lunes, 24 de julio de 2023

Una vida, cien euros / por Pla Ventura

"...Desde aquí nos solidarizamos con el doctor Crespo y con todos sus compañeros para felicitarles, para admirarles, para mostrarles nuestro apoyo y cariño y, ante todo, para contarle al mundo que, su labor no tiene precio. Gratitud para todo el colectivo de los galenos que, a los largo de la historia tantas vidas han salvado todo, por el precio de su afición porque, como ellos confiesan, son aficionados que acuden a las plazas con inusitada ilusión y, llegado el caso, “empuñando” el bisturí salvan la vida de los toreros..."

Una vida, cien euros
Pla Ventura
Toros de Lidia/24 julio, 2023
Las declaraciones del doctor Enrique Crespo nos pusieron a temblar cuando, tan celebrado galeno confesó que, para ser cirujano taurino hay que ser muy aficionado puesto que, lo de la remuneración que dichos doctores perciben es como para ponernos a llorar por la ridiculez de la que tan afamado doctor habló que, como confesara, muchas veces no tiene ni para la gasolina para hacer el viaje al pueblo que es llamado.

O sea que, la posibilidad de salvar una vida en un momento determinado vale ochenta euros. ¿Hay quién dé más? Vamos que, se entera uno de estos dislates y se le van las ganas de ir a los toros y, por supuesto, de no saber nada de semejante mundillo que, podrido por allí por donde se le mire, nos deja impávidos de la desdicha que podemos sentir.

Las miserias del mundo de los toros son incontables pero que, jamás había imaginado que pudieran llegar a tales extremos. Tras la confesión del doctor Crespo, no me quiero imaginar lo que percibirá el doctor García Padrós que, con toda seguridad trabaja gratis et amore por curar a los heridos y, como ha ocurrido en tantas ocasiones, salvando vidas. 

¿No hay presupuesto en las plazas de toros para remunerar a estos hombres que salvan las vidas de los toreros? No, no existe capítulo alguno al respecto.

No me queda otra opción que quitarle el sombrero ante la actitud de estos hombres apasionados, cirujanos pero, ante todo, aficionados porque con los emolumentos que reciben no pueden ni ir a cenar con su esposa por la noche a ningún restaurante. Coso de locos ¿verdad?

Como decía el doctor Crespo, los médicos jóvenes no están por la labor y tienen toda la razón del mundo. Ellos, como tales, son los que deben de presionar a los toreros, a las empresas y a todo el mundo para que se les asigne un “sueldo” digno que, nunca será el que corresponda porque, ¿qué vale salvar una vida? No existe precio posible pero, en el peor de los casos si debe haber un mínimo digno para que, ese hombre que, llegado el momento, bisturí en mano, salva la vida del torero herido.

Imagino que, el reportaje que emitió televisión sería como para poner en alerta al mundo de los toros para que comprendan la injusticia que están cometiendo contra estos hombres ilustres que, como finalidad, no es otra que salvar la vida de los toreros heridos. Desde aquí nos solidarizamos con el doctor Crespo y con todos sus compañeros para felicitarles, para admirarles, para mostrarles nuestro apoyo y cariño y, ante todo, para contarle al mundo que, su labor no tiene precio. Gratitud para todo el colectivo de los galenos que, a los largo de la historia tantas vidas han salvado todo, por el precio de su afición porque, como ellos confiesan, son aficionados que acuden a las plazas con inusitada ilusión y, llegado el caso, “empuñando” el bisturí salvan la vida de los toreros. ¡Enhorabuena para ese colectivo hermoso y ninguneado por los toreros y las empresas!
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