jueves, 2 de mayo de 2024

Las Ventas. Novillada del 1 de Mayo. Más público en la Plaza de Toros que en la manifestación de los liberados sindicales, y Puerta Grande. Márquez & Moore

Galán, de Aurelio Hernando, recibe a Jesús Moreno

"..En el cartel Jesús MorenoJuan Herrero, de Madrid; y Alejandro Chicharro, de Navas del Rey, ambos nuevos en esta Plaza.."

JOSÉ RAMÓN MÁRQUEZ
Interesante corrida de novillos hoy en Madrid para celebrar el 1 de mayo. Más público en la Plaza de Toros que asistentes a la manifestación que promueven año tras año los conocidos devoradores de crustáceos, en la que de nuevo se ha registrado una más que sugestiva presencia de público joven y festivo. En el cartel Jesús MorenoJuan Herrero, de Madrid; y Alejandro Chicharro, de Navas del Rey, ambos nuevos en esta Plaza.

Ignoramos cuál fue la razón de que los novillos salieran en el orden que aparecieron por chiqueros, dado que la antigüedad de Concha y Sierra es de 1882 y eso le daría el privilegio de echar su novillo por delante del resto, pero el caso es que el orden de la lidia de los novillos fue, digámoslo así, establecido de manera aleatoria y lo primero que apareció por la puerta de los chiqueros fue un jabonero claro que atendía por Galán, número 45, perteneciente a la ganadería de Aurelio Hernando, antigüedad de 1 de septiembre de 2013, que es la ganadería que fomenta un violento debate entre los que sostienen que su procedencia es Veragua y los que dicen que no. El caso es que según salió el novillo, hermoso y cuajado, se abalanzó sobre Jesús Moreno, que había ido a saludarle de rodillas entre las rayas de los picadores, frente a chiqueros, poniéndole fuera de la circulación y propinándole un fuerte tabaco. La tontuna de la porta gayola dejó la corrida en mano a mano y del toro se encargó Juan Herrero. El bonito ejemplar de Hernando se echó al penco a cabecear y a hacer sonar el estribo sin empujar lo más mínimo y escapando suelto a la primera oportunidad en sus dos vis a vis y luego se volvió a arrimar al penco mientras sonaba el clarín a recibir un picacín. De la cosa equina salió calamocheando e incierto y le pegó una colada a Javier Crespo de ésas que te dejan petrificado. Su tercer tercio se desarrolló entre nada y menos que nada, con el bicho jadeando y nadie echó cuentas cuando en pago a sus servicios se llevó una puñalada en la suerte contraria que le mandó al Valle de Josafat.

Oportunista, número 54, de Montealto, antigüedad 29 de abril de 2006, salió en segundo lugar a pasear su clase por el albero de Las Ventas. Fue un toro que cantó sus bondades en el recibo de capa -dos medias y una revolera muy airosa- que en su primer encuentro con el jockey empujó sin convicción y se fue suelto. Para su segundo encuentro Chicharro lo puso de largo y, pese a las pocas ganas de trabajar de Leiro, el novillo se arrancó con decisión para recibir a cambio un lanzazo en el brazuelo, pese a lo cual el bicho empujó con buen aire mientras el pica le iba tapando la salida, como suelen hacer con los toros que empujan. Hubiera estado bien poder ver al toro en una tercera vara. En el segundo tercio canta Oportunista sus condiciones embestidoras y su preferencia por las distancias largas. Un buen par de «Tito» precede a la faena de muleta que principia Chicharro, con los pies juntos y la montera sobre los empeines, con ayudados por alto, dos trincheras y uno por alto sacando el toro hacia el tercio. Bonito inicio. Luego le da distancia al novillo y le torea con la derecha algo despegadillo y luego otra serie de poco encaje. Con la izquierda la cosa baja, despegado de nuevo y echando afuera al toro en dos series y una tercera en la que cambia la muleta de mano por detrás y liga el de pecho. 
El tono de su actuación es bueno, pero la cosa no despega: no hay una serie que levante pasiones. A continuación las pestilentes manoletinas de rigor son el preámbulo a una buena estocada en la suerte contraria que acaba con el novillo. Escucha dos avisos por lo que el bicho tardó en doblar en las tablas del 4 y da la impresión de que el novillo ha estado por encima de él. Saca el presidente el moquero blanco y nadie se entera, por lo que la gentil alguacililla doña Rocío debe trotar hacia el desolladero a hacer que la oreja de Oportunista vuelva al ruedo. Palmas en el arrastre para el novillo.

Cigarrero, número 56, de Hermanos Sandoval, ganadería sin antigüedad, fue la segunda oportunidad para Juan Herrero, al que se le cuela el toro por el derecho en su saludo capotero. En varas Cigarrero no está cum laude, ni mucho menos, pues echa la cara arriba, cabecea, entra al cite sin convencimiento y se va suelto, como el que da un paseo por el parque. De la cosa de banderillas resaltemos que, como el animal se ponía pesado y llevaba muchos capotazos, Javier Crespo optó por parear al sesgo, que eso siempre gusta. Muchos trompicones en el trasteo por la derecha, mano con la que inicia Herrero su labor, y luego falta de acople y de colocación en los pases con la izquierda. El novillo embiste sin maldad y no se come al torero, que al fin consigue una serie al natural más templada antes de echarse al monte de los circulares invertidos -da tres- y, cómo no, de las manolas de rigor. Una estocada atravesada en la suerte contraria pone en el suelo a Cigarrero frente al 9, a los pies del aficionado MA.

En cuarto lugar sale Aceitunerito, número 39, de Concha y Sierra, antigüedad 10 de abril de 1882, ganadería que se estrenó en Madrid con la cogida de Ángel Pastor, de capa colorada en la que resaltaba la hermosa divisa blanca, gris plomo y negra. En el lapso de tres días hemos tenido la suerte de reencontrarnos con dos hierros míticos: el de Isaías y Tulio Vázquez el sábado pasado en Guadalix y hoy éste que fue de la señora viuda. El novillo sale sin fijarse y corretea a su albedrío por la Plaza, se frena cuando ve el capote de Raúl Ruiz y se traga unos capotazos del montón antes de entrar al caballo despistadamente y cabecear lo suyo antes de irse suelto en la primera vara y lo mismo en la segunda, sólo que con lanzazo trasero. Se lleva muchos capotazos enganchados en la brega de banderillas, doliéndose, y aunque espera a los peones, no les hace hilo. Inicia su labor Chicharro con tres por alto entre las rayas del 9 y se lo saca al tercio guapamente. El de Concha y Sierra es tardo en la embestida, se revuelve a la salida de cada pase y es áspero, enganchando muchas veces la muleta. Le cuesta arrancar al cite y, cuando lo hace, se ciñe y busca al torero que va resolviendo la cosa a base de medios pases y chicotazos, sin aplicar los principios inmutables de la lidia de poder. No renuncia Chicharro a presentar la mano izquierda con idénticos resultados que en la diestra: el toro cada vez busca más y el torero no ha sido capaz de quebrantarle, como tampoco ha rehuido la pugna. Lo mata por arriba con una estocada en la suerte contraria y un descabello fallido. El toro se echa en el tercio, frente al 6.

La ganadería de Cerro Longo, sin antigüedad, mandó a Las Ventas a Conde, número 5, que bajó el tono ganadero que llevábamos en esta fría tarde. Su lucha con los équites a donde acudió con alegría se saldó con lanzazo y salida suelto en la primera y esa ecuación de empujar y que le tapen la salida para acabar desentendiéndose. Blandea el Cerro Longo y Herrero le aplica la cuchara de palo del toreo a media altura y el remate por alto, que unido a la tendencia del animal a echar la cara arriba desluce mucho el conjunto. Además los muletazos salen enganchados y, cuando le baja la mano, el novillo se cae. El bicho se va quedando corto y, en un descuido, ve al diestro en medio del pase y hace por él, echándole al suelo sin maldad y sin buscar. Tras el susto sigue con la izquierda y el novillo, agotado, rebaña lo que puede. Intenta sacarle los pases de uno en uno hasta que Juan Herrero se perfila en la suerte contraria para cobrar una estocada baja que, con la ayuda de dos descabellos acaba con el señor Conde, que es despedido con silbidos.

Para terminar, al borde de la congelación, nos tenían preparado a Desenvuelto, número 33 de la ganadería de Ángel Luis Peña, antigüedad 15 de agosto de 1948 que topa, empuja sin clase, cabecea y sale de naja en la primera vara y hace lo mismo en la segunda. Nos relamemos por ver banderillear a David Adalid, que nos deja con la miel en los labios con un par y un non y aplaudimos a Rafi Goría, que deja un honesto par al cuarteo. Principia Alejandro Chicharro con dos de rodillas, uno por la espalda y otros cuantos más muy aplaudidos. A continuación de una serie por la derecha de buena colocación, le da distancia al toro y se le trae, despegadillo pero mandón. A continuación da una excelente serie con la derecha, puro toreo al natural, mandona, templada y elegante, en la que sin descomponerse, aguanta la parada del toro en mitad de la suerte, antes de tirar de él. Otra serie a izquierdas de menor ajuste pero de buena colocación da paso a otra más de mejor ajuste. El toro se va quedando y Chicharro acorta distancias, acaso en demasía antes de recetar una estocada arriba en la suerte contraria. Aguanta un emocionante arreón del novillo en el estertor y este cae en el tercio frente al 9. Se pide con fuerza y se concede una merecida oreja, y mientras pasean a hombros a Chicharro hacia la Puerta Grande, huimos a Manuel Becerra a por un chocolate bien calentito que nos reconforte.

La alguacililla doña Rocío

ANDREW MOORE









Puerta Grande de Chicharro

FIN

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