¡AY, MI CID! / POR RICARDO DIAZ-MANRESA

- El Cid, al natural en las Ventas -

¡Ay, mi Cid!
Por Ricardo Díaz-Manresa

17/10/2009

Una temporada mala la tiene cualquiera y El Cid debe olvidarla. Sus críticos, que no le perdonan una, lo están crucificando. Mal dirigido y con mucha prensa en contra, se lo han puesto difícil para el 2010.

Ay, mi Cid, que te quedas sin gente. Ay, mi Cid, que nunca te han querido. Ay, mi Cid, que te han puesto a los pies de los caballos por fallar un año. Ay, mi Cid, que sigues llevando equivocada la carrera.

Tus Tornay y Ellauri van a conseguir lo que parece llevan persiguiendo hace años : hundirte. Pero no hundirte así como así, sino hundirte del todo.

Menos mal –lo he dicho muchas veces- que sólo tienes dos apoderados. Si tuvieras otro más como éstos, estabas de banderillero hace una década.

¿Qué pasa? ¿Qué quieren hacer contigo?

Y la misma pregunta para los críticos : ¿por qué la mayoría no puede ni verlo? ¿por qué muchos de vosotros le ponéis la zancadilla al menor fallo? ¿por qué alguno va diciendo ya que en el 2010 a qué ferias va a poder ir y a qué dinero?

Es verdad que su 2009 ha sido malo, pero también lo es que toreaba como ninguno con la izquierda, que ponía a Madrid boca abajo y que seguía matando los victorinos los domingos de las ferias y que nadie, salvo alguno suelto por ahí y yo, lo reivindicaba y que tardó años –después de mucho Victorino y mucho Madrid- en entrar en el gran circuito y ser considerado torero de las alturas.

No he visto en los últimos 40 años a ninguno que diera mejores series de naturales ni mejores naturales analizados uno a uno dentro de estas series. Pero le costó sangre entrar en la élite.

Debe ser una de esas personas que tiene mala suerte porque no se le perdona un fallo. Vale más que muchos de sus compañeros, pero en cuanto se le va un pie lo quieren mandar a su casa.

Es la diferencia entre lo que tienen suerte y no, los que crucifican al primer traspiés y los que son perdonados por todos sus fallos, los que valen y no se les reconoce mientras que a otros que valen mucho menos son llevados en volandas.

Así es la vida de los que caen de pie o de canto.Bueno, pues en esta situación de dificultades, van sus Ellauri y Tornay y lo colocan –y escribo del tercio final de la temporada- en Cieza, 27 de agosto, con Abellán y El Fandi; en El Álamo (¿), 5 de septiembre, con Esplá y Pinar; en Santoña, ocho del mismo mes, en una goyesca, con El Fandi y Francisco Marco; y el 14 en Móstoles, con El Fundi y Finito y así sucesivamente en un intento, parece, de estrellarlo.

Y al final la cornada de Navalcarnero le quitó las últimas oportunidades serias de reivindicarse : Sevilla-San Miguel y Zaragoza-El Pilar.

Y así va el hombre dando tumbos y aferrado a las dos lumbreras que lo dirigen hacia el abismo.

¿Cuántas ferias –que decía el crítico famoso- toreará el año que viene, cómo y a qué caché?

Creo que no ha perdido el puesto que tenía ni se le habrá olvidado torear, pero dígaselo a tantos que no lo pueden ver. Por mi parte, le deseo mucha suerte, que piense en las lumbreras que tiene al lado, que tome las decisiones oportunas y que analice por qué le pasan estas cosas.

Fuente: Avance Taurino.com
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