caídos, no sabía que era la última vez que asistiría junto a José Antonio Primo de Rivera a esta ceremonia religiosa en mi pueblo San Lorenzo de El Escorial.

Casi 83 años en los que el “Ausente” ha estado presente en este pueblo de la sierra de Madrid, unos años en el Monasterio de El Escorial, haciendo compaña con Carlos V, Felipe II y el resto de los reyes de España y otros en compañía de los Caídos por Dios y por España en la Basílica del Valle de los Caídos. No es mala historia de presencia o de ausencia como lo queramos medir cada uno. Agustinos y Benedictinos velaron su presencia en San Lorenzo de El Escorial, donde muchos de sus vecinos oraron junto a las tumbas que lo acogían y que curiosamente siempre nos acompañó en estos 84 años de paz, porque con él llegó la paz, perduró la misma en su presencia-ausencia y deseamos que continúe en su ausencia definitiva de este nuestro pueblo serrano.

Ahora su familia consanguínea ha decidido llevarlo a la capital de España, con San Isidro su patrón y junto a tantos camaradas y familiares que allí le acompañarán en espera de lo que, según sus cristianas creencias, llegará con el juicio final.

Ya tuvo su juicio, final para los no creyentes, en el que se le condenó a muerte con la complicidad política del gobierno de la República, II de su nombre. Ahora es curioso que en nombre de la Ley de Memoria Democrática se le exhume sin recordar en nombre de la misma, como, quien, donde y porqué le asesinaron, como los correligionarios del gobierno que lo hace son los mismos que le asesinaron. Que quienes no olvidan son los que persiguen su exhumación, como una persecución eterna que José Antonio sufrió, no sólo en su vida política si no después de su muerte. Cuatro enterramientos que con el próximo serán cinco, tantos como exhumaciones, parecen no casar mucho con “la paz de los muertos”.
Recordaremos siempre a José Antonio Primo de Rivera que estará siempre “Presente” entre quienes le hemos leído, porque su presencia está en lo escrito, en su legado político, en su forma de hablar, hacer y sentir, en su amor a España y a los españoles, su tierra, su historia y el destino que para ella siempre deseó y al que todavía muchos esperamos llegar.
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