Del toro al infinito: QUITO: 3ª DE FERIA DE "JESÚS DEL GRAN PODER"

ILUSIONES APLAZADAS

Sebastián Castella da la alternativa

al ecuatoriano Álvaro Samper

FERIA DE "JESÚS DEL GRAN PODER"

3ª DE FERIA

LUNES 30 DE NOVIEMBRE DE 2009

TOROS DE "VISTAHERMOSA"

DAVID FANDILA "EL FANDI"

SEBASTIAN CASTELLA

ÁLVARO SAMPER

ILUSIONES APLAZADAS

Quito.- Lunes 30 de Noviembre de 2009

La alternativa de Álvaro Samper, la oreja cortada por El Fandi y las dos de Castella, no han bastado para colmar la ilusión que despertó este festejo.

Únicamente han respondido los buenos toros del encierro de “Vistahermosa” de procedencia y anterior propiedad del importante y ya retirado ganadero Carlos Manuel Cobo.

Duro tiene que ser para un joven que sueña ser torero que sus ilusiones no se cumpla en tan importante día como hoy.

Su afán, y entrega desbordada no fueron suficientes para cincelar las faenas que merecieron los buenos toros que le cupieron en suerte, especialmente el que lidió en sexto lugar, un extraordinario ejemplar en todos los tercios, con casta, fijeza y ansia de muleta en su noble y duradera embestida.

La juventud y ganas de ser torero de Alvarito Samper les hará renovar las ilusiones rotas y hacer que se cumplan en mejor ocasión venidera.

No se sabe a ciencia cierta si el Fandi ha aplazado la ilusión de triunfo, o si realmente la traía encima; más bien ha parecido que la ha dejado en el esportón al igual que en la corrida de ayer.

La buena labor capotera, y la supersónica suerte de banderillas, no han tapado un naufragio muletero en un lote que, aunque no boyante, exigió un mejor manejo de muleta y dominio de sus inciertas embestidas.

Por lo visto, el usía debió quedar encantado con la labor del granaíno, cuando rápidamente sacó el pañuelo blanco ante la ruidosa petición de parte de un público entusiasta, para concederle una oreja. Agradecido debe estar el Fandi.

Castella ha sido fiel a sí mismo, con valor y ganas, aunque lo liviano de su toreo le alejara de la profundidad, y lo reiterativo del planteamiento de faena y cercanías empecinadas evitaran el ritmo y temple que requerían las embestidas de sus enemigos. Eso sí, después de los inicios de toreo formalito, los recursos técnicos y escénicos afloraron para dar fiesta a la galería, con arrimón incluido sobre su estático eje, el toreo en redondo, los pases invertidos, y las series de pecho encadenadas no faltaron, aunque la limpieza de trazo se emborronaba con enganchones de la pañosa que, ayudada por viento, ondeaba tal como la bandera gala de un franchute desde el tendido. Todo ello para regocijo del buen público de Iñaquito que llenaba los tendidos.

Más completa y meritoria sería la faena llevada a cabo por el francés en su segundo, que la deshilvanada en su primero.

Entrando con decisión le recetó una estocada entera, defectuosa pero efectiva, a la que siguió la jubilosa petición del público al palco, dónde un presidente más jubiloso aun le concediera el premio de las dos orejas.

No menos agradecido que El Fandi habrá quedado Castella a la presidencia del festejo.

El torero galo sabrá si su presumible ilusión del buen torear se ha cumplido, o quizás quede aplazada. La que sí se ha cumplido es la de puerta grande.

En general la corrida de Carlos Manuel sale con la aprobación general por el juego de sus toros, mejor en los primeros tercios que en los últimos, dónde con más o menos prontitud buscaban el cobijo de las tablas.

La correcta presentación ofrecida por el encierro de “Vistahermosa”, ha quedado mancillada por el aspecto de los pitones de los toros.

La mano del hombre a veces hace estragos. Los de origen natural son inevitables, pero en estos casos sí serían evitables por quien tiene la responsabilidad legal de impedirlo, prevenirlo o, en su caso, sancionarlo.