miércoles, 15 de mayo de 2024

Las Ventas. Confirmantes / por Pla Ventura

 

"..¿se confirma por aquello de hacerle justicia al nuevo matador o será que dicho acto es solo para que el confirmante, abra plaza al padrino? Yo tengo muchas dudas.."

Confirmantes
Pla Ventura
Toros de Lidia/15 mayo, 2024
Me meto dentro de la piel de todos los chavales nuevos que acuden a Madrid para confirmar su doctorado y, ciertamente, me entran los escalofríos de la muerte. Son muchos los que logran este hecho relevante para sus carreras pero que, en los últimos años, dicho esfuerzo no ha servido para nada. ¿Acaso no son válidos como toreros? Todo lo contrario, porque muchos de ellos, de novilleros, han abierto la puerta grande de Madrid o, en su defecto han cortado orejas en varias tardes que han actuado. Al final, la pregunta es obligada, ¿se confirma por aquello de hacerle justicia al nuevo matador o será que dicho acto es solo para que el confirmante, abra plaza al padrino? Yo tengo muchas dudas.

Los santones del periodismo alaban dicha acción por parte de la empresa y, en realidad, así debería ser, todo plácemes para el nuevo doctor que, ilusionado acude a su gran cita en Las Ventas; es más, hasta se dice que todo ello es bueno porque de tal modo tenemos la oportunidad de renovar el escalafón cuando, eso es una gran mentira. Tengamos en cuenta que, en los últimos diez años, de los nuevos matadores los aficionados conocen a Roca Rey Ginés Marín, Tomás Rufo, Juan Ortega, Pablo Aguado, Fernando Adrián, Borja Jiménez el año pasado; digamos que, toreros que se han paseado por las ferias, al margen de que algunos otros siguen luchando de forma denodada pero sin el eco que en verdad merecen.

De los tropecientos mil matadores nuevos en la última década, confirmaciones al margen, apenas media docena de toreros han entrado a formar parte del circuito. ¿De qué relevo hablamos entonces? Todo es mentira. Si tuviera paciencia y me dedicara a dar los nombres de todos los toreros válidos que se han quedado en el camino en el tiempo reseñado, a más de uno nos daba un síncope. Claro que, nada es nuevo, La situación la vengo proclamando desde hace muchos años y, el tiempo me sigue dando la razón. Queremos cambios, nos alegramos de que salgan chavales nuevos pero, no hay sitio para nadie; si acaso, como mucho, siendo un buen torero y saber esperar todo el tiempo que haga falta salvo que, por obra y gracia de los empresarios, caigas bien al empresariado y te apoye como han hecho con Tomás Rufo, el chaval más renombrado de los últimos cuatro años.

Y si de confirmaciones hablamos, el día es el más especial del mundo para los chicos que aspiran a la gloria; es más, todos, antes del evento afirman que tras el festejo arreglarán su futuro. Hombre, por ilusiones que no quede. Luego, la realidad es la que existe, la que pone los pies en el suelo a cada torero y, como le sucediera a García Pulido el pasado viernes en Madrid, el chaval acudía con toda la ilusión del mundo y, le ocurrió lo peor que le puede pasar a un torero, que le embista un toro. Lo digo porque si los toros no ayudan para nada, ahí tienen la justificación ante su propio ser; pero si el toro vale como le sucediera a García Pulido, eso querían los empresarios, tener la excusa perfecta para no ponerle en ningún festejo más.

¡Qué dilema más grande, Dios mío! Si triunfas por lo grande, como hiciera el pasado año Fernando Adrián que salió dos ves por la puerta grande de Madrid, te dejan sentado cuatro meses no vaya a ser que espabiles, triunfes y pidas dinero; de eso nada. Queda claro lo que he dicho, si los grandes triunfadores de Madrid les dejan sentados en sus casas, ¿qué podrá esperar García Pulido como otros de sus compañeros si no logran el triunfo? El drama está servido, sin necesidad de que nadie nos escriba el guion, no los conocemos de memoria.

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