martes, 24 de octubre de 2023

El pirata eres tú /por Antonio Valderrama


"...Sobre LaLiga penden todas las sospechas del mundo, y los encargados de organizarla y regularla se ríen cada fin de semana de los espectadores, de los clubes y de los futbolistas. Para colmo, Tebas nos llama piratas, cuando el único pirata que hay aquí es él y su espectáculo infame y degradante..."

El pirata eres tú

Antonio Valderrama
Dice Tebas que cada vez más gente ve la liga española, pero que cada vez menos paga por verla. Es decir, que sube el pirateo y que no sólo sabe quiénes son los que emiten fraudulentamente los partidos a través de páginas y aplicaciones clandestinas, sino que incluso puede saber “hasta quiénes los ven”. A chulo, aquí, en esta España despelotada que padecemos, no le gana nadie al gran patrón, que no se cansa de pedir una ley que, como en Italia, permita capar webs sobre la marcha, en mitad de los partidos: 

marca el Madrid un gol legal y mientras lo estás celebrando se te pone en negro la pantalla del ordenador, de modo que tienes que enterarte por Twitter de que De Burgos Bengoetxea lo ha anulado porque es un insulto para los feos que Bellingham sea tan guapo.

La cosa tiene lo suyo, no me digan que no. Toda esta escandalera con la piratería sale la misma semana en la que Joan Fábregas, en el diario catalán Ara, informó de que desde la 21-22 hay una “sala de operaciones” adicional a la sala VOR en la que alguien toma, desde Las Rozas, decisiones respecto de lo que ocurre en los partidos sin rendir cuentas a nadie pues, según el protocolo del videoarbitraje elaborado por la International Board, el Tribunal Constitucional del fútbol mundial, esto es ilegal.

El patrón, o alguien de su cortijo, es decir de LaLiga, reconoció al periodista Fábregas del Ara que en efecto “saben que existe esa sala, pero desconocen qué es lo que allí sucede en su totalidad”. Mira que hay periódicos y medios de comunicación que se editan en Madrid para toda España y que se ocupan de la actualidad deportiva, básicamente del fútbol: pues tienen que ser, qué cosas, los catalanes, los que siempre saquen la mierda cantante y danzante del fútbol español, aunque muchas veces les salpique a ellos, es decir al Fútbol Club Barcelona, que es la proyección física de sus disparates nacionalistas. Aunque allí la prensa está tan comprada como la que más, estas cosas hay que reconocérselas.

Clos Gómez

LA COSA ES DE PELÍCULA DE DISTOPÍAS: UNA SALA LLENA DE MONITORES DE TELEVISIÓN, UN MONSTRUOSO GRAN HERMANO DE LA PRIMERA DIVISIÓN, QUE LO REVISA ABSOLUTAMENTE TODO, QUE TUTORIZA LO QUE SE HACE EN LA SALA VOR PÚBLICA Y LEGAL Y, A SU VEZ, ESTÁ EN COMUNICACIÓN PERMANENTE CON EL ÁRBITRO. LO QUE, SEGÚN EL PROTOCOLO DE LA INTERNATIONAL BOARD, ESTÁ TERMINANTEMENTE PROHIBIDO.

¿Por qué será que ninguno de los ases del periodismo deportivo madrileño, algunos con sueldos de futbolista, se tragan siempre todos los sables y maman como benditos? Esa es una de tantas preguntas de las que nunca obtendremos respuesta. El mismo Joan Fábregas, en el ARA, ampliaba la información dando jugosos detalles apoyándose en el testimonio de Xavier Estrada Fernández, árbitro del colegio catalán recientemente retirado. La sala oscura llena de hombres misteriosos en la cual se deciden ganadores y perdedores del campeonato doméstico, de la vieja “liga de las estrellas” (¿se acuerdan?), se conoce en el mundillo como “sala de operaciones” y en ellas se interviene en caso de “error catastrófico” del árbitro. Aunque el CTA del inefable Clos Gómez ha negado que tal situación se produzca, el Ara aporta pruebas: un dossier enviado por el Comité Técnico Arbitral a los árbitros en los que se explica que el “VAR reserva” está compuesto por ellos mismos, Clos Gómez y Undiano Mallenco, los mandarines del actual estamento arbitral español. La cosa es de película de distopías: una sala llena de monitores de televisión, un monstruoso Gran Hermano de la Primera División, que lo revisa absolutamente todo desde todos los ángulos de cámara imaginables, que tutoriza lo que se hace en la sala VOR pública y legal y, a su vez, está en comunicación permanente con el árbitro. Lo que, según el protocolo de la International Board, está terminantemente prohibido.

El CTA lo niega y LaLiga lo admite pero desconoce qué pasa ahí dentro, en ese gran ojo que todo lo ve y que rige los destinos de organizaciones que invierten ingentes cantidades de dinero para disputar, en teoría, en buena y justa lid por un torneo, supuestamente, el segundo más importante del fútbol de clubes, después de la Copa de Europa.

PARA EXIGIRLE A ALGUIEN QUE SUELTE 120 EUROS DE UN SUELDO CADA VEZ MÁS RAQUÍTICO, QUE DA PARA CADA VEZ MENOS, HAY QUE, LO PRIMERO, NO TOMARLO POR IMBÉCIL

Aquí se reconocen cosas inauditas y no pasa nada. Luego Tebas quiere que un currito suelte mil quinientos pavos anuales por ver un espectáculo amañado, viciado de principio, una competición cochambrosa en la que por sistema al Madrid se le escruta con inquina cada acción favorable: cada revisión de un gol es una ordalía y lo peor, la clave del asunto, es que el aficionado sabe que el criterio por el cual al Madrid se le anula un gol o se le pita en contra un penalty no está recogido en ningún código convencional, aprobado lícitamente y publicado en alguna parte. Al revés: las normas no paran de cambiar, las manos, los fueras de juego, en lo que sí entra el VAR, en lo que no entra, en quiénes controlan las realizaciones televisivas, en cómo se muestran las imágenes que supuestamente deben apoyar las decisiones arbitrales a favor o en contra…todo es un caos deliberado que pretende confundir al espectador y lo logra.

Para exigirle a alguien que suelte 120 euros de un sueldo cada vez más raquítico, que da para cada vez menos, hay que, lo primero, no tomarlo por imbécil. Y, lo segundo, ofrecerle un producto cualitativamente superior, moralmente sano, sobre el que no haya ninguna sombra de sospecha. Sobre LaLiga penden todas las sospechas del mundo, y los encargados de organizarla y regularla se ríen cada fin de semana de los espectadores, de los clubes y de los futbolistas.

Javier Tebas

Para colmo, Tebas nos llama piratas, cuando el único pirata que hay aquí es él y su espectáculo infame y degradante. Sentarse a ver un partido del Madrid es someterse voluntariamente a una sesión de sadomasoquismo. No hay ningún placer, uno acepta ingerir veneno, acepta prestarse a una cosa muy sórdida y soez. Ni siquiera hay lugar para desquites simbólicos. Me gustaría pensar que Florentino Pérez no va a acudir al palco de autoridades de Montjuic el sábado que viene, ni que legitimará con su trato y su caballerosidad al presidente imputado de un club imputado por cohecho, al club origen y consecuencia de la podredumbre del fútbol español, de su descrédito. Pero lo mío es un deseo y la única realidad es que a día de hoy ese club sigue siendo el único socio del Madrid en el quimérico proyecto de la Superliga. Si el Madrid no alza la voz de manera contundente se pone a sí mismo en el riesgo evidente de que año a año, aquelarre tras aquelarre, ese club sucio a cuyo nombre los Rolling han ligado su reputación internacional (prueba de que, a efectos prácticos, fuera de los cuatro locos que estamos con esta matraca, el Barcelona sigue siendo percibido como víctima en lugar de como culpable) le recorte la ventaja en el palmarés nacional con la complicidad y el aplauso de periodistas lacayunos y de aficionados cipayos.

AQUÍ SE RECONOCEN COSAS INAUDITAS Y NO PASA NADA. LUEGO TEBAS QUIERE QUE UN CURRITO SUELTE MIL QUINIENTOS PAVOS ANUALES POR VER UN ESPECTÁCULO AMAÑADO, VICIADO DE PRINCIPIO, UNA COMPETICIÓN COCHAMBROSA EN LA QUE POR SISTEMA AL MADRID SE LE ESCRUTA CON INQUINA CADA ACCIÓN FAVORABLE

Como en España no hay ni opinión pública libre ni sociedad civil, personajes como Tebas se atreven a llamarnos piratas y a pedir que entren en lo que vemos por Internet como aquellos policías que en la pandemia se creían Rambo y le pegaban patadas a las puertas para clausurar peligrosísimos botellones de chavales en apartamentos privados. ¿Quién se ha creído Tebas que es para hablarnos de ese modo? Como está acostumbrado a tomarnos por tontos, quizá se haya creído que todo el monte es orégano. Pero como madridista que sólo habla por él mismo, si bien no puedo impedir que el Madrid siga atravesando este cieno inmundo como si nada, en mi nombre le digo a Tebas que baje el tono porque la piratería, cuando el estado de cosas es inmoral, a veces puede resultar la única legítima protesta.

Getty Images.

No hay comentarios:

Publicar un comentario