viernes, 31 de mayo de 2024

MADRID/ 18ª San Isidro Mejor la terna / por Jorge Arturo Díaz Reyes

Víctor Hernández con el de su confirmación: Las Ventas

David Galván da vuelta al ruedo, El confirmante Víctor Hernández doble saludo y Daniel Luque ovación sobre una mansa y áspera corrida de los Lozano...

Mejor la terna

Jorge Arturo Díaz Reyes
CronicaToro/Cali, V 30 2024
De haber sido por los toros y con otro cartel más litográfico, la tarde seguramente se hubiese ido en blanco. Siete, cuatro de Alcurrucén, dos de El Cortijillo (1º y 2º) y primero bis de Juan Manuel Criado. Astifinos, dispares, mansos, defensivos, ásperos. Cinco de ellos cinqueños, cargaron 561 kilos promedio. Renuentes en todos los tercios, abantos, huidizos, carialtos, pero sin mala leche. Opusieron todo ese arsenal a las ilusiones de una terna que se jugaba mucho. El novel, su entrada en Madrid. El veterano de Gerena, la última carta en la gran feria, para refrendar su vitola en todas las otras, y la revelación de la feria que volvía de sustituto a no desdorar su reciente triunfo.

La plaza casi llena, bajo sol de justicia los esperó y los juzgó sin la hostilidad que reserva para unos pocos elegidos (sobre todo uno). Y al final terminó aprobándolos, a todos, más allá de lo que por sus rostros al final del festejo ellos parecían aprobarse a sí mismos. A los toros en cambio les pitaron los arrastres y varias salidas. El ganadero Eduardo Lozano se negó a dar declaraciones terminada la corrida. Eso dijo todo.

Quizá la mayor sorpresa la dio Víctor Hernández. Tanto con el toro de la confirmación, como con el otro. Su vocación de seriedad, quietud, sobriedad, clasicismo, liturgia y verdad así como la vertical figura y el taciturno rictus me produjeron personales evocaciones de S.M. El Viti. Guardadas proporciones, por supuesto. Pero tengo que confesarlo.

El primero, se lo devolvieron porque el siete lo protestó. Y tuvo que confirmar con el primer sobrero. Amplia cuna, soso y tan poco propicio como toda la corrida. Tras los cinco delantales y la revolera de saludo tumbó y en el suelo le puso el pitón en la axila al indefenso picador. Brindis escueto al padre y de allí en adelante la lidia natural pintiparada comenzó a recoger pueblo, pese a los tardeos de la res. El punto más alto, en el que pareció vertirse desde dentro fue la serie de cuatro izquierdas y forzado al final de la faena. Un inesperado metisaca en sitio, una estocada tendida y el descabello no lograron aplacar el entusiasmo ni evitar el saludo.

Con el sexto, tuvo que apostar mucho cuando lo tuvo al frente y perseguir cuando huía. Capturándolo en tablas se le metió en el terreno sinceramente, valorizando así una porfía que de otra manera hubiese resultado excesiva y efectista. Sonó el aviso antes de la igualada y la estocada de la tarde rodó sin puntilla el maluco y arrancó la otra ovación que recibió montera en mano.

David Galván, gustoso y tesonero justificó el evidente afecto del público. Pitón contrario, temple y largura, y un aire de personal sentimiento subrayaron sus faenas. Que no corrieron fluidas por la inconstancia y rudeza de su lote. Al tercero, quizá el más franco en sus comienzos le lució por las dos manos en redondo, erecto y genuflexo, y remató con ese pase de pecho circular de gran impacto en el tendido. Una estocada honda arriba, letal, fue casi simultánea con el aviso. La petición fue ruidosa pero Don José María Fernández Egea no la consideró digna de su atención. Se ganó una bronca después de que el torero dio la vuelta al ruedo. Y la exministra Carmen Calvo comentó en el callejón: “han debido conceder la oreja. La protesta es justa”.

El quinto, de solemnidad, cobarde, huído, le obligó a una brega empeñosa pero por supuesto sin lujos estéticos, la cual, cuando nadie creía produjo el fruto de cinco naturales puros uno de pecho, un giro, y otro idem. Seguidos de otra tanda más corta por el mismo lado y uno de la firma mirando al tendido como fe de victoria. Sin embargo, el malo se le echó con dos pinchazos y ahí quedó la cosa.

Daniel Luque, a disgusto. Capoteó sin brillo al insulso segundo, y le muleteó con su reconocida técnica y coraje, pero sin lograr romper el hielo que su sosería, tardeo y mal estilo proyectaban al tendido. Dele que dele, hasta que optó por poner el cuerpo entre los pitones y halar pallá y pacá el remiso rendido. Cosa que no es de consumo en esta plaza pero que sorprendentemente llegó a la gente. La media estocada echándose fuera fue ovacionada en el tercio. Con el otro, quizá el peor y en medio de una ventisca, nada de nada. Media espada y un descabello preciso.

FICHA DEL FESTEJO
Madrid. Jueves 30 de mayo 2024. Plaza de Las Ventas. 18ª de San Isidro. Sol. Casi lleno. Siete toros, cuatro de Alcurrucén, dos del El Cortijillo (1º y 2º) y 1º bis de Juan Manuel Criado, cinqueños, dispares, mansos y ásperos

Daniel Luque, saludo y silencio
David Galván, vuelta al ruedo tras aviso y silencio tras aviso
Víctor Hernández (confirmación), saludo y saludo tras aviso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario