miércoles, 3 de julio de 2024

Borja Jiménez, el espejo / por Pla Ventura


"..La espera, la paciencia, el sacrificio, la voluntad, el tesón, la pura convicción de la valía de uno, todo ello, aunado puede dar como resultado que, de la noche a la mañana, sin darte cuenta, de ser un olvidado de todos, que pases a ser el reclamo de todo el mundo. Es difícil, pero no imposible.."

Borja Jiménez, el espejo

Pla Ventura
Toros de Lidia/3 julio, 2024
He hablado con distintos toreros jóvenes y, todos, sin distinción, tienen como espejo a Borja Jiménez; es decir, si el diestro de Espartinas, tras diez años de ostracismo ha conseguido el triunfo, esa acción tan memorable como justa por parte de Borjita, es la que ha ilusionado a gran parte del escalafón, ante todo, a todos aquellos que están en la situación que el chico estaba hace apenas un año.

Triunfos al margen, ganados todos en buena lid, especialmente en Sevilla y Madrid y en todas las plazas que ha toreado, Borjita debe de sentirse muy satisfecho de las reacciones que producen sus triunfos de cara a sus compañeros; que los demás vean en ti un espejo donde se reflejan, la dicha no puede ser mayor.

Ser referencia para los demás, sin duda alguna, es el mayor de los éxitos de cualquier diestro y si a dicha narración le añadimos que la misma ha venido por la consecución de tantos triunfos logrados por Borjita, cualquiera tiene derecho a sentirse el hombre más feliz del universo.

Cuidado que, estamos hablando de palabras mayores; nadie ha dicho que haya sido fácil lo logrado por Borja Jiménez, la prueba de todo ello ha sido esa década amarga y cruel con la que tuvo que enfrentarse y luchar a brazo partido; dicho en cristiano, entrenar a diario como si tuviera cincuenta corridas de toros firmadas y, su vez, comprobar que el teléfono no sonaba nunca. Para arrastrar dicha cruz se necesitan unas condiciones admirables las que, sin duda, todo el mundo tiene que admitir y, lo que es peor, no sé si todo el mundo está preparado para soportar ese calvario del olvido permanente.

Lo que, si ha quedado latente y de puro manifiesto es que, los milagros existen, el diestro que aludimos es la prueba de ello. No es menos cierto que tienen que juntase muchos astros en el universo para que todo confabule a favor, pero, la gran realidad es la que contamos. La espera, la paciencia, el sacrificio, la voluntad, el tesón, la pura convicción de la valía de uno, todo ello, aunado puede dar como resultado que, de la noche a la mañana, sin darte cuenta, de ser un olvidado de todos, que pases a ser el reclamo de todo el mundo. Es difícil, pero no imposible.

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