viernes, 4 de agosto de 2023

La dureza y verdad de la Fiesta / por Rafael Comino Delgado


Fernando Robleño sufre una cogida por su primer toro en la Plaza de Toros de Pamplona, dentro de la Feria del Toro de los Sanfermines 2023. EFE - Jesús Diges

"...Siempre la Fiesta de los toros ha sido muy dura y siempre ha habido cogidas más o menos graves, algunas causantes de la muerte, pero ahora sale el toro más grande que nunca y más bravo que nunca, aunque también es verdad que con más calidad y nobleza en su embestida, lo cual hace que lo que ha dado en llamarse “toreabilidad” sea mayor; permite que hoy día se le hagan cosas a los toros impensables hace 70 años..."

La dureza y verdad de la Fiesta

Rafael Comino Delgado
En los últimos meses han ido al hospital, sin ser muy exhaustivo, Morante de la Puebla, Sebastián Castella, Juan del Álamo, Robleño, Isaac Fonseca, Rubén Pinar, Álvaro de la Calle, Rafaelillo, Francisco José Espadas, Clemente, Roca Rey…, que son demasiados y ello demuestra la dureza y la verdad de la Fiesta de Toros, y también que los toreros se arriman una barbaridad, buscando, como es lógico, unos mantener su status de figuras, y otros abrirse un hueco en el escalafón para poder torear más de lo que torean y poder vivir de su profesión, que es una vocación nacida en lo más íntimo de su alma. Una vocación que sienten de forma terriblemente intensa, terriblemente fuerte, que les lleva a arriesgar su vida, a jugarse su vida sin la menor trampa, sabiendo que en un segundo la pueden perder.

Siempre la Fiesta de los toros ha sido muy dura y siempre ha habido cogidas más o menos graves, algunas causantes de la muerte, pero ahora sale el toro más grande que nunca y más bravo que nunca, aunque también es verdad que con más calidad y nobleza en su embestida, lo cual hace que lo que ha dado en llamarse “toreabilidad” sea mayor; permite que hoy día se le hagan cosas a los toros impensables hace 70 años. Pero tengo la impresión de que esta temporada está habiendo más cogidas de las que llevan al torero al quirófano, de lo que es  o era habitual, lo cual se explica, como decíamos, porque los toreros se arriman mucho, no quieren desaprovechar las ocasiones que se les presentan.

Por otra parte, todos estamos viendo como la máxima figura del momento, el maestro Andrés Roca Rey, es el que más se arrima, por tanto, es lógico que los que vienen detrás, toreros jóvenes, o no tan jóvenes, pero que llevan muchos años en la profesión sin haber logrado romper hacia figura, tratan de lograrlo cuando tienen una oportunidad, y más si es en una plaza importante.

Menos mal que la Medicina ha hecho muchos adelantos, y en general las enfermerías de las plazas de toros, por lo menos de primera y segunda, suelen estar bien dotadas, con equipos médicos muy bien preparados, que resuelven satisfactoriamente prácticamente todas las cornadas que se producen, pues de lo contario, tendríamos que lamentar muchas desgracias irreparables.

Sin embargo, al mismo tiempo se está dando en el toreo un hecho, que llama mucho la atención, y que es, hasta donde yo recuerdo, nuevo. Me refiero a que está siendo más habitual de lo deseable que un torero triunfe en Sevilla o Madrid, incluso de forma fuerte, y nadie le llame, ni para apoderarle ni para torear. Al respecto tenemos varios ejemplos: Fernando Adrián, que lleva muchos años en la lucha, ha abierto dos veces la puerta grande de Las Ventas en san Isidro pasado, y solo tiene, que sepamos, dos o tres contratos.

José Fernando Molina abrió la puerta grande de las Ventas como novillero en junio de 2022, después tomó la alternativa en la feria de Albacete, su tierra, y el pasado 16 de julio la confirmó en Madrid, dejando una grata impresión, porque es un buen torero, y no tiene ni apoderado.

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