miércoles, 16 de junio de 2010

Vergüenza torera / Por Manuel M. Cascante

El novillero queretano Cristian Hernández, tras dejarse vivo a su primero este domingo en La México, se tiró de cabeza al callejón en el segundo de su lote y decidió no salir más al ruedo. Ante la exigencia de la autoridad, pisó el albero para cortarse la coleta y escuchar sin inmutarse los tres avisos que devolvían el animal a los corrales mientras a él lo llevaban a comisaría.
"Estoy firme en mi decisión, me dio mucho miedo y ya no quiero ser torero. Hice mi declaración frente al juez, le expliqué que tuve mucho miedo y que no podía matar a ese novillo. La profesión que yo creí que era mía no lo es; respeto y admiro a todos los toreros, hay que tener muchos huevos para ponerse delante de un toro, y a mí, hoy, me faltaron", aseguró el joven de 22 años.

[¿Se afeitarán la barbita Piqué y Casillas?]



Dios arbitra, pero no ahoga

Por Manuel Martínez Cascante

Corresponsal de ABC en América

Via: Blog salmonetes ya...

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