domingo, 2 de junio de 2024

Hay toros que enamoran / por Pla Ventura

"..Hay que felicitar una vez más a Borja Jiménez que, sin duda alguna, se encontró con el toro de su vida, en ocasiones, el animal que uno nunca quisiera que le tocara en suerte pero en el que, el de Espartinas dio una lección de auténtico pundonor en la búsqueda de un triunfo memorable que, si no salió por la puerta grande de Madrid fue por las cuestiones antes apuntadas pero, su gran obra ahí quedó, la que difícilmente podremos olvidar. ."

Hay toros que enamoran

Pla Ventura
Toros de Lidia/1 junio, 2024
Muchas veces hemos visto lidiar un toro que nos ha gustado por su bravura, nobleza y entrega en la muleta del torero de turno, pero, de ahí a que un toro nos enamore media un abismo. Claro que, si para colmo, ese enamoramiento que digo viene de la mano de un toro de Domecq, en principio puede sonarnos a risa o a cachondeo porque, como es sabido por todos, los toros del apellido citado, en su gran mayoría, pueden gustar en un momento determinado pero jamás enamorar a nadie. De la extirpe que cito, salvo los animales de Ricardo Gallardo y, como sucediera ayer, de Santiago Domecq, el resto son sucedáneos muchas veces asquerosos y denigrantes en todas sus variantes.


El hecho de que le dediquemos un ensayo a un toro bravo no es nada habitual pero, amigos, lo sucedido ayer en Madrid con el toro Experto de Santiago Domecq merece todos los elogios habidos y por haber y, para que su gloria fuera todavía mayor, salió por los toriles Tejonero que, sin estar a la altura de su hermano de camada, resultó ser un bicorne admirable. En realidad, ¿cómo fue Experto? Pregunta muy difícil de responder y si se me apura, hasta sobran las palabras. Se trató de un animal fiero, bravo, encastado, noble, con unas ganas de comerse al torero que daban escalofríos. Sin lugar a dudas, estamos hablando del que puede ser el toro de la feria. ¿A cuántos toreros hubiera dejado en la cuneta el citado ejemplar? La lista sería inmensa.

Y como los animales también necesitan suerte en el sorteo, Experto cayó en las manos de un torero inmenso llamado Borja Jiménez que se arrebató con su contrincante sabedor de todo lo que se jugaba puesto que, además de la vida, estaba en juego el futuro profesional de su carrera y, el chico aprobó con un sobresaliente y no llegó a cum laude por haber sido desarmado en la faena de muleta y haberle recetado un pinchazo antes de la estocada. Fijémonos como fue todo que, la faena de Borja fue jaleada de principio a fin, sin una sola interrupción para, tras la muerte del toro, que se desatara el delirio en Madrid, no era para menos; toro y torero, formando un binomio maravilloso enardecieron a la plaza de Las Ventas que, sin lugar a dudas tardarán mucho tiempo en olvidar este suceso tan mágico como inusual.


El otro gran toro se llamaba Tejonero que, sin ser el anterior, tuvo una nobleza indescifrable, pero, sin llegar a la raza de su hermano. Tejonero fue un toro bravo, noble, pero sin la casta del antes citado. Si fue, por encima de todo, el bicorne que sueñan todos los toreros porque, dentro de su bravura, tuvo hasta mucha nobleza, un valor que entregaba a manos llenas para que el torero hiciera la faena soñada sin correr el riesgo que tuvo que soportar Borjita en el Experto citado. Con este burel, Talavante estuvo correcto, disfrutó muchísimo en su toreo pero, no llegó hasta el “cielo” que no es otra cosa que el corazón de los aficionados. Lo mató de estocada y dos descabellos pero nadie se rasgó las vestiduras; le dieron una ovación y ahí murió su obra que, sin lugar a dudas, recordaremos la grandeza del toro, pero muy pronto olvidaremos la simpleza de Talavante ante un toro tan importantísimo que regaló nobleza y bravura para parar mil trenes, pero ahí quedó todo.

Hay que felicitar una vez más a Borja Jiménez que, sin duda alguna, se encontró con el toro de su vida, en ocasiones, el animal que uno nunca quisiera que le tocara en suerte pero en el que, el de Espartinas dio una lección de auténtico pundonor en la búsqueda de un triunfo memorable que, si no salió por la puerta grande de Madrid fue por las cuestiones antes apuntadas pero, su gran obra ahí quedó, la que difícilmente podremos olvidar. Y conforme está montado el mundo del toro, me alegro muchísimo por este chaval que le han tenido sentado casi diez años en el portal de su casa y que, el pasado año, como sabemos, participó en la Copa Chenel con éxito, toreó en Madrid dejando unas sensaciones fantásticas, amén de otros éxitos que consiguió por los pueblos, todo ello hasta que llegó a Madrid en la feria de otoño, se enfrentó a los toros de Victorino Martin y se entretuvo en cortar tres orejas. Vamos que, si a este chico no le dan paso es entonces cuando tenemos que clausurar para siempre la fiesta de los toros.

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