viernes, 24 de mayo de 2024

Madrid. Ingrata corrida del Puerto de San Lorenzo / por Pla Ventura


"..Ingrata corrida que no dejará recuerdo alguno. Era, como no podía ser de otro modo, la clásica corrida de figuras en la que como siempre ocurre, todo el mundo espera que salga ese animalito sin casta alguna y sin el menor atisbo de peligro y, en este día, el premio ha sido para Talavante.."

Madrid. Ingrata corrida del Puerto de San Lorenzo

Pla Ventura
Toros de Lidia//23 mayo, 2024
Los toros del Puerto han dejado mucho que desear porque, salvo el primero, un animal santificado y lleno de bondad, el resto ha sido muy deslucidos; todo lo contrario a lo que debe ser una corrida de toros. Ingrata corrida que no dejará recuerdo alguno. Era, como no podía ser de otro modo, la clásica corrida de figuras en la que como siempre ocurre, todo el mundo espera que salga ese animalito sin casta alguna y sin el menor atisbo de peligro y, en este día, el premio ha sido para Talavante.

En ese primer toro al que aludo, Talavante se he encontrado a gusto, no podía ser de otro modo ante aquel torrente de bondad franciscana pero que no ha enamorado a nadie. Por naturales ha toreado muy bien pero, el toro, carente de la más mínima emoción apenas ha cautivado al personal. Eso sí, tras la estocada le han dado una oreja benévola, no porque el diestro haya estado mal, pero sí por la poca trasmisión de su enemigo. En su segundo, sin apenas fuerzas, sin maldad alguna, pero muy deslucido para hacer el toreo. Lo ha matado y aquí paz y allá gloria.

El esperado del cartel era Juan Ortega que, en honor a la verdad no ha tenido opciones. Su primero no quería pasar por ningún lado y, el diestro no se ha dado coba y lo ha matado. En su segundo, un toro muy protestado por su falta de fuerzas, Juan Ortega lo ha intentado con ilusión pero, aquello no tenía argumento alguno, hasta el punto de que el torero ha sufrido una voltereta que, como siempre digo al respecto de estos toros, le ha levantado los pies del suelo pero el bicorne no ha hecho presa del torero. Una vez el torero en el suelo el contrincante se ha marchado corriendo en busca de otros horizontes. Pese a todo le ha dado algún que otro pase muy estimable pero, allí no había convicción por parte de nadie, ni del toro ni del torero. El silencio ha reinado tras la muerte de sus toros.

Tomás Rufo es capaz de pegarle pases a una farola y, en esta ocasión lo ha demostrado con creces. Su primero, carente de fuerzas y todos los atributos que debe tener un toro de lidia, ha estado pesado como el plomo, hasta el punto de que, la gente le ha ovacionado los pases pero, en plan cachondeo. Muy triste su actuación. 

En su segundo, otro toro muy bondadoso tenía el defecto de salir huyendo en cada muletazo, razón por la que el toro ha recorrido toda la plaza. Faena insustancial pero llena de voluntad por parte de Rufo. Le ha recetado un bajonazo y podíamos ver al diestro mirando a la presidencia por si le daban la oreja que cuatro turistas habían pedido. ¿Acaso creía el diestro que su faena era de premio? Si lo creía estaba muy equivocado. Cierto es que, con estos toreros de hoy, digo en este día, no pasa nada, absolutamente nada; si triunfan nadie aumenta su caché y si no lo hacen, tanto Rufo como Ortega, instalados en el festín de las figuras y los grandes carteles, torearán cuarenta corridas de toros sin despeinarse. Debe ser hermoso torear sin la presión de que con lo que haga hoy te ganarás el festejo siguiente; con estos hombres, esa circunstancia no vale. Ellos ya están instalados en el olimpo de los dioses y lo que haga, bueno o malo, todo vale. Otra cosa muy distinta será rentabilizar la oreja que ayer cortada David Galván, un trofeo ganado con torería y encanto y, seguramente, se quedará dónde está.

Por cierto, hay una prueba fehaciente al respecto de todo lo que digo, se trata de Fernando Adrián que, el pasado año cortó cuatro orejas en Madrid, le dejaron sentado hasta final de agosto y, como cosa curiosa, este año no figura en los carteles de San Isidro; es cierto que está contratado para la Beneficencia pero, casualidades del destino, el gran triunfador del año pasado se ha quedado en la calle, justamente, en Madrid, la feria en la que triunfó de forma rotunda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario