viernes, 4 de diciembre de 2009

QUITO: 4ª DE FERIA “JESÚS DEL GRAN PODER”

EN LA FERIA DE JOSÉ TOMÁS
ESPLÁ HA PUESTO UNA CASETA
Esplá lanceando al gran "Huagrahuasi"


6 TOROS DE
“TRIANA” Y “HUAGRAHUASI”
DE DON JOSÉ LUIS COBO
PARA LOS ESPADAS
LUIS FRANCISCO ESPLÁ
JOSÉ TOMÁS
DIEGO RIVAS



- El remate de José Tomás -
"En la Feria de José Tomás, Esplá ha puesto una caseta"
La reaparición de José Tomás en Quito no ha despertado el interés que se suponía o, por lo menos, como pregonaron los medios en los días previos a su celebración.

No ha habido noticias de la famosa “venta del bolígrafo por dos mil dólares con regalo de dos entradas”, ni entrevista a ningún “guiri” al que le ofrecen comprarle su entrada por una fortuna y contesta que no, que prefiere “toguego a dinego”, u otras cantinelas del marketing al uso y al que se suma penosamente, para escarnio del diario mayor prestigio y solera de España, su empleado de la sección taurina.

Quince minutos antes de su inicio se vendían entradas en la taquilla, como todos los días, los huecos en los tendidos en los dos primeros toros aparecían como todos los días, y después el lleno se consumaba como todos los días.

Por acá en el lomo de los Andes, el dios de piedra se ha posado entre los vulgares mortales y se ha asemejado a ellos, no por la búsqueda de la mortalidad sino de la vulgaridad.

José Tomás ha pasado de puntillas, como en una niebla en el atardecer de Quito, entre la que a veces se ha colado algún destello del esplendoroso sol de la mitad del mundo, y a tres mil metros de altitud.

Ante un primer buen toro, noble y facilón, hizo labor de brega sin llegar a perfilarse con el de “Triana”, ni ejecutar quites.

Mayor disposición ofreció en la muleta, aflorando su clase en toreo ajustado y mano baja por la derecha, con remates de olés por trincherillas, y pases de pecho, para difuminarse en rutinarias tandas, y las consabidas manoletinas para un mal remate con la espada.

En su segundo flojo, de buen tranco, noble embestida, aunque a menos en la muleta se plantó con el capote en toreo a la verónica, sin que nadie se rasgara la camisa, su labor intermitente en la muleta no logró alcanzar vuelo y despachando discretamente al de “Huagrahuasi” para saludar desde el tercio al igual que tras la muerte de su primero.

Todo muy normal como cualquier torero, todas las tardes no se puede triunfar en esta campaña americana, pero tampoco hay que taparlas con fantasías informativas, interesadas o no, en connivencia con algún conocido, lamentablemente conocido, enlace mejicano.

En su año de despedida del toreo, Luis Francisco Esplá ha dejado su sello en el coso de Iñaquito. En lo que la propaganda identificaba esta feria como la de José Tomás, resulta que el alicantino “ha puesto una caseta”.

En sus dos toros Esplá se ha mostrado con decisión, valor, torería, y con alegría juvenil, sin dar síntomas de fatiga, a su edad, por la altitud de la ciudad.

Su enfado ha sido morrocotudo cuando el extraordinario toro de “Huagrahuasi” se partió la pata después de dos magníficas tandas de Luis Francisco. Se auguraba una gran faena para un gran toro, ¡qué pena!

Pero quedó el sabor de los primorosos lances con el capote, el buen tercio de banderillas que ejecutó, y el inicial trasteo de muleta seguidos de limpios y templados pases, con su más genuino estilo.

En su segundo, de “Triana”, se quejó a la presidencia por el precipitado cambio de tercio ordenado en el caballo. Llevaba razón, el picador no llegó a meter las cuerdas y el animal se quedó crudo y sin sangrar.

No obstante se entregó como un maletilla, y dio otra lección de torería y destreza ante las inciertas embestidas de un toro si ahormar. Después de un pinchazo cobró una media estocada en la yema, de efecto fulminante, haciendo que el público le pidiera la oreja que le negó el presidente.

Quizás la petición no la estimara suficiente el usía, o quizás recordó el gesto de recriminación que le dirigió el maestro desde el ruedo, pero lo que no cabe duda es que le faltó sensibilidad para que la afición de Quito, la Feria de Jesús del Gran Poder, la mejor de América, despidiera a un torero de más de tres décadas de alternativa y que llegaba con el colofón de su triunfal salida a hombros en Madrid, por la Puerta Grande de Las Ventas, tras el corte de las dos orejas al magnífico toro de “Victoriano del Rio”.

Sí le despidió el público quiteño con una larga y cariñosa ovación.

El nacional Diego Rivas no se arrugó entre las dos figuras que le precedieron, ofreciéndose en todo momento con capa y muleta, si bien pechó con el peor lote.
La nobleza de sus reses, “Triana” y “Huagrahuasi” un bastaron para acelerar sus motores; escasa la raza en ambos que si bien le duró a más su primero, despareció con celeridad en su segundo y último del festejo., con el que mantuvo una valerosa porfía, arrancando ovaciones en los tendidos coloristas.

No debe estar descontento el ganadero José Luis Cobo que llevó una buena corrida, pareja y bien presentada, aunque de juego dispar, no sobrada de fuerza, y con notoria nobleza toda ella.

Como caso curioso es de referir el incidente que ha generado una bronca en los tendido y entre los espectadores al final de la faena del quinto.
Un conocido ciudadano ha esgrimido una pancarta alusiva al Presidente de la República Señor Correa calificándolo de “persona no grata”, lo que ha motivado la presencia policial y el seguido enfado del público que coreó intensa y repetidamente:

LIBERTAD SÍ, DICTADURA NO”

- Esplá de poder a poder -
- El forzado de pecho -

- Con decisión y como está mandao -

- Buen toreo en redondo de José Tomás -


- Lanceado al flojo 5º-


- La porfía de José Tomás -

- Sin suerte -


- Llegó el final -

- Trasteo de Diego Rivas -

- La pancarta contra el Presidente ecuatoriano -
"Yo También le declaro persona no grata"











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