BARCELONA: FERNANDO DEL ARCO... AL QUIEBRO

Plaza de Toros Monumental de Barcelona

El programa de las corridas recoge en cada festejo "Los Quiebros de Del Arco" :

¿Cuándo y dónde se originan las Escuelas Taurinas?
¿Porqué se llama Maestro a los buenos y, casi siempre, antiguos toreros?

Fernando VII (1784–1833), conspirador y absolutista, fue llamado, equivocadamente, “El Deseado” cuando Napoleón lo retuvo en Francia junto a su padre Carlos IV (1748–1819), y logró situar en el trono de España a su hermano José I Bonaparte (1768 – 1844) durante los años 1808 a 1813.

Vuelto a España Fernando VII el año 1814 jugó con la Fiesta de Toros al compás del viento que con más fuerza soplaba, cuando la veleta señalaba vientos en dirección anti Fiesta, el monarca, afrancesado por el tiempo pasado en el vecino país e influenciado por los grupúsculos antitaurinos de la época, que asentaban su posición en las desgracias que para los toreros podían representar las heridas producidas por los toros, ( como Isabel “La Católica” tres siglos antes quiso prohibirlos porque los practicantes de este peligroso juego entre torero y toro “podían morir en pecado mortal”), se dejó convencer por los contrarios a la celebración de fiestas con toros, y los prohibió en todo su reino.

Ante la respuesta firme y tenaz del pueblo a favor de la Fiesta , el monarca quiso reparar el mal hecho, y convocó una reunión de taurinos y anti, (no crean que es cosa de hoy los debates de “toros sí, toros no”), a cuyo frente estuvo el Conde de la Estrella, quien convenció a ambos grupos, y al Rey, no sólo de reinstaurar la Fiesta en España, sino también de la conveniencia de enseñar a los toreros “a librarse de riesgos innecesarios.” A partir de esta idea general se pusieron las bases para la instauración de la primera Escuela Taurina, pues Fernando VII se convencía con esta argumentación de que satisfacía a las dos partes en litigio al disminuirse, con el aprendizaje, los peligros del hombre frente al toro.

Y así, hace ya 179 años, concretamente el 28 de Mayo de 1830, por Real Orden se creó la Escuela de Tauromaquia de Sevilla, que se ubicó en el matadero de la ciudad hispalense.

El Conde de la Estrella en su Memoria a favor de la Fiesta y de la Escuela Taurina, propuso a Jerónimo José Cándido (1763 – 1839) como primer director de la Escuela “Ya que por su edad, 67 años, no puede matar toros pero si puede desempeñar el destino de MAESTRO....”

Pedro Romero (1754 – 1839), nieto, hijo y hermano de toreros, vivía retirado en su Ronda natal, tenía 76 años cuando su cuñado Jerónimo José Cándido fue propuesto como MAESTRO de la Escuela de Tauromaquia sevillana, y Antonio Ruiz “El Sombrerero” (1783 – 1860) como profesor auxiliar; no conforme con estos nombramientos y obligado por la penuria en que vivía en esos años, escribe una carta al Rey fechada el 6 de Junio de 1830, en la que entre otras cosas expone:

“Enterado de la creación de la Escuela de Tauromaquia en Sevilla........creyéndose que puede ser de alguna utilidad en la enseñanza de un arte en que siendo únicos los españoles.........debe confiar de que en su vejez no se desatenderá su súplica de ser nombrado MAESTRO de ella.

Reducido a una escasa pensión de sólo nueve reales diarios.........la memoria de lo que ha trabajado en su ejercicio, la aceptación..... y la opinión que supo granjearse, no permitirán se extrañe su nombramiento, si V. M. se digna honrarlo con él.....y creyendo que la Escuela de Tauromaquia no recibirá deshonor estando él a su frente, suplica a V. M. se digne nombrarle MAESTRO de ella........firmado Pedro Romero.”


PROGRAMA 14 de Junio de 2009 (2)
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El Rey accedió y se le fijó al MAESTRO un sueldo de doce mil reales, Jerónimo José Cándido fue su ayudante con sueldo de ocho mil reales.

Así se inauguró la primera Escuela de Tauromaquia de la historia, y se designó con el nombre de MAESTRO a su director Pedro Romero, aquel que mató, según escrito suyo “en el espacio de veintiocho años en que estuve en activo, desde 1771 a 1799, me parecen pueden arreglar que habré matado doscientos toros por año, que a mi suma hacen cinco mil seiscientos toros”.....
Además sin recibir una sola cornada, en MAESTRO.

Fernando del Arco de Izco
Socio fundador del Círculo Taurino Amigos de la Dinastía Bienvenida en Barcelona.