jueves, 13 de junio de 2024

La Tauromaquia está muy viva y se ha puesto de moda. Balance de San Isidro / por Andrés Amorós

Nuevo lleno este viernes en la Plaza de Toros de Las Ventas-EFE

Balance de San Isidro
La Tauromaquia está muy viva
 y se ha puesto de moda

El balance San Isidro deja grandes cifras

Andrés Amorós
El Debate/11 Junio 2024 
Las salidas a hombros de Borja Jiménez y de Fernando Adrián ha hecho desarrugar el ceño a algunos aficionados, que, enfadados con razón por alguna tarde desastrosa, exageraban demasiado, extendiendo su juicio negativo a toda la Feria taurina de San Isidro.

No era justo. En una Feria que dura un mes, ha habido de todo, como en botica: bueno, malo y regular. Es verdad que en San Isidro se muestran claramente los defectos de la actual Tauromaquia. Pero también lo es que hemos visto algunos grandes toros y nos hemos emocionado con algunas hermosas faenas.

Sin triunfalismos ni derrotismos, intento resumir telegráficamente en ocho puntos mis principales recuerdos de un mes de toros, en Las Ventas. (Pido perdón por la necesidad de seleccionar y por los errores).

1) Lo mejor: la respuesta del público

Los datos numéricos que acaban de aparecer son realmente impresionantes. Han acudido a las corridas de la Feria de San Isidro nada menos que 564.353 espectadores. La media diaria ha sido de 20.902. En 13 tardes se ha colgado el cartel de «No hay billetes». Es decir, que se han agotado totalmente las localidades en la mitad de los festejos. Son los mejores datos de los últimos diez años.

2) Los toros, la base de todo

El toro bravo es el elemento fundamental de la Fiesta y eso se vive en Las Ventas con más claridad que en ninguna otra Plaza. Por eso mismo, el pesimismo cundió cuando dieron un resultado muy malo cuatro encierros: El Parralejo, Puerto de San Lorenzo, La Ventana del Puerto y Ramón Sorando. Reses sin casta, fuerza, ni emoción. Es el riesgo evidente que acecha a los ganaderos que buscan toros que «se dejen», «la toreabilidad» (esas horribles expresiones); es decir, los toros que suelen elegir las figuras.

A cambio, hemos visto también, en este San Isidro, muchos toros serios, no pocos toros encastados y bravos. La ganadería premiada por los críticos ha sido Fuente Ymbro. Recuerdo también excelentes reses de Baltasar Ibán, La Quinta, Mayalde, Victorino Martín, Santiago Domecq, Victoriano del Río…

Borja Jiménez, a hombros este San Isidro-EFE

3) Los matadores

Han abierto la Puerta Grande, al final, dos diestros jóvenes, Borja Jiménez y Fernando Adrián, que se han entregado por completo: es un símbolo de la renovación que el escalafón necesita.

La revelación ha sido David Galván: logró dominar a un toro manso con un clasicismo y una estética personal que sorprendieron al público.

De los diestros ya conocidos, han dejado buen recuerdo Urdiales, Román, Perera, Ureña, Escribano, Luque, Rufo, Damián Castaño… Destaco también la entrega de los jóvenes Juan de Castilla y Colombo. Fueron heridos Isaac Fonseca, Francisco José Espada y Valadez.


Las mejores estocadas fueron las de Isaac Fonseca (premiada), Uceda Leal y Manuel Escribano.

En cambio, no han hecho buena Feria varias figuras: Talavante, el que más tardes ha actuado; Roca Rey, que escuchó cinco avisos en dos toros y sintió la exigencia del público de Madrid; los artistas sevillanos Ortega y Aguado.

No estaba a gusto Morante y ha anunciado que va a descansar: es muy lógico. Deja muchos huecos, en las Ferias: deben servir para dar oportunidades a los diestros que vienen apretando

Fernando Adrián sale por la Puerta Grande de Las VentasEFE

4) Las cuadrillas

Me alegra aplaudir las brillantes actuaciones de no pocos toreros de plata. Igual que en Sevilla, muchos se han esforzado por demostrar su profesionalidad y por lucirse, ante la afición más exigente.

De los banderilleros, se ha premiado a Juan Carlos Rey, que hizo además un extraordinario quite a un picador. Se han lucido también Fernando Sánchez, Abraham Neiro, Morenito de Arles…

En la brega, se ha premiado con justicia a Raúl Ruiz pero también destacaron mucho Curro Javier y Chacón.

En un momento en el que muchos públicos consideran la suerte de varas como un trámite enojoso, en Las Ventas hemos visto algunos grandes puyazos. Se ha premiado a Alberto Sandoval y hemos aplaudido a Peña, Bernal, Germán González…

5) Los novilleros

La apuesta de la empresa por las novilladas ha dado buenos frutos. El gran triunfador ha sido Jarocho, que abrió la Puerta Grande con un toreo al natural de categoría.

También han destacado los jóvenes Samuel Navalón, Peñaranda, Ismael Martín, Chicharro… Evidentemente, la Fiesta tiene futuro.

El segundo toro del diestro Juan de Castilla salta al callejón-EFE

6) Los rejoneadores

Se despidió con cariño al gran maestro Pablo Hermoso de Mendoza. Ha recogido su herencia su hijo Guillermo, que abrió la Puerta Grande.

Lo mismo hizo Diego Ventura, el indiscutible número uno actual, con actuaciones realmente memorables.

7) Dos públicos

Como señaló sagazmente Ortega, el que quiera saber cómo está España, que acuda a una Plaza de Toros. En Las Ventas, este San Isidro, hemos visto dos sectores muy distintos.

Por un lado, los exigentes, que mantienen el nivel de la Plaza, se fijan en el toro, vigilan la suerte de varas, protestan los toros flojos y sin casta. A veces, se pasan en la forma de manifestarlo.

Por otro lado, un nuevo público, que busca divertirse en nuestra gran Fiesta popular. Es muy bueno que acudan a las Plazas pero deben ir aprendiendo los criterios y los ritos que son propios del arte de los toros.

Unos y otros son necesarios para el futuro de la Fiesta.

El Rey, en el Palco de Las Ventas durante la Corrida de la Prensa-Casa Real

8) El San Isidro de Urtasun y Puente

La enorme asistencia de espectadores ha supuesto el mayor desmentido público al sectarismo ignorante del ministro Urtasun, que descalifica la Fiesta, viéndola como «tortura», y nos insulta a los profesionales y aficionados, llamándonos «sádicos».

Con su habitual sutileza y acierto, lo complementa el ministro Óscar Puente, al calificar como «irrelevante» a esta Fiesta, que solamente en San Isidro –repito– ha reunido a 564.353 aficionados. ¡Que Santa Lucía le conserve la vista!

Ya es una broma habitual agradecer a Urtasun sus ataques: quizá han ayudado algo a que la Fiesta se haya puesto de nuevo de moda.

Al suprimir el Premio Nacional de Tauromaquia, ha hecho surgir, paradójicamente, muchas iniciativas para crear nuevos Premios Nacionales. Ya ha comenzado a circular el chiste de que Urtasun puede ser un buen candidato a Premio Nacional de Tauromaquia, por el favor que, involuntariamente, ha hecho a la Fiesta.

A fines del siglo XIX, el pueblo madrileño, tan aficionado al género chico, se aprendió de memoria –a pesar de la difícil conjugación de un verbo– esta pintoresca letrilla de Ricardo de la Vega:

«Es una fiesta española,
que viene de prole en prole
y ni el gobierno la abole
ni habrá nadie que la abola».

Ni siquiera unos ministros de Pedro Sánchez.

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